Por Sonia Yánez Blum (Twitter: @soniayanezblum)

Trabajar en una empresa por 30 años y luego jubilarse. Esa era la aspiración de nuestros padres para ellos y para nosotros. Actualmente, los mileniales y centeniales ven ese concepto como sinónimo de estancamiento profesional, es decir: ¿trabajas en la misma empresa por tantos años? Uy, no has hecho nada en la vida.

Hace tres años inicié la ruta para que el trabajo remoto sea el estilo de vida al que nos íbamos a adaptar en familia. Cuando llegó la pandemia llevaba algunos meses así. Luego de un corto periodo de trabajo en oficina hace más de un año cambié de continente. Ahora vivo un mix de nómada digital y trabajo remoto. Grecia, Alemania, Hungría, Eslovenia, Austria, España, Italia, Croacia y antes Perú y Colombia fueron mis destinos en este tiempo.

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Computadora, luces, micrófonos y otros gadgets son parte del equipaje, aunque viajar ligero es una regla para el que quiere trabajar sin fronteras físicas. Eso lo sabe muy bien Carla Díaz, la reconocida @carlaconwifi, más que una influencer es una gran fuente de consulta para quienes estén planeando este estilo de vida.

Viajar ligero es una de las normas de todo buen nómada laboral. Spencer Platt/Getty Images/AFP (Photo by SPENCER PLATT / GETTY IMAGES NORTH AMERICA / Getty Images via AFP) Foto: AFP

La contacté por Twitter. Conectamos y validó algunas de mis inquietudes. Ya que si quieres ser nómada digital tus mejores fuentes de información son quienes lo viven en el día a día.

Cambiar el chip mental

Ser nómada digital es el sueño para muchos. Las fotos y videos de quienes han implementado ese estilo y filosofía de vida inspiran al resto a creer que es posible, aunque todavía son pocos quienes lo intentan.

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Cuando en una reunión de catedráticos, vía Zoom, con los que había trabajado en Guayaquil-Ecuador por muchos años, les explicaba que en ese momento estaba en Hungría y luego regresaba a Alemania para finalmente estar en Austria al final del mes, (vaya recorrido) me dijeron: ahh eres una hippie laboral. Algo hizo clic en mi mente, pues aunque la imagen de hippies es de mayor libertinajes, paz, amor y otras cosas. La realidad es que un nómada digital es diferente. Horarios organizados, disciplina y puntualidad, itinerarios de viaje, manejo de presupuestos y trámites forman parte de la jornada.

El cambio de mentalidad y hábitos que se necesita para trabajar como nómada digital y no fracasar es importante. Te conviertes en un malabar y alquimista de las horas y aprender a soltar lo que te desenfoque es importante.

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“Creo que el principal cambio de mentalidad es el control y el desapego, una persona que le encante tener control de las situaciones o que sea muy apegada a lo material creo que la puede pasar un poco mal siendo nómada digital”, me comenta Carla.

Cuando eres nómada es complicado controlar las cosas. La incertidumbre juega un gran rol en este estilo de vida y aprendes a hacer paz con eso. “Llegarás a lugares donde no solo no hablas el idioma, pero no conoces a nadie en la ciudad y eso (aunque para mí es increíble, jajaja) requiere una mentalidad muy abierta!.”. Ahí me sentí identificada, confirmé que no estaba loca. Ya que mi última estadía en Croacia, me encantaba descifrar las palabras y a las personas.

Pero la productividad es el eje. Después de todo, ser nómada digital es trabajar sin que intervenga el lugar donde estés. Ya que muchos nómadas fallan en este estilo de vida porque no tienen el hábito de trabajar. Y ahí el mayor encanto es el mayor peligro. “Se distraen fácilmente en los destinos (quieren salir a pasear 24/7 o conocer otros viajeros). Así que creo que dos elementos clave para no fracasar en este estilo de vida es: aprender a ser desapegado con las cosas materiales (pues vas a viajar con muy poco) y con las personas (vas a conocer a muchas personas y difícilmente se quedarán), así como tener el hábito de trabajar, no importa que el destino desde que estés trabajando sea el más bonito del mundo, no son vacaciones!”.

Encontré mi check list básico completo porque cuando crucé de continente, tal como dijo Carla, me desprendí de todo lo material, eso sí, la ropa y equipo de trabajo vinieron conmigo. Y aunque por mi trabajo como especialista en relaciones públicas conectar con las personas es el centro de mi actividad, al viajar constantemente, aprendes que las salidas, cumpleaños y otras cosas quedaron solo resumidas a la versión digital.

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¿Se puede trabajar en remoto en América Latina?

Si quieres lanzarte a este nuevo estilo de vida, sin poner un océano de por medio, debes saber que la conectividad es lo más importante.

El acceso a internet es como el aire, sin eso no podemos vivir. Con eso concuerda Carla, quien no solo siguió con sus actividades sino que implementó un canal de YouTube y una academia digital para quienes desean hacer realidad el vivir con pasaporte en mano.

Al poner en la balanza para determinar qué es lo más importante el país o las herramientas en los resultados de trabajo en remoto o como nómada digital, la diferencia está en la velocidad de acceso. “En Latinoamérica he escuchado que el internet es una lotería dependiendo del país en el que te encuentres (unos tienen conexiones increíbles y otros tienen un pésimo internet). Aquí en Europa el acceso y velocidad es bastante estándar en casi todos lados, por lo que no vas a encontrar grandes diferencias”.

