La policía de Brasil liberó este martes “por cuestiones humanitarias” a casi 600 personas detenidas tras el asalto a sedes oficiales el domingo en Brasilia, con el que buscaban la caída del presidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva.

“Fueron liberados 599 detenidos, por lo general ancianos, personas con problemas de salud, en situación de calle y madres acompañadas de niños”, indicó la Policía Federal en un comunicado.

Las autoridades detuvieron a más de 1.500 personas tras las invasiones a los edificios de la Presidencia, la Corte Suprema y el Congreso, protagonizadas por seguidores del expresidente de ultraderecha Jair Bolsonaro.

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Los simpatizantes del exmandatario, hospitalizado en Estados Unidos desde el domingo por un problema abdominal, buscaban la salida de Lula, que asumió el poder el 1 de enero por tercera vez.

En este momento, 527 personas están presas y otras están siendo “sometidas a procedimientos de la policía judicial”, agregó la nota.

Los individuos liberados estaban confinados en un gimnasio de la Academia Nacional de la Policía Federal en la capital brasileña.

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Al ser liberados, algunos fueron transportados en autobuses hacia una estación desde donde pudieron regresar a sus domicilios. Otros fueron llevados a comisarías para luego ser trasladados al complejo penitenciario de Papuda, constató un periodista de la AFP.

Desde uno de los vehículos los pasajeros gritaron “¡La victoria es nuestra!”. Algunos sacaron los brazos por las ventanillas, apretando los puños o haciendo el gesto de la “V” de victoria.

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Denuncias sobre maltrato

“Ahora vamos a descansar y prepararnos para una nueva lucha, porque si ellos creen que nos van a intimidar, están muy equivocados”, dijo a la AFP Augustinho Ribeiro, uno de los bolsonaristas liberados y quien se quejó del trato “humillante” en el gimnasio donde estuvo retenido.

Una mujer que quiso permanecer en el anonimato dio una versión diferente. “Todos fueron tratados bien, nadie murió allí”, dijo.

La Policía Federal desmintió versiones de que una anciana había muerto el lunes en la sede de su academia.

Los partidarios del expresidente brasileño Jair Bolsonaro chocan con las fuerzas de seguridad durante una invasión al Palacio Presidencial de Planalto en Brasilia el 8 de enero de 2023. Foto: AFP

Los 1.500 detenidos participaron del asalto o estaban en un campamento instalado hace dos meses al frente de una sede del ejército desde donde pedían una intervención militar contra el gobierno de Lula.

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La invasión y el saqueo de los edificios de los tres poderes del Estado brasileño, que recordaron a los episodios del Capitolio en Washington hace dos años, causaron considerables daños materiales, en particular a obras de arte de valor incalculable. (I)