El contador poblacional del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) indica que en Ecuador había una población estimada de 18′226.446 habitantes, al viernes 3 de febrero último.

Son proyecciones calculadas en función del último censo y cómo se dio la evolución durante la década 2001-2010.

El director del organismo, Roberto Castillo Añazco, asegura que el número se actualizará tras el actual proceso de conteo físico, que empezó el 7 de noviembre pasado y culminará el 28 de febrero próximo.

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Lo ocurrido en el contexto reciente y actual indicaría que el resultado arrojará una población menor a la estimada, indica Castillo, porque la mayoría de los venezolanos que llegaron al país a partir de 2018 ya regresaron; y, además, hay un proceso migratorio de ecuatorianos al exterior. Igualmente, el número de nacimientos bajó (no se han dado según el cálculo esperado).

Castillo asegura que se esperan los primeros resultados del 8.º Censo de Población, 7.º de Vivienda y 1.º de Comunidades para el segundo semestre de este año.

Uno de los objetivos es reducir el tiempo de entrega de los resultados. En el último, el del 2010, fue de ocho meses después de culminado el empadronamiento. Y en los anteriores a ese, la espera fue de un año o más.

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Desde el primero, realizado en 1950, hasta el actual se evidencia la evolución de la sociedad ecuatoriana y la forma de adecuar los cuestionarios según parámetros internacionales y el avance en la vigencia de los derechos.

En los censos anteriores, por ejemplo, participaban los estudiantes y jóvenes como encuestadores, y la jornada se hacía durante un día específico, por lo general, un domingo. Era como la foto del país ese día, afirma Castillo, pero ahora la situación varió, ya que el proceso se ejecuta durante varios meses para evidenciar la dinámica poblacional.

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La participación de los estudiantes en el censo actual se hubiera complicado ante el nivel de inseguridad que hay en el país.

Una de las innovaciones fue la posibilidad de que los ciudadanos contesten el cuestionario a través de internet.

Castillo asegura que el 15 % de la población nacional acogió esta alternativa, y se espera que el porcentaje suba en los siguientes censos, considerando que al menos el 50 % de la población tiene acceso a la web desde casa.

Hay temas que se han ido incorporando a los censos nacionales, como el de la autoidentificación étnica y el de los procesos migratorios a partir del que se hizo en 2001.

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A las preguntas tradicionales se sumó esta vez un bloque voluntario sobre la identidad y la orientación sexual. Los censados responden también sobre el número de mascotas que poseen para también tener un muestreo de su población.

De momento hay 500.000 casas que aún no han sido censadas, dice Castillo, a las que se espera llegar hasta el 28 de febrero próximo, cuando se tiene previsto que culmine el censo de manera presencial.

Uno de los inconvenientes es el nivel de inseguridad que persiste en varias provincias, como Esmeraldas, lo que ha demorado las visitas presenciales. (I)