Según un estudio publicado en las revistas Nature y Scientific Reports el lunes pasado (1 de agosto de 2022), los núcleos celulares de un mamut mostraron actividad biológica luego de que fueran trasplantados a células de ratón.

La médula ósea y el tejido muscular se extrajeron de los restos de un ejemplar de mamut llamado “Yuka” que permaneció congelado en Siberia durante 28.000 años. El ADN genómico se comparó con el de los elefantes y los investigadores confirmaronque el ADN de “Yuka” se superponía con el ADN y las proteínas específicas de los mamuts.

El equipo inyectó núcleos celulares del tejido muscular en óvulos de ratones, y observó la formación de estructuras que aparecen justo antes de que comience la división celular. Los investigadores también encontraron posibles signos de reparación del ADN de mamut dañado.

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El regreso de los mamuts

Esto marca un “paso significativo para resucitar a los mamuts”, dijo a medios japoneses el investigador Kei Miyamoto, uno de los autores del estudio.

“Queremos hacer avanzar nuestro estudio a la etapa de división celular”, dijo Miyamoto, quien reconoció que “todavía tenemos un largo camino por recorrer” antes de que pueda pensarse en un posible regreso a la vida de mamuts de la Edad de Hielo.

El equipo de la Universidad de Kindai, en el área metropolitana de Osaka, está colaborando con una institución rusa en el trabajo utilizando una tecnología de clonación llamada transferencia nuclear de células somáticas.

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Diferentes versiones sobre la posible resurrección científica de los mamuts han circulado durante décadas. Los pasos de los científicos hacia ese fin han sido lentos y cautelosos, pero constantes. Tan solo en los últimos años, los científicos han logrado secuenciar genomas completos de mamut y han insertado genes de mamut en el genoma de un elefante. (I)