La pandemia del COVID-19 puso en riesgo los servicios de educación y salud de la Junta de Beneficencia de Guayaquil (JBG), que este 29 de enero de 2022 cumple 134 años de existencia desde que fue fundada en 1888, en el siglo XIX.

La Unidad Educativa Santa Luisa de Marillac, una de las dos que administra la JBG, cerró sus puertas desde el 2020, pero tiene previsto abrir nuevamente a partir de este año cuando se prevé también la apertura de dos colegios más.

Además, peligró la continuación de algunos de los servicios de salud debido al retraso en el pago de sueldos del personal médico, lo que finalmente no ocurrió, cuenta Juan Xavier Cordovez Ortega, director de la institución, considerada la organización sin fines de lucro más grande del país y que financia la mayor parte de sus servicios con la compra de billetes de la Lotería Nacional.

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“Teníamos meses con problemas de cubrir los sueldos del personal médico. El rescate era recuperar esa capacidad de tener abierto, lo que se logró”, afirma.

Incluso se actuó en el contexto de pandemia con la atención de los contagiados con COVID-19. La ampliación de la capacidad en el hospital Luis Vernaza para atender la creciente demanda con 110 camas, 50 en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), 40 en hospitalización y 20 equipadas en el área de emergencia.

“Fue el centro más grande del país de atención del COVID-19, recibiendo a pacientes de todo el Ecuador, lo que nos permitió salvar vidas durante los primeros seis meses del año pasado”, indica Cordovez.

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Y el 2021 también dejó alegrías, como el nacimiento doble de quíntuples en el hospital Alfredo Paulson, uno de los cuatro que tiene la JBG. “Esto rompe toda estadística mundial, la teoría dice que nace uno cada 45 millones de partos”.

A estas dos familias con quíntuples se les dio un aporte económico y una beca completa para la educación primaria y secundaria de los menores, indica Cordovez. “Todo el proceso de nacimiento fue gratuito. Para recibirlos había un equipo de 40 profesionales aproximadamente solo en el momento del parto, porque cada niño requería de un grupo de doctores para que garanticen su supervivencia. También tienen garantizado el acceso a salud gratuita durante todo el proceso de crecimiento hasta los cinco años”.

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La medallista olímpica Neisi Dajomes (obtuvo oro en levantamiento de pesas en las últimas Olimpiadas en 2021 en Tokio) fue acogida por el Hogar Manuel Galecio, el único servicio que hasta el momento funciona fuera de Guayaquil, ya que está en el cantón Alausí, de la provincia de Chimborazo.

La deportista ingresó cuando tenía 7 años y permaneció por un lustro en el lugar, junto a su hermana menor. “Nosotros recibimos muchas niñas de la región amazónica del país porque allá no tienen las oportunidades para su desarrollo”, como uno de los argumentos ante las críticas de que la beneficencia se centra solo en Guayaquil, donde nació la JBG en tiempos cuando las municipalidades y autoridades seccionales tenían la competencia de los servicios de bienestar público (cementerios, manicomios, hospitales, orfanatos).

¿De qué servicios tuvieron que prescindir debido a la pandemia?

La pandemia nos dio un golpe muy fuerte y la Junta tuvo que cerrar instituciones de más de cien años, como la Unidad Educativa Santa Luisa de Marillac, pero esta nueva administración tomó con mucho dinamismo la recuperación, sobre todo con el apoyo de la banca, de los gobiernos de turno y de los ciudadanos. Además de un cambio en el proceso de administración, haciéndolo un poco más profesionalizado y todo esto ha traído una recuperación nacional. Hemos reabierto Marillac, no pretendemos cerrar más, todo lo contrario, estamos en un proceso de crecimiento y apertura. Se espera abrir dos colegios más durante el 2022 para completar cuatro colegios bajo un sistema de educación dual, que es lo que el Gobierno está fomentando y que la Junta ha tomado como el camino a seguir respecto a la educación. Esto implica la incorporación de la juventud al trabajo. Hemos tomado la administración de la Ciudad Deportiva Carlos Pérez Perasso, que está construida en terrenos de la Junta. Llegamos a un acuerdo con el Municipio. Tenemos muchos planes para el desarrollo del deporte. El apoyo a la niñez y la juventud en su preparación deportiva y espiritual.

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¿Qué metas tienen para el 2022?

