Los ‘quitfluencer’, como se conoce a quienes promueven las renuncias de otros en los trabajos, aparecieron con fuerza este 2022

La aparición del quitfluencer (quien promueve las renuncias de otros), el empeoramiento de la salud mental y la profundización de la desconexión entre trabajadores de escritorio y los que no lo son están entre las principales tendencias que evidenció el estudio que realizó este año el grupo Adecco (The Global Workforce of the Future 2022) entre 30.000 trabajadores de todo el mundo.

El informe establece detalles emocionales de los trabajadores luego de los cambios que supuso la pandemia del COVID-19 en 2020 y 2021 y si bien destaca tendencias que se han mantenido, como ‘la gran renuncia’, hace referencia particular al hallazgo del quitfluencer este año.

El documento, basado en encuestas a trabajadores de entre 18 y 60 años, anota que la cuarta parte (27 %) anticipa su interés en renunciar a sus plazas en los próximos 12 meses y que el 45 % de ellos están solicitando nuevos roles o se mantienen en alerta a las ofertas del mercado laboral. El 20 % ha sido reclutado por otras organizaciones, aprovechando “la gran tendencia de renuncia y una fuerza laboral global en constante cambio”, anota el estudio.

Hay otro detalle: a nivel mundial, el 72 % no está preocupado por perder su trabajo. Eso es un aumento significativo sobre la cifra de 2021 del 61 % y refleja la confianza del trabajador en su capacidad de elegir las empresas donde trabajar.

¿De dónde sale el ‘quitfluencer’?

“Descubrimos que cuando los trabajadores ven que sus colegas renuncian, el 70 % considera hacer lo mismo y el 50 % realmente toma medidas. A esto lo llamamos el surgimiento del quitfluencer”, explica en sus conclusiones Adecco.

Este fenómeno es impulsado por la insatisfacción en relación a salario, flexibilidad, crecimiento profesional y capacitación, salud mental y bienestar.

No obstante, la encuesta hace una diferencia entre el nivel de satisfacción de los trabajadores, de acuerdo con el lugar en que se desempeñan. El 69 % dice estar satisfecho con su labor, un aumento con respecto al 2021 que el 67 % se pronunció así. Pero estos porcentajes pertenecen a los trabajadores de escritorio.

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Los trabajadores que no son de escritorio están significativamente menos satisfechos con su capacidad para mantener la salud mental y el bienestar que los trabajadores de escritorio (52 % frente a 65 %).

El salario está en la lista de prioridades

El criterio clave para acepar un nuevo trabajo, de acuerdo con esta encuesta, es una mejora salarial. El 45 % lo menciona. El 25 % de los que planean permanecer en sus trabajos citan el salario como la razón, para ellos la estabilidad, el equilibrio entre el trabajo y la vida y la flexibilidad tienen mayor peso y el informe los señala entre los factores que ayudan a retener a los empleados.

Por otro lado, seis de cada diez trabajadores temen que su salario no sea lo suficientemente alto para hacer frente a las tasas de inflación actuales, siendo los trabajadores mileniales y de la generación Z los más ansiosos. Y aquí realmente comienza a surgir la división entre los trabajadores de escritorio y los que no lo son. Un poco más de la mitad (51 %) de los trabajadores que no son de escritorio dicen que están buscando un segundo trabajo para poder llegar a fin de mes. Además, el 35 % admite haber trabajado en efectivo, servicios prestados o por debajo de la mesa.

La flexibilidad laboral revela inequidades

La opción de trabajar desde una amplia variedad de lugares y dispositivos es un concepto que gana adeptos, una tendencia que apareció ya en los informes de 2020 y 2021 empujada por la pandemia, y conquistó a quienes la saborearon, no obstante “se ha posicionado como un lujo que no está al alcance de todos”.

Tres de cada diez trabajadores que no son de escritorio comprometerían su salario para aumentar la flexibilidad. “Esta es solo una ilustración de una división preocupante entre los trabajadores de escritorio y los que no lo son que realmente surgió en nuestro estudio de 2022. La inflación está haciendo que la retención de talento sea más desafiante para las empresas”, recalca el estudio de Adecco.

El análisis de la data, que según Sebastián Lima, director nacional de Calidad y Servicio de Adecco Ecuador, ofrece información global sobre las actitudes de la fuerza laboral actual y “elementos de reflexión para ayudar a las organizaciones a preparar su talento para el futuro”, revela que los trabajadores están perdiendo oportunidades de capacitación y charlas, así como oportunidades internas de crecimiento, otra de las preocupaciones que salta en la encuesta.

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El desarrollo de la carrera tuvo el puntaje de satisfacción más bajo de todos los parámetros estudiados. El 34% de los trabajadores mencionan la falta de oportunidades para progresar como su razón principal para renunciar. El 36 % de los no gerentes dice que su empresa invierte en el desarrollo de sus habilidades, en comparación con el 64 % de los gerentes, una diferencia enorme que ayuda a explicar por qué los no gerentes, incluidos los trabajadores que no son de escritorio, pueden sentir que se están quedando relegados.

La salud mental en la empresa

Uno de cada dos trabajadores teme experimentar agotamiento en el futuro, pero el 36 % ya ha sufrido burnout, también llamado síndrome de estar quemado o de desgaste profesional en los últimos doce meses.

El estudio señala que si bien la cuarta parte de todos los trabajadores encuestados siente que su salud mental ha empeorado durante el último año, las mujeres son las más preocupadas por su salud mental.

Las conclusiones determinan que la flexibilidad y la autonomía en el horario del trabajador son dos claves importantes para enfrentar este fenómeno.