Oksana Balandina, de 23 años vio cómo su vida le cambió en fracciones de segundos. Mientras caminaba de regreso a su casa en Lisychansk, una localidad ubicada en la región oriental de Ucrania, el destino la condujo a pisar una mina terrestre que estalló y la dejó sin sus dos piernas y cuatro dedos de su mano.

De profesión enfermera, la ucraniana nunca se imaginó la pesadilla que viviría en medio de la invasión a su país. Su novio Viktor Vasyliv, la acompañaba unos pasos más atrás, por lo que salió librado y sin ninguna afectación en su cuerpo. Ese 27 de marzo, marcó para siempre la vida de esta joven, quien los cataloga como sus días “mas oscuros”.

Pero a pesar de las dificultades, logró vencer la muerte y los médicos salvaron su vida al decidir que la única vía era la amputación de sus piernas. Balandina vio florecer su futuro cuando su novió siempre allí para apoyarla, le propuso matrimonio. Ella dijo “sí acepto” y las fotografías y el video de la pareja se hicieron virales al celebrar su boda en el hospital donde aún se recupera de los estragos de la explosión.

Publicidad

La Razón reseña la felicidad de Oksana en un día tan especial, en el que olvidando el dolor de sus heridas y de la terrible experiencia que la dejó discapacitada, pudo continuar adelante para rehacer su vida al lado de su gran amor. “No quería vivir, no quería vivir esa vida, tengo dos hijos. No quería que me vieran así. No quería ser una carga para nadie en mi familia”, recordó entre lágrimas la joven madre ucraniana, quien decidió avanzar ante la fatalidad.

Confiada en que podrá salir adelante teniendo el amor de su familia, Oksana Balandina se muestra como una aguerrida mujer que no se dejará vencer. “Gracias al apoyo, lo acepté. Necesito seguir viviendo. No es el fin de la vida. Si Dios me dejó con vida, ése es mi destino”, enfatizó. (I)

Te recomendamos estas noticias