En lo deportivo es un tema complementario donde esperamos coparticipar tanto con los hospitales para apoyar a la juventud y a la familia que los acompaña, es decir, el 2022 lo vemos como un año de retos y crecimiento. Queremos seguir creciendo con la cobertura y buenos premios que genera la Lotería Nacional, fuente de financiamiento de la obra que hace la institución a nivel nacional. Y por qué no también seguir creciendo a nivel nacional en temas de salud y educación. Estamos abriendo nuevos dispensarios fuera de la provincia durante el 2022. La idea siempre es acercar los hospitales de especialidad que tiene la Junta de Beneficencia a todos los ecuatorianos, eso en lo que es la parte de crecimiento.

¿Dónde tienen previsto abrir?

Estamos haciendo uno en Babahoyo, va a ser un proceso, preferiría a medida que vayamos abriendo, ir anunciándolos. Esto va a ser con una idea de cobertura nacional. Para el 2022 hemos ya preparado un plan de acción social por parte de la Junta. Hemos trabajado en un programa de cinco y diez años, cuál será la dirección de la Junta de Beneficencia para seguir ampliando su cobertura de ayuda social. Nos hemos trazado metas utilizando la técnica de los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible, que el país tiene que cumplir de manera obligatoria de aquí al 2030), que es lo que se maneja a nivel mundial. Esto consiste en trabajar en la reducción de la pobreza, el hambre. Asimismo continuar con los servicios de salud y bienestar, trabajar en educación y en reducir las desigualdades a través de nuestros hogares de acogida (que son cuatro, dos albergan a menores de edad y dos a los adultos mayores vulnerables), que justamente ayuda a personas con problemas físicos y mentales y también con problemas de desigualdad o de falta de accesibilidad a servicios que otros tienen. Esto es un proyecto muy ambicioso que se está planteando, un proyecto que esperamos poder medir y dar trazabilidad encontrando el efecto real que está dando la institución a esas personas. Hay otro dispensario que abriremos en Daule.

¿Qué implementaron ante la creciente demanda por la pandemia?

La Junta lideró el camino en la reducción de costos durante la pandemia, por ejemplo, bajamos al 50 % el costo de la prueba PCR, eso creó una tendencia general a precios solidarios en estos momentos más necesitados Asimismo estamos haciendo un esfuerzo muy grande para mantener precios muy accesibles a nivel de los hospitales para atención de la consulta externa, donde por $ 10 tienen acceso a hospitales de primer nivel con todos los servicios de consulta externa, Esto dará mucha facilidad de acceso a la salud a muchas personas y es parte justamente de los ODS, porque si nosotros bajamos el costo de atención, damos mayor cobertura y accesibilidad a las personas que sufren de pobreza y no tienen acceso.

Las donaciones se han reducido para la mayor parte de organizaciones sociales. Ustedes también sufrieron porque la gente compró menos billetes de lotería.

Fue terrible porque fue la primera vez que la lotería tuvo que cerrar sus ventas por temas justamente de la pandemia. Ni siquiera en el incendio de la ciudad de Guayaquil se cerró la lotería. Esto tuvo un efecto directo, no solamente durante el tiempo que estuvo cerrada, sino en los meses subsecuentes, porque el tema de la reducción del aforo, de la salida de personas y el miedo que se tenía de comprar y recibir un papel que podría estar infectado, entonces las ventas cayeron radicalmente durante el 2020. Ese fue uno de los golpes más fuertes que recibió la institución en ese año que nos puso en tan difícil situación. Pero obviamente siendo una institución que está justamente involucrada en ayudar a las personas que más lo necesitan, cuando más debe ser sentida es cuando más hay una situación de dificultad en la ciudadanía y en el país. En el 2021 retomamos el liderazgo. Este espíritu de crecimiento de cobertura a nivel nacional porque es cuando más se necesita este apoyo de la institución. Asimismo donantes han aparecido o reaparecido durante el 2021 de manera importante, a todo nivel, desde personas de recursos medios o modestos que nos han donado una casita hasta las que han donado más de un millón de dólares. Nuestro trabajo es hacer que se convierta en soluciones para quienes más lo necesitan de la forma más eficientemente posible, que todo termine en una obra.

La atención de niñas en el Hogar Calderón Ayluardo ubicado en Guayaquil, que alberga a menores de escasos recursos económicos. Foto: CORTESÍA DE LA JUNTA DE BENEFICENCIA DE GUAYAQUIL

¿Cómo va el financiamiento externo, otra de sus fuentes?

Eso es parte del trabajo que estamos haciendo, búsqueda de financiamiento externo, nos estamos preparando para esto muy bien, pero además levantando otros activos como los de bien raíz que tiene la institución. Estamos tratando de hacer que estos generen el mejor rédito y además seguir creciendo. Estamos reinvirtiendo en activos porque ese es el legado que tenemos que dejar para las nuevas generaciones que administren esta institución, entonces queremos crecer en bien raíz, que es una de las fuentes de financiamiento que nos genera renta mensual y anual. Hay toda una redefinición de los planes de la Junta.

