En la década de los 2000, un fondo buitre tumbó a un país entero en los mercados internacionales, impidiéndole el acceso a ellos durante 12 años. Fue el caso de Argentina contra Elliott Management Corporation.

El grupo de inversores ganó el juicio al país latinoamericano después del default de 2002 y llegó a embargarle la fragata Libertad en 2012.

Su fundador, el estadounidense Paul Singer, rechazó la propuesta para reestructurar la deuda y consiguió que el Estado argentino le pagara US$1.300 millones por bonos que compró a US$40 millones durante la crisis económica.

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Cuba se enfrenta ahora a un escenario parecido después de que el fondo CRF1 Ltd haya demandado al país y a su banco central en los tribunales de Londres.

El fondo de capital de riesgo, constituido en 2009 en Islas Caimán, le reclama el pago de una deuda de más de US$78 millones por dos préstamos y sus intereses que fueron otorgados originalmente al país insular por bancos europeos en la década de los 80.

Es decir, hace más de tres décadas.

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Originalmente, este crédito comercial fue concedido en marcos alemanes (una moneda que ya no existe) a un gobierno que todavía lideraba Fidel Castro.

Las autoridades cubanas argumentan, entre otras cosas, que el tribunal británico "no tenía jurisdicción" para juzgar los reclamos de CRF. GETTY IMAGES

CRF lanzó el reclamo hace casi tres años, después de que La Habana rechazara la quita de la deuda hecha por el fondo y algunos otros tenedores de bonos en 2018.

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La quita es una porción de una deuda a la que renuncia el acreedor a fin de asegurarse el cobro del resto. Pero el gobierno cubano no aceptó.

El Banco Central de Cuba (BNC) dijo en un comunicado que no reconoce a CRF como acreedor.

“CRF no es acreedor del BNC ni de Cuba y nunca lo ha sido”, dijo el superintendente de la institución.

Acreedores a la espera del resultado

Se espera que el juicio dure ocho días.

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Si Cuba pierde, dicen los expertos, podría costarle a la nación insular miles de millones en pagos atrasados con otras entidades y, en el peor de los casos, conducir a la incautación de activos propiedad del gobierno, como barcos petroleros y transferencias electrónicas entrantes.

El caso está siendo seguido muy de cerca por otros acreedores que en total están intentando recuperar de La Habana préstamos por valor de US$7.000 millones.

“Todavía estamos abiertos a hablar con la otra parte, incluso en esta etapa tan avanzada del caso”, le dijo a Reuters el presidente de CRF, David Charters.

Según el Banco Mundial, el producto interno bruto de Cuba en 2020 fue de US$107.000 millones, un poco más que el presupuesto de la ciudad de Nueva York, según cálculos de la cadena CNBC.

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¿Cómo llegó esa deuda a manos del “fondos buitre”?

Los inversores, denominados como “fondos buitre” por el Banco Central de Cuba, normalmente compran carteras de deuda en dificultades o que han entrado en impago y luego demandan al deudor en tribunales internacionales para que les paguen en su totalidad.

“En general son fondos de private equity, de capital riesgo, que lo que hacen es comprar deuda que está perjudicada y por eso pagan menos. Cuando el tema sale bien, son operaciones superrentables”, le explica a BBC Mundo Manuel Romera, director del sector financiero de la IE University.

“Habrán pagado por ella algo relativamente bajo. Compran la deuda a precio de remate. El banco que dio el préstamo en primera instancia recupera una parte sin meterse en un proceso de arbitraje internacional y por su parte el fondo buitre, que se queda con los derechos de cobro y demanda al país, probablemente doble o triplique sus costos iniciales”, añade.

Las autoridades cubanas creen que CRF no adquirió la deuda cubana de manera legal y que la operación no consta en los registros de la institución.

El importe de lo que supuestamente pagó CFR por esa cartera de deuda no ha sido revelado.

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“La clave es que cuando la operación está muy perjudicada y hay mucha improbabilidad de cobro se paga menos que cuando las deudas son fáciles de cobrar”, precisa Romera.

“El término de fondo buitre es una manera muy despectiva de llamarlos. En realidad el término adecuado para designarlos sería el de fondos de private equity. Un fondo de este tipo bien gestionado es enormemente rentable porque pagas muy poco por una deuda por la que, si la recuperas, se cobra mucho en muy poco tiempo”, dice.

El profesor de Dirección Financiera apunta además que “normamente lo que tienen los fondos buitre es una plantilla de abogados muy potente que saben muy bien pleitear. Hay que ser muy bueno” para trabajar en este tipo de entidades.

“Los fondos buitre más conocidos en España son Blackstone, Apollo, Lone Star y Cerberus. Son los cuatro más activos sobre todo en la parte de carteras de bancos”.

Cuba quedó financieramente dañada después de la pandemia de croronavirus. GETTY IMAGES

Más presión para La Habana

Esta no es la primera vez que Cuba se ve involucrada en una situación relacionada con la deuda.

En 2015, La Habana llegó a un acuerdo con los miembros del Club de París de países acreedores por el que se cancelaron aproximadamente las tres cuartas partes de su deuda.

Pero al no haber tratado con sus acreedores comerciales en el llamado Club de Londres, el país permanece excluido de los mercados internacionales de capital.

El juicio en Londres pondrá más presión en la isla después de la pandemia de covid y de que sus principales aliados y socios a nivel mundial -como Venezuela o China- atraviesen turbulencias económicas también. (I)