Una extensa calle altamente comercial es el ícono urbano por el que se conoce al barrio Solanda, todo lo que se necesite comprar está disponible en la avenida José María Alemán, más conocida como “la J”. Este barrio que sobrepasa las 20.000 viviendas fue creado hace 37 años aproximadamente, en la década de los 80.

La donación de María Augusta Urrutia permitió que naciera este barrio, que por su notable crecimiento y extensión ha sido llamado ‘otra ciudad en el sur de Quito’. Pertenece a la Administración Zonal Eloy Alfaro, junto con otras ocho parroquias urbanas, aunque actualmente no es reconocida por su nicho comercial, sino por las casas hundiéndose, la inseguridad y el descuido de calles y veredas.

El tema principal de conversación, al hablar de Solanda, es el hundimiento de sus casas y la pelea contra la constructora del metro de Quito. Según los moradores del barrio, existen cerca de 400 casas que presentan fisuras y alrededor de 60 ya están abandonadas, pues sus techos y paredes se han caído.

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Como principal culpable apuntan a la construcción de un túnel del metro de Quito, que se espera que pase (si se inaugura en diciembre) bajo las casas de Solanda. Fernando Chamba, presidente del Comité Ejecutivo de la Ciudadela Solanda, sostiene que en 2017 empezó el calvario de las familias afectadas, a partir de la succión de agua que realizaron con bombas de seis pulgadas de diámetro, por la construcción del túnel para el metro.

Solanda está dividido en siete sectores, y el líder barrial resalta que las casas que tienen estos daños están únicamente en los sectores uno y cuatro, por donde asegura se succionó el agua.

QUITO.- En Solanda, en el sur de Quito, las casas presentan hundimiento supuestamente por la construcción del metro. María Cevallos, moradora del sector, enseña los daños de su casa. Foto: Carlos Granja Medranda

Chamba agregó que existe un estudio entregado por la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE), de 2018, en el que se concluye que existen cinco variables para el hundimiento de las casas:

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  1. Consolidación (deformación) por descenso del nivel freático (humedad en el piso, el agua está muy cerca de la superficie).
  2. Estado actual de las alcantarillas del sector (espacios generados en las alcantarilladas por rotura o fisuras).
  3. Transferencia de cargas a la cimentación (cargas por aumento del número de pisos y su irregularidad en el área de implantación).
  4. Lavado de finos (existencia de vacíos bajo el contrapiso de algunas viviendas).
  5. Extracción de agua en la construcción de la salida de emergencia n.º 4 dentro del proyecto Metro de Quito.

Habitantes del barrio Solanda, en el sur de Quito, demandaron a la constructora del Metro de Quito

Para los moradores, es determinante la quinta razón; para el Municipio, las cuatro primeras. El 7 de enero de 2022, autoridades del metro de Quito y de la Secretaría de Seguridad anunciaron que se contratará un estudio más actualizado y profundo sobre la responsabilidad de los daños en este sector. Sin embargo, hasta la fecha no se ha presentado información ni la empresa a la que se adjudicará dicho cometido.

Chamba criticó que si es un concurso público se debería conocer sobre el proceso. “Si ya lo han firmado mantienen todo en secreto, lo que hace sospechar que se está ocultando algo”, agregó.

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Además, aseveró que las autoridades defienden una póliza de seguros por daños y responsabilidad civil a terceros, de $ 50 millones, y prefieren gastar sus presupuestos con el fin de dar la razón a la constructora y no a los habitantes.

Desde la Superintendencia de Compañías, Valores y Seguros han informado que la constructora Generali no ha presentado un pedido para la ejecución de un seguro, ya que es la única que puede solicitarlo, no el metro, ni el Municipio, ni los habitantes.

Cruce de palabras entre el gerente del Metro de Quito y habitantes del barrio Solanda que reclaman por el daño de sus casas

En el anuncio del Municipio, del 7 de enero, también se informó de la reubicación de dos familias con afectación inminente, pero Chamba respondió que hasta la fecha no ha sido reubicada ni una sola persona.

“En estos últimos años Solanda ha sido abandonada, nos vienen a pintar parquecitos como si con eso van a resolver el problema. Tenemos que aceptar que se está trabajando en mesas de seguridad desde hace tres meses, (…) el alcalde se comprometió a agilizar el trámite para que se contrate ese estudio y que reubicará a las personas que necesitan a la brevedad posible”, agregó Chamba, pero dijo que esperan que no sea un ofrecimiento más.

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Inseguridad, otro problema

“Una mañana yo llegaba de Ambato, cobrando un arriendo de mi mamacita, no vi que una moto ha estado afuera, yo estaba abriendo la puerta y sentí que me dieron un puñetazo. A lo que yo me regreso me halaron la cartera, se me llevaron hasta las compras, tenía un costal con choclos que traía. Yo gritaba y los de la moto tranquilos se subieron y se fueron, nadie se acercó a ayudarme, porque ellos andan armados”.

La historia relatada por Rosario López es una de tantas que cuentan cuando se les pregunta si existe inseguridad en el lugar. La delincuencia se ha tomado el barrio, sostuvo la ama de casa mientras recordaba su asalto. “No por ser xenófoba, pero la migración ha acabado la seguridad del barrio”, añadió.

QUITO.- La inseguridad de Solanda ha sido otro problema que los ciudadanos piden sea atendido de manera urgente Foto: Carlos Granja Medranda

Para la moradora del sur de la capital, es difícil salir a cualquier hora del día, no solo en la noche, los delincuentes se esconden en las calles transversales a ‘la J’ o en los parques y cometen sus delitos.

“Un capitán de Policía acá sale personalmente a ayudar en Solanda, pero no se alcanza, le falta más personal sinceramente”, agregó López, quien dijo que han pedido a los ministros del Interior y de Gobierno que han pasado que atiendan sus pedidos y destinen más policías, se instalen cámaras de videovigilancia y alarmas comunitarias.

Baches en calles y veredas

Piedad Acosta tiene 64 años, ella comentó que llegó a Solanda desde la creación del barrio, antes vivía en Santa Rita. Con enojo contó que en toda la historia de dicho barrio nunca han tenido las vías en ese estado de destrucción.

“Tapan un hueco y no se demora nada en abrirse otra vez. Pero las calles no son el único problema, en las veredas también, los adoquines que han puesto se levantan, se forman huecos que la gente, en especial mayores como yo, nos caemos con facilidad”, enfatizó mientras caminaba viendo hacia el suelo.

“Todas las calles de Solanda están dañadas, no hay ni una que se salve”, agregó.

QUITO.- La vía José María Alemán así como las transversales tienen baches y fisuras. Foto: Carlos Granja Medranda

Mientras recorre el barrio se detiene para dar a notar otro problema, la basura. “No es de gana que decimos que Solanda está abandonada, la basura está en estos contenedores por días así, rebosando, y se atenta contra nuestra salud, ya no se puede vivir así”, recalcó.

Durante el camino se pudo constatar que los demás contenedores metálicos también tenían la basura desbordando por los lados y a su alrededor había más desechos, que se decidió dejarlos a un lado porque ya no entraban.

Así, uno de los barrios más grandes de la capital expone sus necesidades, mientras la vida continúa, con los locales comerciales que tienen atención casi durante las 24 horas.

El pasado jueves 26 de mayo, representantes del Municipio invitaron a los moradores a una reunión para verificar los avances de un plan llamado Por una Solanda Digna, sin embargo, se informó que solo hubo ofrecimientos. (I)