Lo que se cuestiona desde el resto del país es que todo el país compra lotería para financiar servicios solidarios concentrados en Guayaquil.

El accionar de la Junta es a nivel nacional. Buena parte de la obra de la institución tiene cobertura nacional. Por ejemplo, en época del COVID-19, la mayoría de los pacientes era de fuera de la provincia del Guayas, tenemos pacientes de todas partes del Ecuador, normalmente son los pacientes más complicados los que son derivados a nuestros hospitales. Asimismo el Hospital del Niño los recibe de todo el país. Tenemos una red de trabajo para traer pacientes, pero sí queremos ampliar el tema de la educación a otras provincias. Lamentablemente el problema de la pandemia lo que ha hecho es crecer la pobreza y la desigualdad de países como el nuestro, y esto es a nivel nacional; entonces, por eso vamos a estar en todo el país.

El Ministerio de Salud Pública y el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social les deriva pacientes, lo que generó una deuda. ¿Esta se mantiene?

Es algo que nos preocupa. La deuda por la cual estuvimos cerca de apagar las luces, como dije yo hace un año y medio, de seguir apagando luces de la institución, se mantiene muy parecida. Lo bueno es que no ha crecido y se mantiene muy parecida porque en su mayoría obedece a servicios dados en los años anteriores que no han sido auditados por el Estado y mientras no se auditen, no pueden ser pagados porque no se pueden facturar. Es un proceso donde uno da el servicio, se lo reciben pero no lo auditan y por ende no lo puede cobrar y mientras no lo audite, no se cobra y ellos no tienen el personal para auditar, entonces seguimos con la deuda. Hemos venido hablando con el Gobierno actual al respecto, pero también ellos tienen otros problemas de emergencia por atender. Estamos esperando poder encontrar soluciones a este problema durante el 2022. Sin embargo, parte del problema es que buena parte de estos documentos creemos incluso que han sido extraviados, por ende se hacen cobrables solamente a través de una acción legal. Y eso es lo que tal vez vamos a tener que hacer nosotros para poder cobrar esa deuda que nos permitirá justamente revertirla en obras para quienes realmente lo necesitan. Este incremento de deuda con el Estado durante los últimos años, el haber llegado a desarrollar esta deuda de $ 120 millones, son 120 millones de oportunidades que ha tenido la Junta por servir a quien más lo necesita y que están en manos del Estado. Entonces, el apuro y la importancia de recuperar esto no solamente es por las finanzas de la institución, sino también para poder revertir con esto en obras.

¿Esta deuda no se ha seguido acumulando durante la pandemia?

Todo lo que ya se generó a partir del segundo semestre del 2020 y durante el 2021 ha sido pagado bastante bien, con muy pocos atrasos, prácticamente todo lo corriente se ha venido cancelando. El problema principal es para atrás, deudas que vienen desde el año 2012.

Esto es solo porque el Gobierno no audita y se retrasa en los pagos o ustedes también no han presentado el sustento de ese gasto.

Nosotros presentamos los documentos en el momento correspondiente en aquellos años y fueron recibidos, tenemos el recibido por parte de las instituciones. El problema es que no han sido auditados total o parcialmente. Y claro son muchos años, si se va auditando una parte y la otra parte se deja sin auditar, ya sumando año tras año se hace una cifra muy importante. Lo que hemos logrado desde agosto del 2020 a la fecha es mantener un saldo ya no creciente, sino tratar de reducir el saldo porque en algo hemos podido auditar cuentas viejas, pero muy poco porque no tienen el personal para hacerlo. Y auditar cuentas viejas es mucho más complicado por el acceso a los documentos a los archivos. Un proceso de auditoría toma 10 o 20 veces más de tiempo en un documento del 2014 que uno del 2021, que está más a la mano. Tenemos mucha fe en el 2022 con un presupuesto muy ambicioso. Tenemos el presupuesto de inversión social más alto de nuestra historia y queremos seguir creciendo.

¿Cuándo tienen previsto reinaugurar el Alfredo Paulson como hospital de especialidades?

Esperamos terminarlo para el segundo semestre del 2022, reinaugurar el hospital. Esto nos dará gran posibilidad de ampliar nuestro servicio de especialidades, que es donde más se destaca la Junta a nivel nacional por la contribución no solo en salud, sino en la preparación de los doctores, enfermeras y las vidas que se salvan. (I)

La atención médica de una ecografía en el hospital Alfredo Paulson, que se convertirá en uno de especialidades. Foto: CORTESÍA DE LA JUNTA DE BENEFICENCIA DE GUAYAQUIL