En hospital de referencia, un 70 % de pacientes actuales con COVID-19 no se habrían vacunado; para galenos, hay mitos culturales

En una cama del tercer piso del hospital Pablo Arturo Suárez, en el norte de Quito, está internado Santiago Martínez, de 41 años, desde el pasado 29 de octubre. Padece coronavirus.

Está recostado y en su nariz hay una cánula nasal, que es un tubo de plástico que suministra oxígeno. Usa mascarilla. Dice sentirse mucho mejor.

Personal médico usa lo que llaman escafandras de color blanco, doble mascarilla, gorro en el cabello y los zapatos están cubiertos. Hay equipos médicos y las ventanas están abiertas.

Es el área de hospitalización para pacientes COVID-19 de esa casa de salud, que es la de referencia para esa patología en Quito. Pertenece al Ministerio de Salud Pública (MSP).

A su alrededor hay otras personas: unas están acostadas con los ojos cerrados, otras caminan y algunas intentan que unas bolitas de colores suban empujadas por su respiración en unos aparatos llamados espirómetros, que se usan como pruebas de ejercicio de los pulmones. No todos lo logran.

Martínez no sabe cómo se contagió. Con algo de dificultad cuenta que junto a su hermano se estacionaron en un semáforo, unos sujetos limpiaron los vidrios de su automóvil y como no tenía dinero les escupieron y les echaron agua. Ambos se enfermaron.

Unos días después empezaron a sentir malestar, luego fiebre y dificultad para respirar. Acudieron al hospital. Él estuvo dos semanas en una cama en la unidad de cuidados intensivos (UCI), en la planta baja. Su hermano ya fue dado de alta.

Martínez no se ha vacunado contra el coronavirus. Cuando se le pregunta el motivo, responde que por descuido y por el miedo a comentarios de la gente en el sentido de que la vacuna es una farsa o que causa daño.

Ahora cree que si se hubiese vacunado la enfermedad no le habría dado con tanta fuerza. “He visto casos de gente que ha llegado vacunada, estaba poco tiempo y se va. Yo ya estoy alrededor de 20 días”, señaló.

A raíz de lo que pasó toda su familia se ha vacunado.

El estar hospitalizado le ha generado además inconvenientes económicos. Trabaja en una tienda de marcos para cuadros. Tenía que entregar trabajos con clientes y cancelar el arriendo.

En Ecuador se registraban 523.847 casos confirmados por COVID-19 hasta el 18 de noviembre, según datos del Ministerio de Salud del Ecuador. El aumento de casos entre el día anterior se situaba en 492.

Unos metros más allá de Martínez está Hortensia Almeida, de 64 años. Es venezolana. Sentada en la cama cuenta que vino a Ecuador de visita, pero en su trayecto desde Caracas se contagió, tampoco sabe dónde. Quizá en algún aeropuerto, asume. Ella está vacunada con dos dosis de Sinovac contra el coronavirus. Dice estar bien.

Dejará el país a principios de enero y está hospitalizada desde el pasado 31 de octubre.

Martínez es parte del 70 % de pacientes que están hospitalizados y en la UCI COVID, en el hospital Pablo Arturo Suárez con la peculiaridad de que no se ha vacunado.

Almeida es del 30 % que se ha puesto una o dos vacunas pero, por no haber pasado el tiempo necesario, de 2 a 3 semanas, el cuerpo no ha empezado a producir anticuerpos.

Esa es la estimación que hace Jorge Peñaherrera, gerente del hospital Pablo Arturo Suárez, de las personas que están internadas.

“Tienen un montón de mitos en su cabeza: que con la vacuna les ponen un chip, que la vacuna es el rechazo de las vacunas reales o efectivas de los otros países, que no están vacunando, que es mentira, que lo que les ponen es solución salina, que es un experimento la vacuna, etcétera; eso te dicen los pacientes”, dijo Peñaherrera, sobre las respuestas acerca del motivo para no acceder a la vacuna.

Peñaherrera contó que desde agosto empezaron a reducir las camas de hospitalización y de UCI destinadas a COVID-19. Actualmente tienen 46 camas: 25 camas en hospitalización y 21 en cuidados intensivos.

Estás últimas, a finales de agosto, pasaron de 39 a 10 por la baja de casos, pero desde el feriado de noviembre ese número empezó a ser insuficiente por un ligero aumento.

Sin embargo, los casos para UCI nuevamente han ido a la baja. De las 21 camas, hay 12 ocupadas en UCI.

Con respecto a hospitalización, había 108 camas y desde agosto han ido disminuyendo hasta disponer de 25. Esa variación de casos no ha sucedido en hospitalización, por lo que ese número se ha mantenido. Hay 20 pacientes y 5 camas libres.

En otros hospitales del MSP, los pacientes son evaluados y referidos en caso de ser necesario al Pablo Arturo Suárez, aunque dependerá de la situación médica y si requiere una especialidad son derivados a otros de mayor complejidad.

Han llegado pacientes de casas de salud de Quito como el docente de Calderón, Eugenio Espejo, Enrique Garcés, de varias provincias y también de los del IESS.

20 datos que debe saber sobre el retorno progresivo y obligatorio a clases presenciales en Ecuador desde el 22 de noviembre

En el hospital General San Francisco del IESS, que se ubica en el norte de la urbe, en Carcelén, en general, 30 pacientes al día acuden por síntomas respiratorios y de ellos, de 8 a 10 resultan positivos para COVID y 1 requiere hospitalización, que luego es transferido al IESS Quito Sur o al Pablo Arturo Suárez.

“Aún tenemos pacientes que llegan a diagnosticarse de la enfermedad, que no han sido vacunados con ninguna de las dos dosis, a veces es un asunto cultural y también tenemos pacientes que, a pesar de haberse puesto la vacuna, pues obviamente sí han desarrollado COVID, leve en la mayoría de casos, COVID moderado en un porcentaje mucho menor obviamente y severo en porcentaje todavía más pequeño”, dijo Iván Ayabaca, director médico del hospital General San Francisco del IESS.

Ayabaca agregó que hace unas dos semanas y media hubo un pequeño repunte de pacientes y diagnósticos.

En Quito se abren nuevos puntos de vacunación contra el coronavirus

Para Francisco Pérez, subsecretario de Vigilancia de la Salud del Ministerio de Salud Pública, las hospitalizaciones generalmente son de personas que no cumplen con su esquema de vacunación o que no tienen ningún tipo de vacuna.

Añadió que también hay casos de personas que vacunadas se contagian, pero estos casos no son graves y lo atribuyó seguramente a la variante delta o a otra variante.

Aunque hubo un “muy ligero incremento” del número de casos en algunas provincias, a criterio de Pérez, por el momento la situación está controlada, pero la pandemia no ha sido superada. (I)