En menos de una semanas los colombianos deberán elegir la formación de las dos cámaras del Congreso y el mismo día varias coaliciones de diferentes sectores ideológicos definirán en primarias quién será su candidato a la Casa de Nariño (Palacio Presidencial).

Se elegirán 188 miembros de la Cámara de Representantes y 108 senadores. Estas curules tienen una particularidad, cien senadores se escogen por los votos, dos están separados para indígenas, cinco para el Partido Comunes (antes FARC) y uno para el candidato presidencial que quede segundo. Mientras que los representantes de la Cámara son 162 elegidos por votos en los 32 departamentos del país, 16 de las Circunscripciones Transitorias Especiales de Paz, uno del exterior, uno para jurisdicción indígena, uno para el candidato a vicepresidente que quede segundo, cinco para las exFARC y dos para afrocolombianos.

El analista colombiano Omar Rincón dice que las elecciones legislativas tienen mucho menos atención que las presidenciales y es muy difícil saber quién ganará porque compite mucha gente. Además hay listas cerradas y otras en las que se puede votar por diferentes candidatos. Por ello, “responde más a clientelas históricas, corruptas y afectos, pero no por una propuesta concreta”, apunta.

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Añade que ese domingo la atención está puesta en la definición de los candidatos a presidente, pues las tres coaliciones principales tendrán su primaria en la misma votación.

En el Pacto histórico (izquierda) Gustavo Petro va a ganar, en el Centro Esperanza tiene candidatos débiles y se supone que gana Sergio Fajardo, y en la centro derecha, por las encuestas, ganaría Federico Gutiérrez, pero por la realidad debe ganar Alejandro Char porque tiene el aparato burocrático más grande, comenta Rincón.

El analista Sergio Guzmán, director de Colombia Risk Analysis, en cambio, cree que en el centro a Fajardo podría aún bajarlo Alejandro Gaviria o Juan Manuel Galán, por lo que hay que esperar.

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Aparte también hay otros candidatos presidenciales que irán directamente a la primera vuelta presidencial en mayo, como Rodolfo Hernández, Óscar Zuluaga o Íngrid Betancourt.

Para rincón en esta elección son claves las clientelas políticas, pues los políticos y senadores se mueven para esta elección mucho porque necesitan ser elegidos y se van a mover mucho para que la maquinaria electoral funcione. Cosa que no va a pasar en primera vuelta porque ya no tienen que luchar por su curules, sino solo los candidatos a la presidencia.

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Pese a las críticas y baja aprobación del actual presidente Iván Duque, la derecha tiene posibilidades de mantener la Casa de Nariño, debido a que como en 2018, el punto decisivo puede ser estar a favor o en contra de Petro. En esa segunda vuelta no ganó Duque sino que todos se fueron contra Petro.

“Petro es el responsable de que Duque esté ahí. Si hubiera hecho una mejor campaña hubiera sido el presidente, pero como era tan peleón y tan metedor de miedo en un país super de derecha como Colombia, que incluso la izquierda es de centro... la unión de toda la derecha junta siempre puede ganarle en segunda vuelta”, apunta Rincón, quien cree que se va a repetir el escenario final de a favor o en contra de Petro en el balotaje, aunque Petro esta vez está mejor que la vez pasada porque lleva una mejor campaña, ha sido menos soberbio y arrogante y agresivo, además de que “tiene como jefe de campaña al presidente Duque y al ministro de Defensa que hablan todo el tiempo mal” de él y lo que hace es molestar más a los colombianos que tienen como “consenso que este es el peor presidente de la historia”.

Rincón piensa que las malas relaciones entre Legislativo y Ejecutivo siempre encuentran un cause porque los políticos siempre quieren poder y negocian. “Creo que esta vez la representación del Pacto Histórico va a ser alta y no va a ser como en otras partes que te bloquean todo... y con tal que le den alguna burocracia, alguna corrupción, van a estar a favor de eso. Por ejemplo, Duque ha gobernado todo a su favor siendo impopular y no ha habido oposición de ningún tipo. Con Petro puede haber alguna oposición, pero cuando fue alcalde de Bogotá no tenía mayoría en el Concejo y le funcionó. Colombia en eso es un país muy conservador y funciona de esa manera”, afirma.

En tanto, Guzmán piensa igual gane quien gane la elección lo más probable es que tenga una difícil relación con el Congreso porque no tendrá mayoría, además de que esta elección también puede ser un medidor para la siguiente votación.

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“Nos va a decir cómo están compuestas las fuerzas luego del 13 de marzo. Es decir, qué candidato puede cimentar mayor cantidad de apoyos antes de la elección de primera vuelta el 29 de mayo”, dice Guzmán, para quien la clave estaría en cuánta gente va a participar en las elecciones legislativas porque puede hablar de las cosas que pueden pasar hacia el futuro.

“En Colombia nunca ha participado más del 50 % de las personas al Congreso, por lo menos en las últimas cuatro elecciones la participación máxima fue del 47 %, entonces que participe un número mayor de personas va a ser determinante para ver si la izquierda puede traducir, por así decirlo, esas ideas suyas en votos y convertirlos en plazas, nunca lo han hecho, no sé si esta vez será la vencida”, afirma Guzmán.

Según algunas proyecciones, si Petro llega a segunda vuelta (19 de junio) con Fajardo hay más posibilidades de que pierda que si llega un candidato de la derecha al que se lo pueda vincular más con el presidente Duque, pues la gente no quiere más de lo mismo.

Además en la región hay una clara tendencia a castigar a los oficialismos tras todo lo vivido por y durante la pandemia. (I)