Aproximadamente en un año y medio estaría instalada una fábrica de vacunas en Ecuador de la empresa Sinovac y en unos dos años se iniciaría la producción local.

Así lo manifestó la ministra de Salud, Ximena Garzón, luego de la firma del convenio de cooperación entre esa cartera de Estado y la empresa Sinovac Life Sciences, que es una hoja de ruta de ese proyecto. El acto se realizó este miércoles, 23 de febrero del 2022, en las instalaciones del Ministerio de Salud Pública, en el sur de Quito.

De acuerdo con Garzón, se producirán vacunas contra el COVID-19, que podrían ser contra la variante ómicron, contra la varicela, contra la poliomielitis, y podrían ser además las pentavalentes.

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La inversión inicial sería de unos $ 50 millones para una primera fase, según Jack Tang, gerente de operaciones para América Latina de esa compañía.

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El proyecto busca además de establecer una planta de vacunas colaborar en otros componentes como el fortalecimiento y transferencia técnica, científica y tecnológica.

Roberto Salas, secretario técnico de asociaciones público-privadas, señaló que se deben definir los acuerdos colaterales que deberían hacerse entre esa empresa y el Gobierno para hacer realidad la transferencia de tecnología, la proveeduría de los productos finales que se venderían al Estado.

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Garzón indicó que Ecuador está saliendo paulatinamente de la pandemia y convertirse en una atracción para las inversiones extranjeras porque ven la seriedad y el compromiso interno.

Indicó que el manifiesto de interés persigue elaborar una hoja de ruta que permitirá avanzar en estudios económicos, técnicos y de validación científica para la implementación de esa fábrica.

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“Este es un paso fundamental para la propuesta de colaboración y el fortalecimiento de las capacidades de producción de biológicos en toda la región, no solamente aquí en el Ecuador”, dijo la funcionaria.

Añadió que el proyecto pretende convertirse en un plan integral que incluye la producción de biológicos y la realización de ensayos clínicos para promover la investigación científica en el área de la salud.

También el suministro y distribución de vacunas, concesión y transferencia de licencias técnicas y científicas y conocimiento tecnológico.

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Garzón indicó que el Instituto Nacional de Investigación en Salud Pública (INSPI) liderará la propuesta sobre todo de desarrollo tecnológico de conocimientos.

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Para Enrique Terán, quien es PH.D., en Farmacología, es conveniente una fábrica de vacunas anti-COVID-19, pues aun cuando la pandemia se resuelva en el corto plazo (que no será menos de un año), pasará a ser un problema endémico, que se tendrá que controlar con vacunación periódica y por ende, tener acceso prioritario a la vacuna -asumiendo que eso sea parte del convenio- va a ser una ventaja, al tiempo que puede ser una fuente de ingreso adicional para el Estado, si el acuerdo lo permite.

“Es importante entender que en principio se habla de vacunas clásicas, con tecnología de virus inactivado o vivo atenuado por lo que, seguramente se podrían fabricar las vacunas que caen en la misma familia (infuenza, polio, Hepatitis A, sarampión, etc)”, expresó Terán.

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El sector industrial considera que es muy importante que exista interés en instalar en el país una fábrica de vacunas, ya que en anteriores administraciones gubernamentales se desmantelaron las existentes.

Pablo Zambrano, presidente de la Cámara de Industrias y Producción, indicó que una empresa tiene que cumplir con todos los requisitos en el ámbito de salud, buenas prácticas de manufactura, normas de construcción, ambientales y de seguridad industrial, para poder instalarse.

Zambrano acotó que las opciones de una alianza público-privada o solo inversión extranjera son válidas dado que permiten atraer capitales al país, generar producción y empleo.

Aún no hay una decisión sobre el sitio específico para la instalación, aunque el directivo de Sinovac mencionó que hay una preferencia por un lugar cercano al aeropuerto y a la ciudad, posiblemente Quito.

Tang añadió que podría haber una inversión adicional de otros $ 50 millones para aspectos complementarios.

Con respecto a la generación de empleo, él lo estimó entre 100 y 200 personas. (I).