El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ganaría las elecciones celebradas este martes en Israel y se acerca a la mayoría con sus socios ultraortodoxos y de extrema derecha con 54-53 escaños, según las encuestas a pie de urna publicadas al cierre de los centros electorales.

El partido derechista Yamina de Naftali Benet consigue entre 7 y 8 asientos y su posible apoyo permitiría a Netanyahu formar Gobierno al superar la mayoría de 61 escaños de los 120 que conforman el Parlamento israelí (Knéset).

El principal rival de Netanyahu, el centrista Yair Lapid de Yesh Atid conseguiría entre 16 y 18 escaños, y el Partido Laborista remonta con 7 escaños.

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El centrista Azul y Blanco de Beny Gantz, y el izquierdista Meretz, que luchaban por pasar el umbral electoral, obtendrían entre 7-8 escaños y 6-7, respectivamente.

La Lista Unida árabe perdería escaños hasta situarse en los 8 o 9 diputados; y la islamista Raam, que se separó de la coalición no supera el umbral electoral.

El ultraderechista y laico Israel Nuestro Hogar, liderado por Avigdor Liberman, y opuesto a negociar con Netanyahu, conseguiría una representación de entre 6 y 8 diputados.

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El Partido Sionista Religioso, que ha comprometido su apoyo a un Ejecutivo de Netanyahu, obtiene entre 6 y 7 diputados.

Guideón Saar, ex miembro del Likud, que se estrenó en estas elecciones con una recién creada formación Nueva Esperanza para desbancar a Netanyahu, entra en el Parlamento con entre 5 y 6 escaños.

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Israel registró durante toda la jornada, una baja participación en los cuartos comicios que celebra en menos de dos años y solo llegó al 60.9% a las 20:00, dos horas antes del cierre de urnas.

El pasado marzo de 2020 -aún siendo las terceras elecciones- llegó al 71%, más alta que el 69,4% de septiembre de 2019 y del 67,9% de abril del mismo año.

Los candidatos salieron a la calle y recurrieron gran parte de Israel para pedir el voto, determinante en lo que será la configuración del fragmentado Parlamento israelí (Knéset) para conformar posteriores mayorías de Gobierno.

El presidente del Estado de Israel, Reuvén Rivlin, instó a inicios de la jornada electoral a participar a los más de 6,5 millones de israelíes con derecho a voto para romper el bloqueo político sin precedentes que vive el país.

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Israel celebró las elecciones más caras de su historia para facilitar la logística de contagiados y ciudadanos en cuarentena por el coronavirus, e incluso dispuso urnas en el aeropuerto Ben Gurión, el principal del país, para que los recién llegados pudieran ejercer su derecho a voto. (I)