La meta inicial del régimen de Rafael Correa era que tres millones de hogares dejen de usar el tanque de gas de uso doméstico para cocinar y reemplazaran sus cocinas con una de inducción que funcione con electricidad, en el periodo del 2014 al 2018, pero el objetivo no se cumplió.

El número de clientes (hogares) que en enero pasado eran beneficiarios del subsidio eléctrico por el uso de cocinas de inducción o de sistemas eléctricos para el calentamiento de agua (duchas o calefones) fue de 621.811, un 13 % de los 4′860.955 millones de cuentas del sector residencial, informa el Ministerio de Energía y Recursos Naturales No Renovables.

El incentivo tarifario del Programa de Eficiencia Energética (PEC), que se ejecuta desde agosto del 2014, consiste en tarifa cero por el consumo de hasta 80 kilovatios hora (kWh) al mes, que corresponda al uso de las cocinas de inducción. En los sistemas de calentamiento de agua se reconoce hasta 20 kWh.

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Solo los que se inscriban en el PEC son beneficiarios de este subsidio, que sigue vigente este año, por lo que quienes usan electricidad para cocinar pueden inscribirse en las unidades de negocios de CNEL o en las empresas eléctricas, según la compañía que les otorgue el servicio.

Las cocinas de inducción no vencieron la resistencia en Ecuador, su uso decrece pese a que se mantiene el subsidio eléctrico

El trámite incluye una visita presencial ya que implica la verificación de que el cliente tenga la cocina de inducción o los sistemas eléctricos para calentar el agua.

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Pese al incentivo tarifario, hay una reducción del número de beneficiarios con la salida de 20.284 clientes del PEC entre el 2018 y enero pasado por solicitud del mismo ciudadano que pide no seguir en el plan gubernamental.

¿Pero por qué no se consiguió el resultado esperado?

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Una de las principales causas, explica Alfredo Valarezo, catedrático de la Universidad San Francisco de Quito, es que nunca se eliminó el subsidio al gas licuado de petróleo (GLP) como estaba previsto, entonces los consumidores prefirieren mantener la cocina que funciona con la bombona de 15 kilos, que se vende a un precio oficial de $ 1,6, aunque puesta en el domicilio cuesta hasta $ 3,5 en algunas zonas de ciudades como Guayaquil y Quito.

El Ministerio de Energía reconoce el incumplimiento de la meta e informa que la ciudadanía no optó por la transición energética, entre otras causas, debido a que “el gas licuado de petróleo (GLP) mantiene un importante subsidio del Estado ecuatoriano”. También indica que “las cocinas a gas se mantienen a precios accesibles y de fácil mantenimiento”, “existe una errónea percepción de que el uso de las cocinas de inducción incrementa el consumo de energía” y porque los “hábitos culturales requieren cambios generacionales”.

Durante el 2021 se destinaron aproximadamente $ 860 millones como parte del subsidio estatal del GLP. “Para el presente ejercicio fiscal se estima en la proforma presupuestaria que el subsidio del GLP alcanzaría los $ 769 millones; no obstante, deberá considerarse que los precios del petróleo y sus derivados se encuentran al alza”, indica la entidad por lo que es probable que el monto destinado sea mayor.

El tanque de gas de 15 kilos alcanza para un mes en una familia de cuatro miembros.

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Otra situación es que las familias no perciben que cocinar con la de inducción tiene tarifa cero, subsidio que no está bien reflejado en la planilla, indica Valarezo.

Es el caso de Vilma Alquinga y de su madre, María Vilatuña, ambas viven en dos casas ubicadas en la parroquia rural La Merced del Distrito Metropolitano de Quito.

Vilma, de 35 años de edad, afirma que compró la cocina de inducción en el 2017, pero empezó a usarla dos años después a partir del 2019 y de inmediato cuenta que notó un incremento de la planilla de $10 a $ 22, aumento que no pueden permitirse en su hogar.

“Es más costoso usar la de inducción que la de gas. Si la primera la uso para las tres comidas al día (desayuno, almuerzo y merienda) me sale hasta 22 dólares. Sí veo en la planilla que hay un subsidio, pero yo solo me fijo en la tarifa final, que es lo que toca pagar”, asegura.

