El total facturado por los trabajadores con RUC (Registro Único de Contribuyentes) que otorga el Servicio de Rentas Internas (SRI) sumó $ 2.259 millones en marzo de este año, lo que si se dividiera en forma igualitaria para cada una de las personas naturales con factura de ese mismo mes tocaría $ 1.117 a cada uno.

Pero la cantidad total facturada es 5,8 % menor a los $ 2.397,6 millones facturados en marzo del 2021 e inferior en 16,2 % y 14,7 % de lo registrado en el mismo mes del 2018 y 2019, en su orden, lo que evidencia que hay un menor desempeño económico.

Lo facturado es menor pese a que el número de personas que facturan con RUC va en aumento.

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‘A mi padrastro le prestaron 8.000 dólares y pagó 35% más ($10.800) en 4 años en quirografario que los independientes no podemos hacer, no quiero afiliarme al IESS y no deben obligar’

Antes de la pandemia del COVID-19 el número de trabajadores autónomos con RUC fue de 1′519.656 que generaron $ 2.649,8 millones en marzo del 2019. Mientras que en marzo del 2022 sumaron 2′022.983 personas naturales con RUC que facturaron un total de $ 2.259 millones, es decir, menos trabajadores producían más dinero.

Si se dividiera en forma igualitaria el total facturado en marzo del 2019 a cada una de las personas naturales con RUC de ese mismo mes tocaría $ 1.744.

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Aportes de los afiliados voluntarios al IESS sumaron 45′810.336,80 millones de dólares entre enero y marzo de 2022, hay aportantes desde el exterior aunque se quejan por menores beneficios

Una de las ventajas de trabajar de forma independiente, afirma Diego, un profesional autónomo de Guayaquil, es que se puede atender varias labores a la vez con más de un cliente por lo que los ingresos también varían.

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Diego laboró antes del 2017 bajo relación de dependencia en la función pública, incluso como asesor de un asambleísta. Desde entonces ha sido consultor de comunicación, relacionista público y community manager.

“He trabajado para partidos y movimientos, políticos e instituciones públicas que a pesar de que tienen direcciones de comunicación me han contratado tanto en Guayaquil como en Quito para hacer las gestiones”, afirma Diego.

Otra de las ventajas, agrega, de trabajar de forma independiente es no estar atado a un espacio específico y cumpliendo un horario ya que la labor es por resultados. “Así puedo seguir estudiando”.

La desventaja es que no hay un ingreso fijo ni estabilidad. “Un día hay, al otro día no, entonces hay que guardar pan para mayo”.

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El total facturado por los trabajadores autónomos subió de febrero a marzo de este año un 7,3 %, pero es una tasa menor al incremento registrado en el mismo periodo del 2021 (13,7 %), por lo que hay una desaceleración.

En marzo del 2020 se registraron caídas del 40,5 % y 43 % en comparación con los mismos meses del 2019 y 2018, en su orden, respecto al total facturado. Hasta el momento no hay una recuperación a lo producido antes de la pandemia del COVID-19.

La reducción afecta principalmente a los que no tienen un contrato con un salario mensual fijo a cambio del servicio que ofrecen, pero también a los que están en esa condición.

Es el caso de Raymundo Bolívar, de 37 años, a quien su empleador le redujo el ingreso mensual entre junio y diciembre del 2021. Era eso o quedarse sin trabajo, afirma.

En la actualidad ya volvió a facturar el monto que ganaba antes de la pandemia del COVID-19. Él es de nacionalidad venezolana y tiene previsto naturalizarse como ecuatoriano en diciembre de este año cuando cumple uno de los requisitos, el de vivir cinco años continuos con visa en Ecuador

Bolívar ve como una desventaja no estar afiliado a la seguridad social ya que no puede recibir atención médica ni hacer préstamos. Su empleador le dijo para afiliarlo al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), pero aún no puede ya que otro de los requisitos para naturalizarse es dos años ininterrumpidos de declaraciones semestrales del impuesto al valor agregado o registrar aportación en igual periodo de tiempo.

Como cumple los cinco años en diciembre próximo tendría que esperar dos años afiliado al IESS para poder iniciar el trámite y naturalizarse, por lo que prefiere seguir facturando. “No se puede combinar ambas, tiene que ser la una o la otra, por lo que el requisito de declarar ya lo cumplo en diciembre también y puedo iniciar el trámite”, asegura.

Llegado el momento dice que aceptaría la afiliación más para cotizar y obtener una pensión durante su retiro. “No es que esté contento con el servicio médico que ofrece el IESS, según los comentarios que escucho es muy deficiente todo”.

Hay una recuperación en los ingresos del IESS por las recaudaciones del Biess

Otra forma de medir el desempeño económico de los trabajadores son los montos totales que cotizan en el IESS, los que también no logran recuperarse a lo recaudado antes de la pandemia.

El número de afiliados activos al IESS bajó de 3′707.910 en abril del 2019 a 3′681.094 en el mismo mes de este año.

Los afiliados al Seguro General Obligatorio, que incluye a los que están bajo relación de dependencia e independientes en el sector púbico y privado, aportaron un total de $ 607′992.348 en abril del 2019 lo que se redujo a $ 516′668.525 en el mismo mes de este año.

Hay menos empleos con afiliación a la seguridad social y las recaudaciones del IESS no se equiparan a las del 2019, antes de la pandemia del COVID-19

Hay una recuperación en las recaudaciones totales de abril del 2022 respecto al mismo mes del 2021, 2020, 2019 y 2018, pero esta viene más por el lado de los montos que recupera el Biess (el banco del IESS) de los préstamos hipotecaros y quirografarios que ha otorgado. Y en menor porcentaje por mayores aportaciones de los afiliados voluntarios, los del Seguro Social Campesino y los trabajadores no remunerados del hogar.

La recaudación total en abril de este año suma $ 767′115.688, más de lo obtenido en el mismo mes del 2019 cuando fueron $ 746′719.664.

Si bien hay una recuperación del número de afiliados y en el total de sus aportaciones, entre 2021 y 2022, aún no se llega a los niveles prepandemia. (I)