El martes, un terremoto de 6,5 grados con epicentro en el noreste de Afganistán, en la frontera con Pakistán, causó al menos 13 muertos entre ambos países. El sismo se produjo en la región montañosa del Hindú Kush, en la confluencia de las placas tectónicas eurasiática e india. Pero, su profundidad de 187 kilómetros mitigó los daños potenciales que podría haber causado un sismo más superficial.

En Afganistán, las autoridades contabilizaron cuatro muertos, incluyendo una bebé de pocos meses. “Mientras estábamos saliendo, un muro se derrumbó. Una de nuestros hijos perdió la vida y otros tres fueron heridos”, contó a la AFP Abdul Baseer, el padre de la bebé que murió en la provincia de Laghman.

Otras 75 personas fueron heridas en Afganistán, donde también se derrumbaron total o parcialmente alrededor de 150 casas por el movimiento telúrico, según Jair Mohamad Ghazi, director de la gestión de catástrofes. Durante el sismo, las conexiones de telefonía e internet se cortaron.

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El terremoto, que duró 30 segundos, dejó nueve muertos en Pakistán. “Fue un potente sismo y temíamos daños máximos debido a la intensidad, por eso emitimos alerta”, comentó a AFP Bilal Faizi, portavoz del servicio de emergencia de Pakistán 1122.

“Afortunadamente nuestros temores resultaron equivocados. Los pobladores entraron en pánico por la magnitud del terremoto, pero el daño ha sido mínimo”, comentó el funcionario.

El portavoz gubernamental de Afganistán, Zabihullah Mujahid, dijo que los centros de salud en todo el país permanecen en alerta. (I)

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