Solía ser un lugar muy concurrido por ciclistas y muy pocos turistas. Sin embargo, hace tres semanas cambió el panorama en Punta Diamante, una playa o brazo de mar ubicado en la parroquia Chongón.
Ahora recibe mínimo 300 ciclistas y cerca de 200 turistas durante cada fin de semana, así lo asegura Juan Torres, presidente de la Asociación de Agricultores Ancestrales Punta Diamante.
El diamante de Guayaquil que no brilla: así es la playa de Chongón que impresiona y entristece
“Es muy importante que ahora las personas conozcan a Punta Diamante y vean las carencias que tenemos aquí. Han venido muchas personas y se han enamorado del lugar”, señala Torres.
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Este Diario, el pasado 5 de agosto, reflejó el potencial turístico del lugar, pero también las necesidades de cerca de 60 habitantes, según datos de la Prefectura del Guayas proporcionados por la Asociación de Agricultores de Puerto Punta Diamante.
En el sitio hay una extensión de playa de 10 kilómetros donde se pueden realizar actividades turísticas como paseo en bote y caminatas.
@belenza11 Los invito a conocer Punta Diamante. Si pueden visitarla mejor, la pequeña población de ese lugar se los agradecerá. Para saber más en mi cuenta de Instagram. 😊😊😊#reportaje #playaenguayaquil #playadescubierta #puertodiamante #hermosolugar #naturaleza #airepuro #Chongon #Guayaquil #feriado @Punta diamante
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Así también hay cabañas que la población alquila con hamacas a $ 5 el día y en dos viviendas ofrecen desayunos y almuerzos como ceviches de concha, camarón, pescado frito, cangrejo y otros platos entre $ 2,50 y $ 4.
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“Hace tres semanas han llegado muchas personas e incluso de la Sierra. No solo los sábados y domingos sino los viernes. Y les encanta el lugar, sin embargo, ellos nos dicen que hace falta mejorar el lugar”, asegura Daniel Romero, secretario de la Asociación de Producción Pesquera Puerto Diamante.
Para llegar al sitio se debe ingresar a Chongón y continuar por la vía donde sería el nuevo aeropuerto de Guayaquil. Hay carteles que guían hacia ese destino, que está rodeado de camaroneras y un amplio bosque seco donde predominan los ceibos y también hay cultivos de cacao.
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En la comuna hay viviendas levantadas con madera y caña, algunas muy deterioradas. No tienen servicios básicos y salir a Chongón o al centro de Guayaquil es una odisea porque la vía es lastrada y tiene un alto costo movilizarse.
Por ejemplo, Alejandría, una de las habitantes, comentaba que los trayectos cuestan $ 20 o hasta $ 30. Y en cada viaje aprovechan comprar entre todos.
Los desperdicios que generan son quemados porque no cuenta con el servicio de recolección de basura y afirman que no tienen otra alternativa. Y poseen una pequeña estación de reciclaje donde separan botellas plásticas y vidrio. La población de Punta Diamante se alimenta principalmente de la pesca y sus únicos ingresos provienen del turismo.
Esta realidad también la informó este Diario y dos días después de esa publicación la alcaldesa de Guayaquil, Cynthia Viteri, visitó el lugar junto con su esposo, Juan Carlos Váscones. No fue una visita oficial.
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“Fue una visita imprevista, ella misma dijo que se había enterado por medio de la publicación. (Nos dijo) que le hagamos llegar detalles para ver cómo ayudaba”, indica Torres.
La funcionaria estuvo en Punta Diamante desde las 09:00 hasta antes de las 12:00 del 7 de agosto, de acuerdo al relato de la comunidad. Esta fue la primera visita de una autoridad a ese sitio, afirma Torres, aunque aclara que no fue oficial.
Teófilo Pizarro es uno de los herederos de las tierras de este sector y, a su juicio, cada vez se está minimizando el terreno por la presencia de camaroneras. Él está gestionando, con documentos de su familia, para que se reconozca la legalidad de los terrenos.
Según la Prefectura del Guayas, la comunidad Punta Diamante es de origen ancestral y data de hace más de 150 años. El primer asentamiento fue Puerto Carrizales y las primeras familias que estuvieron ahí fueron los Cirino, Chamaidal, Mejillones y en Punta Arenas estuvieron las familias Yagual y Beltrán.
Otra de las familias que llegaron a ese lugar fue la de Pizarro y su abuelo fue quien inició esa generación en ese lugar. Pizarro ahora vive en Guayaquil y aún recuerda, a sus 9 años, cuando navegaba junto a su padre.
Él aspira a que una autoridad mejore los servicios básicos de la comunidad y la carretera, pero sobre todo que se aclare la legalidad de los terrenos.
De acuerdo con Pizarro, la Prefectura del Guayas les ha donado semillas de árboles frutales y maderables.
“Nos gustaría hacer un proyecto de árboles de alineamiento frutales y maderables y senderos para las lomas”, apunta. (I)