Alexandra Cornejo Salvatierra, de 51 años, está entre los miles de guayaquileños que dejaron de votar en Guayaquil y ahora sufragan en la parroquia La Aurora del cantón Daule, en Guayas.

En su caso, es la tercera vez que lo hace luego de que cambió su domicilio electoral. Hasta el 2017 creció y vivió en la ciudadela Alborada, en el norte de Guayaquil. Tras casarse y conformar su hogar, se trasladó a una casa que adquirió en una de las urbanizaciones de La Aurora, que está separada de los límites urbanos de la capital de Guayas solo cruzando un puente.

Una de las situaciones con las que ahora se topa es que desconoce a la mayor parte de los candidatos. De la papeleta de alcaldes, por ejemplo, solo conocía a dos de los cinco postulantes a la Alcaldía de Daule. “Solo esos dos hicieron campaña; al resto recién los vi en la papeleta. Y, por lo general, el voto se inclina por los conocidos”, afirma.

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Tras votar la mayor parte de su vida en la Universidad Laica Vicente Rocafuerte, en la elección de este 5 de febrero del 2023 sufragó en la Unidad Educativa Nueva Aurora.

El número de electores en La Aurora pasó de 14.507 a 37.440 votantes entre 2017 y 2023, un incremento del 158 %, el mayor aumento de todas las parroquias del país, lo que refleja la explosión demográfica desde Guayaquil hacia las zonas contiguas a su límite urbano norte y este, marcado por los ríos Daule y Guayas.

Alexandra cuenta que dejó Guayaquil en busca de una urbanización cerrada que ofrezca más seguridad y tranquilidad. La oferta cuando compraba su vivienda se concentraba en esta parroquia dauleña en la que hay un alto desarrollo de proyectos inmobiliarios.

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Alexandra Cornejo esperando para ejercer su derecho al voto en la Unidad Educativa Nueva Aurora. Foto: Xavier Ramos

Ahora su esperanza es que los alcaldes que asuman tengan una visión global de todo el desarrollo del Gran Guayaquil, considerado el conglomerado urbano más grande del país.

La población convocada a votar (los de 16 años o más) en este conglomerado, que incluye, a más de las zonas urbanas de Guayaquil, las parroquias La Puntilla (Samborondón), La Aurora y el cantón Durán, suma en conjunto 2′211.571 electores en estas elecciones 2023.

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José Burgos Baque, de 44 años, pasó de vivir en Bastión Popular, en el noroeste de Guayaquil, a la urbanización Villa Club, en Daule. Dice que su capacidad económica le alcanzó para adquirir una casa en esa ciudadela cerrada y que salió de Guayaquil en busca de más seguridad, al igual que Alexandra. ”Voto acá (en La Aurora) desde 2013, ya casi diez años”, afirma.

A diario se traslada a Guayaquil cruzando el puente, ya que sigue laborando en esa ciudad, por lo que pide mayores conexiones para facilitar la movilización. “El parque automotor ha aumentado, cada vez hay más vehículos, por lo que debe haber más alternativas de vías”.

José es guayaquileño de corazón, pero en realidad nació en Lascano del cantón Paján (en Manabí). A Guayaquil llegó cuando tenía 15 años de edad. Dice que fue la ciudad que le dio oportunidades para prosperar.

Él votó en la Escuela Fiscal Mariana Gallardo con la compañía de su hija, y aspira a que la calidad de los servicios mejore.

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José Burgos Baque es un manabita que migró a Guayaquil cuando tenía quince años de edad y ahora vive en La Aurora. Foto: Xavier Ramos

Con el cambio de cantón también varían las entidades que proveen los servicios. Del agua potable en La Aurora se encarga la Empresa Municipal de Agua Potable y Alcantarillado del cantón Daule (Emapa EP).

Alexandra hizo un reclamo por la planilla de agua, que subió de un promedio de $ 50 a $ 149, casi tres veces, de un mes a otro.

“Reclamamos porque solo vivimos tres personas y no ha pasado nada como para que aumente. Fueron a mi casa, revisaron, inspeccionaron, nos dijeron que teníamos que cambiar el sello, el medidor, porque era de los viejos. Mi vivienda la compramos de segunda mano, pero ya después los de la empresa nos dijeron que todo estaba bien, que no debía cambiarse nada. Nos dijeron una cosa y luego otra”, asegura.

Ella está a la espera del valor que le saldrá en la próxima planilla. La de $ 149 tuvo que pagarla para dar paso al reclamo, afirma.

Una de las juntas en la Escuela de Educación Básica Fiscal Marina Gallardo de la parroquia La Aurora, en Daule. Foto: Xavier Ramos

Su hermano Iván Cornejo, quien también votaba en Guayaquil y ahora en La Aurora, también considera que los servicios municipales deben mejorar. Pero su mayor demanda ciudadana es una movilidad más fluida para reducir el tiempo de traslado, ya que la mayoría de los que ahora viven en La Aurora trabaja en Guayaquil.

A Iván le toma hasta 30 minutos llegar a su sitio de labores en condiciones normales de tráfico, desde La Aurora hasta el sector cercano al aeropuerto José Joaquín de Olmedo. El tiempo es de 45 minutos o una hora cuando hay más congestión.

“La cuestión es que los autos livianos se juntan con el transporte pesado que va por la avenida Febres-Cordero (que atraviesa La Aurora)”, indica. (I)

El voto en la Escuela Fiscal Marina Gallardo, en la parroquia La Aurora. Foto: Xavier Ramos
El voto en la Unidad Educativa Particular Jacarandá. Foto: Xavier Ramos