El ministro israelí de Defensa, Benny Gantz, anunció hoy que Israel ha ofrecido a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) un préstamo de 155 millones de dólares para evitar su colapso, después de que anoche se reuniera con el presidente palestino, Mahmud Abás.

“A medida que la Autoridad Palestina se fortalece, Hamás se debilita, y mientras tenga una mayor gobernanza, nosotros tendremos más seguridad”, indicó Gantz hoy en rueda de prensa para informar sobre el encuentro con el líder palestino de 85 años.

Gantz y Abás se reunieron anoche en Ramala, en el primer encuentro de alto nivel entre oficiales israelíes y palestinos desde 2010, que se produjo dos días después de que el nuevo primer ministro de Israel, Naftali Benet, fuera recibido en la Casa Blanca por Joe Biden.

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“Le dije a Abu Mazen (como se denomina popularmente a Abás) que nosotros no iremos a ninguna parte y los palestinos tampoco. Fui a la reunión para generar confianza y preservar los intereses de Israel y los importantes vínculos que tenemos con la ANP, que creo que debemos fortalecer”, señaló Gantz.

El dinero comprometido proviene de los fondos confiscados por Israel entre los impuestos que recauda para la Autoridad Palestina, ya que Israel retiene de ahí la cantidad equivalente a lo que la ANP paga a palestinos heridos y familiares de encarcelados o muertos en enfrentamientos con tropas israelíes, aclaró a Efe una portavoz de Defensa.

Israel los confiscaba hasta ahora en virtud a una ley aprobada en 2018 al considerar que era dinero destinado a "terroristas".

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La ANP tendrá que devolver la cantidad prestada a partir de junio de 2022 mediante deducciones de los impuestos que Israel recauda para ellos, que ascienden a unos 2.800 millones de dólares al año.

Situación migratoria

Como parte de las “medidas de confianza” acordadas anoche entre Abás y Gantz, Israel también accedió a regularizar la situación de miles de cónyuges de palestinos que viven en Cisjordania ocupada sin la documentación en regla, procedentes la mayoría de la Franja de Gaza o del extranjero sin permiso.

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Gantz también se comprometió a conceder permisos para trabajar en Israel a 16.000 palestinos, 1.000 de ellos en el turismo, y a aprobar la construcción de viviendas para palestinos en el área C de Cisjordania ocupada, bajo total control militar y administrativo de Israel, aunque estás medidas ya se habían anunciado en las últimas semanas.

Mientras parece improbable la reanudación de un proceso de paz -congelado por el ex primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en 2014-, el Gobierno israelí sí se ha mostrado favorable a rescatar la maltrecha economía palestina, que cayó un 11,5 % en 2020, para sostener a la ANP.

Aunque atraviesa una profunda crisis de legitimidad, la ANP es la alternativa de gobierno palestino preferida de Israel y la comunidad internacional frente a otras opciones más radicales como el movimiento islamista Hamás, que gobierna de facto Gaza desde 2007.

El portavoz de Hamás, Sami Abu Zuhri, consideró el acercamiento entre Abás y el nuevo gobierno israelí un “paso peligroso” y una “falta de respeto” que demuestra que la ANP está más preocupada por mantener la coordinación de seguridad con Israel que por apoyar “los intereses nacionales palestinos”. (I)

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