Un día después de que la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) aprobara el uso general de la vacuna contra el coronavirus de Pfizer-BioNTech —ahora llamada Comirnaty—, ahora insistió en los peligros de usar ivermectina para tratar el COVID-19.

Además, el doctor Anthony Fauci, experto en enfermedades infecciosas y uno de los principales asesores sobre la pandemia para el Gobierno de Estados Unidos, dijo en una entrevista con CNN que la pandemia podría estar bajo control para marzo de 2022 si se logra que los no vacunados disminuyan, adelantando por seis meses su pronóstico anterior.

“... si podíamos superar este invierno y lograr que se vacune la gran mayoría de las 90 millones de personas que aún no se vacunaron, espero que podamos empezar a tomar un buen control de la situación para la primavera de 2022 (marzo). No quise decir otoño (septiembre). Cometí un error”, dijo el experto.

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Fauci añadió que luego de que la FDA aprobara completamente la vacuna de Pfizer, que desde diciembre había tenido la categoría de “uso de emergencia”, esto puede motivar a que más gente se vacune e incluso llegar a tener programas de vacunación obligatoria. Por ejemplo, en el Departamento de Defensa de ese país ya se anunció a sus empleados que deberán hacerlo.

Fauci también ha dicho que en el país empezarán a aplicar una tercera dosis desde finales de septiembre. Esto, mientras Estados Unidos ya ha vacunado a más del 70 % de su población adulta con al menos una dosis, según EFE. El 52 % de su población está completamente vacunada y suma 110 dosis administradas por cada 100 habitantes.

En el país se han contagiado más de 38,8 millones de personas y han fallecido 646.000.

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En tanto, la FDA volvió a desaconsejar el uso de ivermectina en casos de coronavirus, porque afirma que no hay evidencia de sus supuestos beneficios y más bien se han presentado casos de efectos secundarios que han requerido hospitalización.

“Tomar largas dosis de esta droga es peligroso y puede causar daños serios... (Hay) múltiples reportes de pacientes que han requerido apoyo médico y han sido hospitalizados luego de automedicarse con ivermectina formulada para caballos”, indicó la institución en un comunicado.

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Entre los efectos secundarios registrados están los siguientes: sarpullido, náuseas, vómitos, diarrea, dolor de estómago, hinchazón del rostro o de las extremidades, eventos adversos neurológicos (mareos, convulsiones, confusión), baja repentina de la presión arterial, sarpullido grave que pueda requerir hospitalización y lesión hepática (hepatitis).

La ivermectina fue por un tiempo de la pandemia recomendada hasta por médicos, pero luego se dijo que sus supuestos beneficios no eran comprobables y la mayoría la dejó de usar; pero sigue siendo popular, incluyendo a quienes se automedican, principalmente entre latinoamericanos.

A su favor ha tenido que ha demostrado poseer algunos efectos antivirales sobre otros virus, como el VIH, el Zika, el del dengue, el de la influenza y otros, al menos en laboratorio. Incluso, un estudio discutido indicó que en cultivos celulares en un laboratorio la ivermectina funcionó como inhibidor del SARS-CoV-2. Pero la FDA dice que no hay datos suficientes para saber su seguridad y su eficacia, sobre todo en humanos.

5.000 millones de dosis de vacunas en el mundo

En tanto, más de 5.000 millones de dosis de vacunas contra el COVID-19 fueron administradas en el mundo, según un conteo de la AFP que llega hasta el martes a las 14:30, a partir de fuentes oficiales.

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Se tardaron 26 días en administrar 1.000 millones de vacunas, desde los 4.000 a los 5.000 millones de dosis, un ritmo de inyección semejante al observado en los 3.000 y 4.000 millones (que tardaron 30 y 26 días, respectivamente).

Países como Emiratos Árabes Unidos, Baréin, Israel, Uruguay y Chile comenzaron a administrar una tercera dosis para extender la inmunización de las personas completamente vacunadas.

Pero las diferencias entre países con “ingresos altos” e “ingresos bajos” son muy altas.

Los “con ingresos altos” (término del Banco Mundial) administraron de media 111 dosis por cada 100 habitantes. En el otro lado de la balanza, los países “con ingresos bajos”, solo 2,4.

La media del mundo se sitúa en 64 dosis por cada 100 habitantes.

Tres países aún no tienen campaña de vacunación en marcha: Burundi, Eritrea y Corea del Norte. (I)