La organización ecologista Greenpeace ha impedido atracar en el río Támesis a un buque con 33.000 toneladas de gasóleo ruso, al ocupar su muelle asignado en la terminal Navigator del condado de Essex.
Según dijo a Efe un portavoz de la ONG, el petrolero Andromeda “se vio obligado a dar media vuelta” el domingo después de que una docena de sus activistas ocuparan dicho muelle, y se encuentra actualmente “anclado en el mar enfrente del estuario” del Támesis.
Se desconoce si la embarcación de 183 metros de eslora se dirigirá a otro puerto o si volverá al lugar que tenía asignado, que, según Greenpeace, sigue ocupado por algunos ecologistas. La Policía de Essex ha informado de ocho detenciones.
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Según cuenta Greenpeace en su comunicado, los manifestantes llegaron el domingo por la noche en bote a las instalaciones de Navigator Terminals, donde eludieron la seguridad para trepar al muelle, en una protesta contra la importación de combustibles fósiles de Rusia por parte del Reino Unido.
Los manifestantes han desplegado una pancarta con el mensaje “El petróleo alimenta la guerra” y critican que el veto anunciado por el Gobierno británico al petróleo ruso no entre en vigor hasta final de año.
Greenpeace alerta además en su nota de que, aunque el Ejecutivo ha indicado que impedirá el acceso a puertos británicos a barcos de bandera o propiedad rusa, muchos de estos petroleros tienen bandera de otros países -en este caso, griega-.
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Last night, Greenpeace activists stopped a tanker of Russian fossil fuels from docking in Essex.
— Greenpeace UK (@GreenpeaceUK) May 16, 2022
Activists have been removed, but the fight isn't over.@BorisJohnson ban Russian fossil fuels and fund renewables and energy efficiency now!#OilFuelsWar pic.twitter.com/Wfe23rR4di
Una investigación de la organización publicada a finales de abril reveló que, desde el inicio de la guerra en Ucrania, el Reino Unido había importado casi dos millones de barriles de petróleo ruso, por un valor estimado de 220 millones de libras (259 millones de euros).
Según la ONG, este país depende de Rusia para un 5 % de sus importaciones de gas, un 8 % de petróleo y un 18 % de diésel. (I)