Debido a este incremento retornó a la de gas. “La de inducción utilizo cuando estoy apurada y quiero cocinar rápido”, indica, ya que reconoce que sí es más veloz. Desde que ya no la usa a diario ahora recibe una planilla mensual de $ 15, añade.

Ella es ama de casa y prepara los alimentos a su esposo y sus dos hijos. Por el momento dice que mantendrá las dos, pero seguirá usando más la de gas que funciona con un cilindro por el que paga $ 1,8 al mes, ya que lo adquiere en un centro de distribución que recientemente instalaron cerca de su casa. “Antes sí pagaba tres con sesenta dólares, pero igual es más barato, sale más conveniente”.

Vilma reconoce que solo si el gas sube de precio regresaría a utilizar más la de inducción.

Los utensilios de estas últimas cocinas también son más caros. Un set de cuatro ollas con una paila cuesta 140 dólares, afirma esta ama de casa, un valor que corrobora Ivonne Ruiz, madre en un hogar de cuatro miembros que viven en la ciudadela Guayacanes, en el norte de Guayaquil.

Ivonne usa la de inducción desde mayo del 2020, fecha desde la que también evidenció un incremento en la planilla, pero en su caso no está inscrita en el PEC, por lo que no recibe el subsidio eléctrico.

“Sí la uso a diario, pero tiene ventajas y desventajas. El problema es que no puedo hacer muchas cosas como arroces para varias personas, ya que estoy limitada a las ollas de inducción y que tienen hasta un determinado tamaño. No puedo usar olla de presión, una cantina o sartenes grandes que solo se pueden utilizar en la de gas”.

La ventaja a más de la rapidez es que son más seguras porque no hay candela y hay un menor peligro ante quemaduras porque no se calientan los mangos de las ollas, agrega. “El horno sí me encanta, hornea todo más rápido”, añade.

En el mercado sí hay cocinas de inducción. Ivonne ha visto incluso híbridas de seis hornillas que funcionan con electricidad y gas a un costo de $ 700. “Estoy ahorrando para comprar una de esas”, indica.

La importación de partes para ensamblar cocinas de inducción en el país o la traída del exterior de encimeras y las que incluyen horno ya terminadas decayó a partir del 2016, dos años después de que empezó la aplicación del programa para conseguir la transición del gas a la electricidad como fuente de energía para cocinar.

Las cifras del comercio exterior del Banco Central del Ecuador, expresadas en peso (toneladas métricas), evidencian la caída de las importaciones de este tipo de artefactos.

Elizabeth fue una de las que aprovechó el boom de la venta cuando en el 2016 las entregaban a crédito solo con la presentación de la cédula de identidad, ya que las cuotas se cobraban en la planilla mensual junto al consumo de energía del hogar.

El Ministerio de Energía informa que un total de 582.464 cocinas de inducción fueron vendidas a través de esa forma de financiamiento.

Desde entonces no se ha dañado y está contenta con el resultado, por lo que nunca compró una de gas para su hogar de cinco miembros. Ellos viven en una urbanización de la parroquia satélite La Aurora del cantón Daule, en Guayas.

“En la última planilla el subsidio por ser parte del programa PEC fue de $ 7,2, valor que se observa en la parte inferior de la planilla y se informa aparte del costo final que pagamos, por eso la gente no lo siente″, asegura.

Otra dificultad es que no se pueden usar cuando hay cortes de luz, los que cada vez son menos frecuentes en la zona donde ella vive, comenta Elizabeth.

¿Cómo se aplica el subsidio eléctrico por uso de las cocinas de inducción?

Hay personas que usen las cocinas de inducción pero no están inscritas en el Programa de Eficiencia Energética por lo que no reciben el subsidio eléctrico. Foto: Xavier Ramos

El Ministerio de Energía informa a este Diario que durante el 2021 se destinaron $ 31′141.209,41 para cubrir la tarifa cero que se aplica a los usuarios del consumo incremental por el uso de las cocinas y los calefones eléctricos hasta los límites establecidos.

