Hasta este lunes se habían contabilizado diez muertos por el derrumbe parcial de un edificio en Surfside, en Florida, donde rescatistas israelíes y mexicanos trabajan contra reloj junto a sus colegas estadounidenses para encontrar a más de 150 desaparecidos en la catástrofe ocurrida el jueves.

La operación de rescate ha sido angustiosamente lenta y minuciosa, y los temores de que el número de muertos sea mucho mayor aumentan con cada hora que pasa, aunque los rescatistas han subrayado que aún puede haber supervivientes atrapados entre los escombros.

Los expertos consideran que una persona puede sobrevivir bajo los escombros hasta tres días sin beber agua ni consumir alimentos, no obstante se han dado casos en los que la supervivencia superó esa expectativa.

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En 1995, Park Seung Hyun, fue sacada de los escombros de un supermercado que había colapsado en Seúl, en Corea del Sur, 16 días después de que ocurriera el desastre y en enero de 2004, Shahr-Banu Mazandarani, una mujer iraní de más de 90 años, fue rescatada tras pasar nueve días enterrada bajo los restos de su casa, colapsada por el terremoto de Bam.

En otro caso extraordinario, en diciembre de 2005 una mujer de 40 años fue encontrada enterrada en la que había sido su cocina en la Cachemira administrada por Pakistán, más de dos meses después de que un sismo azotara la región.

En enero del 2010, tras el terremoto en Haití, el entonces secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, indicó que en este en este tipo de desastres con derrumbes, las primeras 72 horas son esenciales para encontrar a muchos desaparecidos. Generalmente después de siete días, se suspende la “operación rescate” para encontrar cuerpos con vida.

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Julie Ryan, coordinadora del Comité Internacional de Rescate (IRC, por sus siglas en inglés) con sede en el Reino Unido, asegura que la supervivencia depende en gran medida de lo que ocurre en el momento en que sucede el terremoto o derrumbe.

“La situación ideal es que estás atrapado y sepultado pero tienes alguna fuente de oxígeno del mundo exterior, no estás lastimado y tienes alguna manera de acceder a agua”, le dijo Ryan a la BBC en mayo del 2013, días después del colapso de un edificio en Bangladesh.

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Justamente en ese desastre una joven fue sacada viva de los escombros 17 días después del siniestro.

Situación en Surfside

El jueves, antes del amanecer, se derrumbaron los 12 pisos de este complejo con vistas al mar, llamado Champlain Towers. La tragedia afectó a unos 55 apartamentos.

Las autoridades no han determinado el motivo del derrumbe, y eso podría tardar meses.

La búsqueda en Florida se había complicado por un incendio cuyo humo había hecho inaccesibles algunas zonas.

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Vista aérea del edificio de 12 pisos que colapsó parcialmente en Surfside (Florida, EE.UU.). Foto: EFE

Los 300 bomberos del condado de Miami-Dade, apoyados por refuerzos de todo el estado de Florida, se desplegaron tan pronto 55 apartamentos del complejo Champlain Towers colapsaron.

En ese amasijo de hierros y hormigón, las operaciones avanzan a paso demasiado lento para algunas familias de las víctimas.

“Parece lento, pero estamos avanzando lo más rápido posible”, dijo Maggie Castro, miembro de la Unidad de Búsqueda y Rescate Nº1 del Departamento de Bomberos de Miami-Dade, quien no obstante comprende la ira y la frustración.

“Es una operación difícil”, interrumpida por tormentas eléctricas regulares y un incendio que llevó mucho tiempo controlar, agregó en declaraciones a la AFP.

“Tenemos que buscar entre una enorme pila de escombros de manera metódica y estratégica”, explicó Castro, de 52 años, 17 de los cuales en el Departamento de Bomberos de Miami.

“Hay áreas con posibles bolsas de aire donde puede haber sobrevivientes. Si nos precipitamos hacia los escombros de forma agresiva, destruimos esos espacios”.

Los primeros rescatistas, que llegaron poco después del desastre lograron sacar a un adolescente vivo de las ruinas. En tanto, aún no se han identificado restos humanos encontrados.

Ante el lento aumento del número de víctimas pese a la magnitud de la tragedia, Castro dijo que las “personas probablemente estaban en la cama cuando sucedió”, por lo que hay pocas posibilidades de encontrar a muchas a la vez.

El viernes se desplegó maquinaria pesada, dos grúas y una excavadora. Cuando se levanta una losa de concreto, los rescatistas “trabajan a mano, sacando los escombros con baldes”, indicó.

La esperanza se desvanece

Entre 50 y 60 rescatistas y unidades de perros trabajan constantemente en el sitio, con el respaldo de tecnología de imagen y sonido para localizar bolsas de aire.

Moises Soffer, voluntario de la organización judeo-latinoamericana Cadena International, participa con Oreo, su perra pomsky de casi dos años, que está especialmente entrenada para encontrar supervivientes.

“La suelto y ella va a donde quiere. En huecos, espacios donde un adulto no puede ir, en lugares inestables gracias a su peso”, dice su amo, mexicano, de 36 años.

Si Soffer detecta peligro, el reconocimiento se hace con la correa y la perra marca “la dirección” a seguir.

Flores y fotografías de personas desaparecidas cuelgan de una barricada en la calle, lo que limita el acceso al edificio de condominios Champlain Towers South parcialmente derrumbado en Surfside, Florida, EE. UU. Foto: EFE

Oreo puede trabajar de cinco a seis horas de corrido, con interrupciones de 20 minutos. Pero en Surfside, lo hace temprano en la mañana y al final de la tarde debido al calor y la humedad.

Soffer no está autorizado a decir si su perra detectó supervivientes, pero asegura que se quedará “el tiempo que haga falta”.

Aunque la esperanza de encontrar víctimas con vida disminuye día a día.

“Escuchamos escombros que caen, metal retorcido, pero no hemos escuchado ruido humano”, dijo Castro.

“Es difícil, agotador y emocionalmente pesado cuando trabajamos durante horas sin encontrar a nadie”, admitió.

Ante la impaciencia de las familias de las víctimas, incluidos muchos miembros de la comunidad judía, el condado dio la bienvenida a un equipo de diez militares israelíes expertos que se integraron a los equipos de rescate.

Castro recuerda que su unidad tiene experiencia: participó en los trabajos de búsqueda y rescate tras el terremoto de Haití en 2010 y en Nueva Orleans después del huracán Katrina en 2005. Algunos de los miembros de su equipo también participaron en operaciones de socorro luego de los atentados de Oklahoma City en 1995 y del 11 de septiembre en 2001. (I)