“Me falta un poquito más”, “Necesito el 75, el viejito”, “Amiga, cante el 20 mejor”. Estos son algunos de los comentarios que se publican durante las transmisiones en vivo de los bingos.

Este juego popular, que comúnmente se realiza en los barrios, ahora se intensifica en las redes sociales sobre todo en Facebook. Llegando hasta más de 1.000 personas conectadas y el mismo número en comentarios.

Janina Carrión es una de las participantes. Ella ha ganado $ 25, $ 50 y hace quince días obtuvo el premio mayor de $ 100 en Machala. Suele comprar tres combos. En cada combo vienen cinco hojas de bingo. En total, un poco más de 50 juegos.

Publicidad

Emprendedora que logró ganar más de $ 1.000 en un día de feria en Guayaquil ahora comercializa sus productos en supermercados

“Me he ganado la tabla llena, el loco, las puntas, el pulpo. Yo juego casi siempre, soy muy fanática de los bingos”, asegura Janina.

Las transmisiones en vivo de los bingos suelen durar entre una y tres horas y pueden llenarse las tablas de manera física o digital a través de un PDF. Hay hojas que cuestan entre $ 0,25 a $ 2. Y los premios van entre $ 5 hasta $ 2.000. También planchas, microondas, cocinas, juego de muebles y de comedor.

Fernanda Alvarado lleva más de un año organizando bingos virtuales a través de ‘La suerte de billete’. Ella comenzó vendiendo 600 tablas y dando premios como tostadoras, paletas de sombras, labiales y perfumes.

Publicidad

Con el tiempo logró el apoyo de 37 vendedores, quienes son los encargados de ofertar las tablas a nivel nacional. Este grupo de personas sale a las calles con una camisa característica del concurso, anota los datos personales del participante y el número de serie de las tablas. Este registro sirve para llegar al ganador el día del concurso, dice Fernanda.

Animadoras, aros de luz y programas se usan para las transmisiones de estos juegos populares. Foto: Cortesía Fernanda Alvarado.

La mayoría de las tablas se venden en Daule y en Guayaquil. Hay quienes compran combos, cuyo costo es de $ 10 y hay mayores posibilidades de ganar.

Publicidad

“Toda la vida he jugado bingo, siempre me ha gustado. Cada domingo uno siempre hacía bingo, se entretenía. Y nos reíamos con las terminaciones. Por ejemplo, el viejito es el 75, el chavo del 8, el 8, los patitos, el 22″, cuenta.

El mayor premio que entrega Fernanda a través de ‘La suerte de billete’ ha sido $ 2.000 o juegos de comedores, muebles y electrodomésticos. Su mayor demanda fue en diciembre pasado con la venta de 4.000 tablas de bingo.

Ella indica que este juego es una inversión y responsabilidad, puesto que adquirió un software para crear las tablas, registrar a los participantes y transmitir los concursos. Usa aros de luz, una computadora, celular y otros elementos para que el evento sea exitoso. A veces hay animadoras cantando los números, pero siempre asiste un testigo, que verifica el proceso.

Su próximo bingo será a finales de agosto. “El negocio es rentable cuando tiene bastantes vendedores y premios grandes, e incluso cuando fue el paro se hacían bingos de kits de víveres. Eso se mantiene”, comenta.

Publicidad

‘Casi me da un derrame cuando vi la cuenta de la tarjeta de crédito’, dice usuaria que olvidó el fin de los meses de gracia: en Ecuador el consumo con tarjeta de crédito en diciembre fue de $ 891 millones

En Ecuador, desde mayo de 2011, se prohibió los negocios dedicados a juegos de azar a través de una consulta popular. El 52 % votó a favor de esa prohibición y el 48 % en contra. Sin embargo, los virtuales no estarían regulados.

Eilleen Monroy es de Ventanas, provincia de Los Ríos y hace dos meses se dedica a los bingos desde la cuenta de Facebook ‘El gran bingo Navarrete’.

Sus sorteos se basan en entregar premios en efectivo como $ 5, $ 10, $ 20 y $ 100 a quienes marquen tabla llena, tachen una letra con números o dibujos.

Las transmisiones son cada lunes y jueves y duran tres horas. Previamente invita a las personas a compartir el en vivo, quienes ingresan a otro sorteo. Con esta estrategia logra conseguir más seguidores.

A Eilleen la ayudan otras vendedoras a ofertar las tablas de bingo. Llega a vender 250 o 300 combos (que constan de cinco hojas). También envía por PDF y el valor lo recibe mediante transferencia bancaria.

Ella también crea las tablas con un programa. Coloca en la pared una pancarta donde pega las bolitas con números cantados. Y a través de una balotera manual saca los números ganadores.

“Hoy empezamos con el juego de cuatro figuras llenas (que gana) $ 10. Comenzamos y la primera bolita es el 14, marque y pinte el 14″, dice Eilleen cuando inicia la transmisión.

¿Es posible la diversión teniendo sueldo básico? Ir a un concierto o viajar están dentro de las aspiraciones tras el fin de aforos

Explica que, cuando hay un ganador, este debe escribir al número que se pone en el en vivo y cantar ‘bingo’. Después se comprueba con la foto de la tabla y los datos personales y da el premio personalmente o por transferencia.

“Cuando a uno le falta un número está a la espera de que salga y si ya sale cantan el bingo y hay nervios porque debes salir de la transmisión, buscar el número y enviar la palabra bingo, la foto y datos, antes que se cante el próximo. Por eso se da un espacio”, afirma Eilleen.

La oriunda de Ventanas espera incrementar el número de participantes para obtener mejores ganancias. (I)