El primer ministro de Etiopía, Abiy Ahmed, prometió que a partir de hoy luchará en el campo de batalla contra los rebeldes de la región etíope de Tigray (norte), que en los últimos días tomaron urbes a unos 220 kilómetros de la capital Adís Abeba.

"Ahora es el momento en que nuestro país necesita sacrificarse. A partir de mañana (hoy, martes), marcharé a los campos de batalla para liderar las fuerzas de defensa nacional", afirmó Abiy en un mensaje publicado en su cuenta de Twitter a última hora del lunes.

El mandatario, ganador del Premio Nobel de la Paz en 2019, instó a "todos los ciudadanos" a defender el país y "enfrentar al enemigo" en el terreno de combate.

Publicidad

"Es una lucha que determina si vivimos o no. Pero definitivamente ganaremos. Es impensable que Etiopía sea derrotada", agregó Abiy, quien publicó el mensaje después de que el comité ejecutivo de su Partido de la Prosperidad (PP) se reuniera este lunes en Adís Abeba para analizar la marcha de un conflicto que dura ya más de un año.

El primer ministro lanzó esta arenga después de que las fuerzas del Frente Popular de Liberación de Tigray (FPLT) conquistaran el pasado fin de semana la ciudad de Shewa Robit, en la vecina región de Amhara, a unos 220 kilómetros de la capital etíope, sede de la Unión Africana (AU), entre otros organismos internacionales.

La guerra estalló el 4 de noviembre de 2020, cuando Abiy ordenó una ofensiva contra el FPLT, partido que gobernaba entonces la región, en represalia por un ataque a una base militar federal y después de una escalada de tensiones políticas.

Publicidad

Hasta la fecha, según la ONU, miles de personas han muerto y unos dos millones han sido desplazadas internamente en Tigray, cuyos rebeldes han expandido el conflicto en los últimos meses a las regiones vecinas de Amhara y Afar.

Guerra en Tigray, amenaza para la seguridad de África

El FPLT, que antes de la llegada de Abiy al poder en 2018 dominaba el Gobierno etíope, también ha formado una alianza con otros grupos insurgentes, como el Ejército de Liberación de Oromo (OLA), activo en la región de Oromía que rodea Adís Abeba.

Publicidad

El temor a que los rebeldes puedan tomar la capital del segundo país más poblado de África (más de 110 millones de habitantes) ha impulsado los esfuerzos diplomáticos de la comunidad internacional para conseguir el cese de las hostilidades y una solución negociada.

El enviado especial de la AU para el Cuerno de África, el expresidente nigeriano Olusegun Obasanjo, se ha entrevistado recientemente con los líderes de ambos bandos sin que esas conversaciones hayan dado, de momento, ningún fruto.

El secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, advirtió la semana pasada en Nairobi de que la guerra de Tigray amenaza la seguridad del Cuerno de África, e instó a las partes en conflicto a volver al "proceso político" para resolver la contienda.

Blinken reiteró que “no hay solución militar para este conflicto” e incidió en que “todas las partes deben reconocer eso”. (I)

Publicidad