Lo que sí influye en los resultados de trabajo es la frecuencia con la que te muevas, muchos nómadas quieren llevar un estilo de vida muy mochilero en el que cambian de ciudad cada par de días y al final se dan cuenta de que la productividad bajó a 0. “Si realmente quieren tener buenos resultados en el trabajo, es importantísimo viajar mucho más lento”, comenta Carla. Y, también la secundo.

Te pongo un ejemplo: cada traslado a un nuevo sitio te implica hacer una investigación previa sobre horas, moneda local, sistemas de movilización, temas sanitarios, entonces si decides vivir cual mochilero quedándote un día en cada ciudad o cuatro días en un país y luego moverte, la concentración y falta de productividad te harán añicos. Así que es muy importante planear tus destinos en función del clima, proyectos laborales y tiempos de descanso.

El aprendizaje lo vives a cada instante. Como esa vez que me confundí de horario y terminé participando en un congreso de comunicación cuando eran las 02:00 en Grecia y la noche en México. O llevar una agenda con la ropa que uso para no confundir fechas de grabación de mis programas o cursos online que grabo.

Los trámites legales y detalles

VISAS: Gobiernos, empresas y personas están conscientes de que los sistemas de trabajo cambiaron. Por eso hay un listado de 33 países que emiten visas para nómadas digitales que simplifican los pasos, en casi todas o más importante es asegurar que ya tienes un ingreso estable mensual que no será afectado al lanzarte a la aventura del trabajo remoto. Las tasas van desde los $ 50 hasta los $ 2.500 dependiendo el destino.

Nómadas digitales: los países que ofrecen visas exclusivas para atraer a trabajadores remotos

SEGURO SALUD: La salud es importante y recuerda que en muchos trámites de visa te pedirán un seguro de salud internacional, así que ese es otro punto por aclarar.

DINERO: Desde el bitcoin, las tarjetas de crédito y las cuentas bancarias forman parte de tu equipaje. Deberás definir cómo gestionarás tu ingreso; así como los métodos de facturación si emprenderás y necesitas cobrar a tus nuevos clientes por digital. Ya no solo es Paypal o Stripe para vincular tus cuentas. Hay bancos digitales como Wise en Inglaterra que te permiten hacer muchas gestiones sin importar tu territorio. Charles Schwab o N 26 son otras opciones.

TRABAJO: No tienes muchos clientes. No te preocupes hay varias plataformas online que te permitirán ofrecer tus servicios profesionales. Las mejores están en inglés.

MARCA PERSONAL: Cuando trabajas en remoto, tu marca personal y profesional son tus activos y patrimonio en esta nueva forma de vida. Tus futuros clientes, alumnos o nuevos jefes buscarán información sobre ti en esa vía, así que no lo dejes suelto.

La oficina en una playa o en un elegante edificio

Si vives en Ecuador y quieres empezar de a poco. Un coworking puede ser la alternativa. Y, es que a pesar de que el concepto de ser nómada implica andar de un lugar a otros -al momento de ser digitales- para seguir siendo productivos exige tener un sitio de base que te puede servir por horas al día, semanas o meses sin presiones de contratos.

En gran parte de América Latina y el resto del mundo, el número de espacios de trabajo compartido ha aumentado en los últimos años.

En noviembre de 2022 se inaugurará el primer centro de IWG, ubicado en un ático de un edificio AAA en el corazón del distrito de negocios de Quito, con vistas a una de las joyas más preciadas de la ciudad, el parque de La Carolina. El local tendrá una capacidad de más de 30 oficinas y 70 puestos de trabajo. Foto: Cortesía de IWG

Hay alternativas de franquicias mundiales que ven en esta tendencia el futuro de la fuerza laboral. Y, así como te afilias a un club puedes pagar membresías a espacios de coworking y tener oficina o sede en cualquier país que visites en todos los continentes. Para este año en Quito habrá una sede de Regus, y así quienes estamos afiliados en remoto y podemos hacer base desde Austria, Inglaterra o España por Europa, si vamos a Latinoamérica tenemos un sitio donde llegar en la capital. Este tipo de afiliaciones te salva si tienes que hacer alguna reunión física o necesitas hacer networking al nuevo país que visitas.

“Quito es una ubicación natural para nosotros, con muchos clientes potenciales que buscan un lugar profesional para trabajar y buscan aprovechar la mayor plataforma de trabajo híbrido del mundo. Este es el siguiente paso en la visión global de IWG. Estamos muy felices de asociarnos con GLS y encantados de darles la bienvenida al sector de los espacios de trabajo flexibles”, explicó Mark Dixon, fundador y CEO de IWG, una multinacional que ha visto como los nómadas digitales y hasta las empresas tecnológicas han recurrido a estos sistemas para no perder colaboradores.

Es decir, Google, Disney y otras más pagan membresías en este tipo de espacios y ofrece a sus trabajadores oficinas y salas que les permite mantener el sueño de nómadas digitales sin renunciar a la empresa. ¡Todo un sueño!

Entonces, si quieres que el mundo sea tu oficina, pero aún no te decides, empieza por lo básico.

Únete a un espacio de coworking, mejora tu inglés, maneja tu marca personal y busca trabajo en plataformas virtuales.

Recuerda que el ser nómada no nos convierte en improvisados, sino en profesionales con mente abierta, dispuestos a experimentar nuevas culturas, visitar nuevos países, horas de viaje y mejorar habilidades tecnológicas sin dejar de producir ingresos y por qué no, dejando salir a flote un poco de ese espíritu hippie que todos llevamos dentro.