La Agencia Internacional de la Energía (AIE) dijo el miércoles que temía un fuerte “impacto” en la oferta mundial de petróleo consecuencia de las sanciones a Rusia por la invasión de Ucrania, y estimó que el petróleo ruso no se podrá sustituir de inmediato.

“La perspectiva de perturbaciones a gran escala de la producción rusa amenaza con crear un impacto mundial en la oferta de petróleo”, escribió en su informe mensual la agencia, que asesora a los países desarrollados en materia de política energética.

La guerra en Ucrania está creando una gran volatilidad en los mercados, con precios que se han acercado a máximos históricos -el crudo Brent alcanzó 139,13 dólares el 7 de marzo- aunque luego retrocedieron.

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Rusia es el mayor exportador mundial de petróleo y de productos refinados al resto del mundo, con 8 millones de barriles diarios (mbd).

Estados Unidos y el Reino Unido impusieron un embargo al petróleo ruso por la guerra en Ucrania pero en Europa el sector energético está excluido de las sanciones de la Unión Europea (UE).

Sin embargo, la AIE señala que muchas empresas se han alejado de Rusia por su cuenta y calcula que a partir de abril 3 mbd de petróleo ruso podrían no estar disponibles.

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“Transición”

Frente a esta escasez, “hay pocos indicios de un aumento de la oferta de Oriente Medio o de una reasignación significativa de los flujos comerciales”, señala la AIE.

La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus aliados en el marco de la OPEP+, que incluye a Rusia, se niegan de momento a aumentar la producción para aliviar el mercado, ciñéndose a un incremento gradual de 400.000 barriles diarios cada mes.

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Los países con capacidades de producción adicionales, como Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos, no parecen querer aumentar su producción, y la vuelta al mercado del petróleo de Irán, que depende de un posible acuerdo internacional sobre su programa nuclear, no será inmediata.

La AIE estima que las exportaciones de Irán podrían aumentar alrededor de 1 mbd durante seis meses, una cifra insuficiente para compensar la pérdida de petróleo ruso.

Venezuela -con la que Washington ha retomado el diálogo- solo podría aportar por su parte una “modesta” contribución en caso de levantamiento de las sanciones estadounidenses.

Fuera de la OPEP+, otros países aumentarán muy probablemente su producción, como Brasil, Canadá, Estados Unidos y Guyana, pero el potencial es “limitado” a corto plazo.

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Estados Unidos en particular tiene potencial con sus reservas de petróleo de esquisto bituminoso pero debería tardar meses en materializarse.

En cuanto a la demanda, la AIE revisó a la baja su previsión y ahora se espera que aumente en 2,1 mbd este año, hasta un total de 99,7 mbd.

La AIE, creada en 1974 para hacer frente a la crisis petrolera, indicó que publicará recomendaciones esta semana para reducir la demanda a corto plazo.

En algunos países hay propuestas para rebajar el límite de velocidad en las carreteras, reducir el precio del transporte público o recurrir al teletrabajo.

La agencia apunta sin embargo que pese al gran desafío actual para los mercados energéticos también hay “oportunidades” para acelerar la transición energética en detrimento del petróleo. (I)