La vicepresidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, habló en video desde el parlamento y anunció que denunciará a los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola que pidieron una pena de doce años de prisión para ella.

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Además, vinculó los efectos del juicio que se le sigue con el atentado que sufrió el 1 de septiembre por el que hay cuatro detenidos que consideró no son los autores intelectuales.

Considera que el juicio en el que se la acusa de corrupción está lleno de “mentiras, calumnias y difamaciones”. Fernández declaró en su propia defensa en la etapa de alegatos del juicio que enfrenta por la presunta adjudicación irregular de obras públicas durante su mandato como presidenta (2007-2015), tres semanas después de que un hombre disparara dos veces contra ella, sin que saliera bala, a las puertas de su casa.

"Hasta el 1 de septiembre creía que (la razón de las causas por corrupción) era estigmatizarme, proscribirme, denigrarme, difamarme, calumniarme, pero a partir del 1 de septiembre me di cuenta de que puede haber otra cosa más atrás de todo esto, porque de repente es como que desde el ámbito judicial se da licencia social para que cualquiera pueda pensar y hacer cualquier cosa", sentenció ante el Tribunal Oral en lo Criminal Federal 2 de Buenos Aires.

En su discurso, la líder del peronismo kirchnerista, que desde hace varios años sostiene que es víctima de una persecución política y judicial pergeñada por el Gobierno de Mauricio Macri (2015-2019), cargó en especial contra el fiscal Diego Luciani, quien en agosto pidió contra ella 12 años de prisión por los presuntos delitos de asociación ilícita y administración fraudulenta de fondos públicos.

La expresidenta hizo referencia al efecto que generó ese "histriónico alegato" -con las televisiones enfocando la puerta de su casa-, al hacer alusión a mensajes telefónicos que, según informaciones aparecidas en los últimos días, intercambiaron dos de los sospechosos del intento de homicidio.

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Debido a sus fueros parlamentarios, no puede ser detenida ni inhabilitada hasta que haya una sentencia firme de la Corte Suprema de Justicia.

En este juicio oral que comenzó en 2019 está acusada junto a otras doce personas por supuestamente haber orientado la concesión de licitaciones de obra pública en la provincia de Santa Cruz (sur), su cuna política, para favorecer al empresario Lázaro Báez.

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Detenidos por atentado

Hasta ahora cuatro son los detenidos por el atentado: Fernando Sabag Montiel, de 35 años -acusado de ser quien, durante una manifestación en apoyo a Fernández días después del alegato del fiscal, se acercó a ella y disparó-; su novia, Brenda Uliarte, de 23 años; Nicolás Carrizo, de 27 años, y Agustina Díaz, de 21 años.

Fernández los denominó "banda de autores materiales", pero no intelectuales. "Lo tengo clarísimo eso. Nadie puede pensar que esa banda planificó, ideó, la autoría intelectual de lo que me hicieron", aseveró hoy la vicepresidenta, sin desvelar explícitamente quién sospecha que pudo idear el plan.

La expresidenta cuestionó que los abogados de uno de los detenidos fueran "asesores" de parlamentarios de la coalición opositora de Macri: "Yo me siento un tanto en estado de indefensión con este país y este poder judicial. ¿Cómo se sentiría usted, doctor (Jorge) Gorini (uno de los jueces del tribunal) si le pasara lo mismo que a mí?", sentenció, poco después de reprochar que "fiscales y jueces" que la juzgan "juegan" al fútbol en la quinta (finca) del expresidente Macri "y a nadie parece extrañarle".

Para ahondar en ese sentimiento de indefensión, Fernández recordó el ataque a pedradas que en marzo pasado realizaron manifestantes contra su despacho del Senado. (I)

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