Según las autoridades estadounidenses, el fentanilo es un poderoso analgésico opioide sintético similar a la morfina, pero de 50 a 100 veces más potente. Actualmente, el famoso cártel de Sinaloa de México está cambiando su enfoque hacia esta droga nueva y más poderosa, en respuesta a la demanda cambiante en los Estados Unidos, se indica en una publicación del sitio web La Razón.

Ahora, los cárteles de la droga mexicanos agregan fentanilo a la heroína para incrementar su potencia y su valor en el mercado. Esta peligrosa combinación está causando una epidemia de muertes por sobredosis en los Estados Unidos y Canadá. De acuerdo a las autoridades norteamericanas, el problema del fentanilo es “la peor crisis de droga en la historia de Estados Unidos”.

La Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) señala en un informe filtrado de 2019 que el cártel de Sinaloa es “un destacado productor y traficante de fentanilo con sede en México hacia Estados Unidos”.

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Desde 2019 existen laboratorios de fentanilo y heroína operados por el cártel de Sinaloa, que surgieron cuando la organización decidió dejar a un lado los cultivos de marihuana y los campos de amapola para satisfacer la nueva demanda.

Durante el 2020, las incautaciones de fentanilo se incrementaron en un 466%, es decir, ascendieron a alrededor de 1.300 kilogramos en comparación con los 222 kilogramos de 2019, según el Ministerio de Defensa de México.

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Mientras tanto, los cárteles mexicanos están reclutando a ciudadanos estadounidenses con el objetivo de realizar envíos a Estados Unidos, en un intento de superar las restricciones fronterizas temporales que solo permiten el paso a esos ciudadanos.

¿Qué produce el fentanilo en el organismo?

El fentanilo se une a los receptores opioides del cuerpo y aumenta los niveles de dopamina en el sistema nervioso central, por lo que se usa como medicamento para tratar el dolor.

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Esta sustancia permite disminuir el malestar, sentir relajación y promover una sensación de bienestar o euforia.

Debido a que la diferencia entre una dosis terapéutica y una que puede ser mortal es muy pequeña, cuando esta se consume sin control puede resultar muy peligrosa.

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Los efectos peligrosos de esta droga pueden ser los siguientes: depresión de los centros respiratorios, sedación, cansancio, pérdida de conocimiento, doble visión, visión borrosa, disminución de la frecuencia cardíaca y la presión sanguínea, rigidez muscular, coma e incluso la muerte accidental. La supresión del dolor no implica que los efectos de una sobredosis en nuestro organismo no sean dolorosos y extremadamente desagradables, sino más bien todo lo contrario.

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Además, una sobredosis puede causar la muerte de una persona o una recuperación con secuelas graves por la falta de oxígeno o de riego sanguíneo. (I)