La Policía Federal brasileña incautó la noche del martes 5 toneladas de cocaína escondidas en un cargamento de jabón en polvo que sería embarcado en un navío que partiría rumbo a Mozambique y con destino final a España, informaron este miércoles fuentes oficiales.

La droga, la mayor aprehensión de cocaína en la historia del estado brasileño de Río de Janeiro, fue descubierta en contenedores de transporte marítimo que ya habían sido cargados con las cajas de jabón en polvo en el puerto de esta ciudad brasileña.

La incautación se produjo poco antes de que los contenedores fueran embarcados en el navío gracias a una llamada anónima que alertó a las autoridades sobre la llegada de una carga de cocaína al puerto de Río de Janeiro.

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Tras la denuncia, los agentes de la Comisaría de Represión a los Estupefacientes de la Policía Federal montaron una operación conjunta con fiscales de la Aduana para inspeccionar diferentes áreas en el puerto.

Con el apoyo de los perros entrenados para la detección de drogas, los policías descubrieron inicialmente 4,3 toneladas de cocaína que habían sido introducidas en diferentes cajas de jabón en polvo dentro de un contenedor.

Cuando ya estaban retirando la droga, los perros alertaron sobre sustancias sospechosas en otro contenedor, en el que fueron hallados otros 700 kilos de cocaína también escondidos dentro de cajas de jabón en polvo.

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"Los responsables por la carga hicieron un trabajo muy sofisticado. Acomodaron la cocaína dentro de las cajas de jabón con un peso idéntico al declarado en los documentos de embarque por el exportador", afirmó el jefe de la División de Represión al Contrabando de la Aduana, Augusto da Rocha, en declaraciones a la prensa.

“Por el costo de la logística, esta es una organización criminal muy estructurada pero que tuvo una pérdida enorme, ya que es el mayor decomiso de cocaína hecho en la historia (del estado) de Río de Janeiro”, dijo el subjefe de la Comisión de Represión a los Estupefacientes, comisario Bruno Tavares.

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Hasta ahora la mayor aprehensión de cocaína en Río de Janeiro, un estado que no es fronterizo con los países productores pero sí puente en las rutas de transporte de drogas desde Sudamérica hasta Europa, se produjo el año pasado con el decomiso de 2,5 toneladas.

Pese a que la Policía aún no identificó a los propietarios de la carga ni ha conseguido establecer si la droga fue introducida por los propios exportadores o sin el conocimiento de estos, los agentes de la Policía Federal detuvieron a dos hombres que estaban merodeando por el puerto y que fueron considerados sospechosos.

En el vehículo en que estaban los dos sospechosos, identificado con una placa clonada, las autoridades encontraron otros 270 kilos de cocaína, por lo que se cree que los detenidos fueron responsables de la introducción de la droga en los contenedores y pretendían esconder la carga restante.