La entidad recalca que “el incentivo tarifario se aplica, única y exclusivamente, al consumo incremental por el uso de la cocción por inducción o el calentamiento de agua” hasta el límite de 80 kWh y 20 kWh al mes en su orden. Si hay un exceso por encima de esos consumos, sí se cobra la tarifa correspondiente.

Valarezo explica cómo se aplica la tarifa cero. Primero se calcula un consumo base e histórico que es el promedio de lo que registran las planillas antes del uso de la cocina de inducción, por lo que se entiende que lo que sobrepasa corresponde a la utilización del artefacto y sobre eso es lo que el usuario no paga con un límite de hasta 80 kWh.

El problema es que se dificulta el cálculo de ese consumo histórico base que puede variar en el tiempo, indica el especialista.

Se mantiene el mismo sin ser actualizado desde que las familias se inscriben al programa PEC, pese a que después se puede dar la reducción de esa línea base establecida porque se dejó de usar ciertos artefactos como splits, aires acondicionados o hay menos personas en el hogar.

La línea base de consumo se mantiene sin cambio y al no sobrepasarse pues no se empieza a aplicar el subsidio, dice Valarezo, ello deriva en que no se perciba la reducción.

También hay casos de familias que reciben el subsidio eléctrico sin cocinar con electricidad ya que usan la de gas y su consumo por encima de la línea base responde a que hay más personas viviendo en la casa o adquirieron nuevos artefactos que implican el aumento como una secadora de ropa u otros, indica Valarezo. Esto se da en los hogares con mayor poder adquisitivo, pero no se cumple la intención de que dejen de usar un combustible no renovable como el GLP.

Y a la inversa. “Son pocos pero también sucede que hay familias pobres que tras inscribirse en el programa PEC después no llegan ni a la línea base, ese consumo mínimo que era el histórico de la familia. Antes del programa ese hogar consumía 100 kWh, luego al inscribirse le dijeron que todo lo que supere ese consumo hasta llegar a los 180 kWh pues los 80 kWh pagan tarifa cero, es subsidiado, pero tal vez por alguna razón dejaron de consumir y no llegan ni a los 50 kWh, entonces no reciben ningún subsidio porque no superan ni su propia línea base, les queda lejana y no se benefician realmente”, cuenta Valarezo.

Una de las soluciones seria instalar medidores exclusivos que midan cada mes el consumo por el uso de las cocinas de inducción para que el subsidio sea canalizado de forma directa a lo utilizado en energía eléctrica cada mes por ese concepto, recomienda el especialista.

La entidad gubernamental lo explica con un ejemplo.

El consumo total de un usuario (familia) al mes es de 170 kWh (en función de las lecturas obtenidas del equipo de medición), que corresponde al consumo de la residencia y por el uso de la cocina de inducción y calentamiento de agua sanitaria con electricidad.

En el caso del hogar del ejemplo se consideró previamente que el consumo base, resultado del análisis estadístico sin el uso de la cocina de inducción, fue fijado en 105 kWh, es decir, la diferencia entre el consumo total (con cocina de inducción) y la línea base es de 65 kWh, sobre los cuales se aplica la tarifa cero como incentivo tarifario por la sustitución del GLP, valor que está dentro del límite de los 80 kWh.

En algunas de las planillas de usuarios inscritos en el programa PEC no se detalla la línea base de consumo sin cocina de inducción desde la cual empieza a regir la tarifa cero hasta el límite de los 80 kWh, solo se muestra el monto en dólares que representa el subsidio, el que aparece aparte sin ser restado de la suma que los clientes observan que deben pagar, lo que también diluye el ahorro que finalmente tienen.

El consumo incremental promedio de energía eléctrica por el uso de la cocina de inducción se ubica en los 36 kWh al mes por beneficiario y 8 kWh por el calentamiento del agua que usen sistemas eléctricos en los usuarios inscritos en el PEC. Y un total de 47 kWh por el uso de ambos. “En este contexto, se colige que mayoritariamente los consumos promedio de la aplicación del incentivo tarifario de la tarifa residencial para el programa PEC se registran en el límite de cocción eléctrica”, indica el Ministerio de Energía.

Los interesados en inscribirse en el PEC pueden solicitar la visita a través del siguiente link del sitio web del Ministerio de Energía, según informaron remitida por las empresas eléctricas. (I)