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“Esa perra está muerta”: Gypsy Rose, la niña paciente de cáncer que desde una silla de ruedas planeó cómo matar a su mamá para vivir una historia de amor con su novio

El crimen de la madre de la joven tuvo un giro inesperado que sorprendió a las autoridades y convirtió el caso prácticamente en una película

Gypsy Rose está pagando una pena de 10 años de cárcel. Foto: Facebook Dee Dee Blanchard

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Actualizado el 

Todos veían a Gypsy Rose, una aparente niña de siete años que realmente tenía 24, pero con una mentalidad infantil que a todos podía confundir. La joven estaba en silla de ruedas y a los ojos del mundo, solo era una paciente de cáncer que disfrutaba sus últimos momentos.

Una publicación en el Facebook de Dee Dee Blanchard, la madre de Rose, alertó a todos sus seguidores y amigos en la red social. “Esa perra está muerta”, allí inició la investigación de un fatal crimen donde a Blanchard la asesinaron de 15 puñaladas en su espalda y la búsqueda de Gypsy como presunta rehén del asesino, del cual no se tenía ninguna sospecha, escribió El Tiempo.

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Gypsy Rose: la niña paciente de cáncer que mató a su mamá

El crimen ocurrió en la madrugada del 14 de junio de 2015. La policía estadounidense allanó “la casa rosada”, una casa que le había donado la fundación “Make a Wish” en Misuri a Gypsy por su enfermedad y encontraron a Dee Dee sin vida en su cama, ensangrentada.

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That Bitch is dead!

Posted by Dee Gyp Blancharde on Sunday, June 14, 2015

La única prueba que tenían las autoridades para dar con el autor del crimen, eran publicaciones en el Facebook de la víctima. La segunda decía: “Yo acuchillé a esa cerda gorda y violé a su dulce hija inocente. Su grito fue tan fuerte. LOL”, por lo que los policías estaban seguros que se trataba de un hombre que se había llevado secuestrada a Gypsy, de quien no se tenía rastros.

A los ojos de todos los conocidos, Rose padecía leucemia, utilizaba silla de ruedas, tenía la capacidad mental de una niña de siete años, aunque tenía 24 y requería de una sonda para alimentarse.

Sin embargo, la historia dio un giro inesperado y las autoridades rastrearon las publicaciones en la red social e iniciaron un operativo para encontrar a Gypsy Rose.

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La policía llego al lugar desde donde se hicieron las publicaciones y en lugar de encontrar a un hombre con una joven por rehén, localizaron a la joven y su novio, Nicholas Godejohn, en un motel.

Gypsy Rose pasó de ser una convaleciente a la autora intelectual del crimen

Las autoridades hallaron a la mujer, quien sí podía caminar y comunicarse perfectamente, sin la mentalidad de niña que todos creían. Además, parecía estar en perfecto estado de salud, por lo que, luego de detenerlos, la joven fue examinada por médicos que confirmaron que no tenía cáncer, sus piernas no tenían problema y no requería de una sonda para alimentarse.

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Enseguida, Rose y Godejohn se convirtieron en los principales sospechosos del asesinato de Dee Dee Blanchard. Luego ambos aceptaron los cargos y se confesaron.

Gypsy siempre fue una niña sana, pero su madre aseguraba que su hija estaba sumamente enferma. Los médicos diagnosticaron a Dee Dee con el síndrome de Munchausen by proxy, en el que, según el portal especializado Medlineplus, un cuidador de un menor “inventa síntomas falsos o provoca reales para que parezca que el niño está enfermo”.

Por tal razón, Rose fue víctima de su madre durante años y por ello parecía una niña enferma. Dee Dee hasta rapaba el cabello de su hija para que pareciera una persona en tratamiento por cáncer y hasta logró que un médico la sondeara.

En varias oportunidades, Blanchard estuvo a punto de ser descubierta y cuando los médicos comenzaban a hacer preguntas, cambiaba de profesional y de clínica. Además, nunca dejó que la menor asistiera a un colegio o se relacionara con personas de su edad.

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Durante su niñez fue paciente de distintas patologías sin tener absolutamente nada, se sometió incluso a tratamientos para el corazón, convulsiones, estómago, circulación, operación de ojos.

“Hay algunas enfermedades que yo sabía que no tenía. Sabía que no necesitaba la sonda, yo podía comer y sabía que podía caminar, pero sí le creí a mi mamá cuando me dijo que tenía leucemia”, comentó Gypsy a 20/20.

El amor que motivó el asesinato de la madre de Gypsy Rose

Durante la etapa en que comenzaron los cuestionamientos y las curiosidades para Rose, conoció a Godejohn en una página de citas cristianas. La joven navegaba en internet a escondidas de su madre cuando ella se dormía.

En el 2012, Rose tenía 21 años y por primera vez tuvo contacto con alguien, con el joven que luego se convirtió en su novio secreto. Al principio, las conversaciones eran inocentes propias de una supuesta niña y de un “hombre autista que trabajaba sosteniendo un letrero afuera de una pizzería”, según su abogado.

Luego las conversaciones subieron a tono sexual y hasta Gypsy indicó tener un “lado malo” llamado “Ruby”. La pareja se compartía fotos íntimas y decidieron conocerse en persona. El encuentro tuvo lugar en un cine donde Rose fue con su madre, a quien mintió diciéndole que iba al baño, pero realmente era para verse en el sitio con Godejohn.

La propia chica le había pagado a Nicholas los gastos para que él pudiera ir a Missouri. Según testificaron ambos, ese día, en su primer encuentro, tuvieron sexo en el baño de hombres del cine. Por lo que la relación se tornó más seria y empezaron a idear el plan para asesinar a Dee Dee para poder estar juntos.

Godejohn acusó a Gypsy de ser la autora intelectual del asesinato de su madre, mientras que él solo “hizo lo que le dijeron”. Sin embargo, Gypsy comentó en la entrevista que “hay una gran diferencia entre alguien que le pide a otra persona que mate a alguien y quien de verdad lo hace. (...) Yo no mataría a nadie. Nunca podría hacerlo físicamente”.

En la noche del crimen, Gypsy lo dejó entrar a su casa y le dio lo necesario para cometer el asesinato. Godejohn asegura que mientras él apuñalaba a la mujer, Gypsy estaba encerrada en el baño y posteriormente tuvieron relaciones sexuales.

Gypsy está cumpliendo una pena de 10 años en prisión tras declararse culpable de asesinato en segundo grado, mientras que Nicholas Godejohn recibió una condena de cadena perpetua por asesinato en primer grado. (I)

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