Aunque el asteroide objetivo no representaba ningún peligro, a las 18:14 de Ecuador este lunes, una nave lanzada por la NASA en diciembre del 2021, colisionó a una velocidad de 6,4 kilómetros por segundo contra Dimorphos, un asteroide de 160 metros de diámetro que acompaña a Didymos, una roca de mayor tamaño, ubicados a unos 11 millones de kilómetros de la Tierra.

El mecanismo de defensa de la NASA consiste en chocar contra un asteroide, con el fin de “empujarlo” ligeramente, y así desviar su trayectoria. Es un poco como jugar al billar en el espacio.

Aunque el impacto de DART (dardo en inglés) pudo verse en la retransmisión en directo de la NASA, los científicos tendrán que esperar días o incluso semanas para ver si la nave no tripulada ha logrado alterar ligeramente la órbita del asteroide.

Publicidad

Es la primera vez en la historia de la humanidad que se intenta cambiar la trayectoria de un cuerpo celeste, en un intento de proteger a la Tierra de meteoritos similares al que hace 66 millones de años provocó la extinción de los dinosaurios.

El tamaño de la nave utilizada dependerá del tamaño del asteroide que amenaza con chocar con la Tierra.

La NASA calificó de suceso impactante la acción espacial que consistió en que la nave espacial del tamaño de una máquina expendedora chocara con éxito con el asteroide Dimorphos, que es del tamaño de un estadio de fútbol, pero aunque no representaba una amenaza para la Tierra, sirvió como una muestra de la defensa planetaria.

Publicidad

El objetivo fueron un par de asteroides: uno grande, Didymos (de 780 metros de diámetro), y su satélite, Dimorphos (de 160 metros de diámetro), en órbita a su alrededor. Los dos están a sólo un kilómetro de distancia entre sí.

Si la aproximación de un objeto se detecta años o décadas antes de que impacte contra la Tierra, se podría enviar una nave para volar a su lado durante el tiempo suficiente para desviar su trayectoria con una atracción gravitacional por parte de la nave, creando un “tractor de gravedad”. (I)