La postulación de Santiago Guarderas como compañero de fórmula de Jorge Yunda en Unión Ecuatoriana, que en 2019 les sirvió de vehículo para llegar al Municipio, fue una sorpresa. Ambos se enlistaron en el casi desconocido movimiento del exfiscal Washington Pesántez, tras haber hecho política en tendencias distintas: Guarderas había sido el máximo dirigente del Partido Social Cristiano en Pichincha y Yunda tenía en su hoja de vida el haber sido parte del círculo cercano a Rafael Correa y a Alianza PAIS.

Sin embargo, los halagos mutuos y el compromiso por cumplir con el eslogan de campaña Quito grande otra vez fueron consolidando su relación.

El 7 de febrero de 2019, en plena campaña, Guarderas decía a los dirigentes de transporte, en el sur de Quito, que para él y sus compañeros de lista era “motivo de orgullo y un honor” acompañar a Jorge Yunda hacia la Alcaldía. “(Es) un hombre íntegro, que practica valores y principios, un hombre que gracias a su esfuerzo obtuvo el título de médico cirujano (…), que ha logrado dar empleo a más de 400 quiteños y que sabe administrar un negocio”.

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Finalmente, Yunda fue elegido como alcalde de Quito, con 296.096 votos, y Guarderas, concejal, con 40.111. Al empezar la nueva administración, este fue designado vicealcalde.

Pero dos años más tarde esa alianza estalló. En marzo de 2021, Guarderas -junto a Marco Collahuazo y René Bedón, concejales de Unión Ecuatoriana- publicó un comunicado expresando su preocupación por las denuncias de corrupción que señalaban al alcalde Yunda, a su hijo Sebastián y a altos funcionarios municipales.

A la par, los concejales empezaron a pedir a Yunda que “dé un paso el costado”.

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El rompimiento

En medio de la constante presión de los ediles, el 13 de abril, luego de que Yunda canceló una sesión de Concejo en el mercado Chiriyacu, al sur de la ciudad, a la que había llevado a sus simpatizantes, Santiago Guarderas se sumó a los pedidos de renuncia del alcalde.

Dos días después, en la reinstalación de aquella sesión, por primera vez tuvieron un intercambio público de acusaciones en el pleno del Concejo.

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Refiriéndose a la investigación de la Fiscalía sobre los mensajes cruzados entre Sebastián Yunda y varios funcionarios municipales, Guarderas le dijo al alcalde que tiene una responsabilidad política y administrativa. “Hay que ser coherentes, si los chats encontrados a su hijo no son reales, ¿por qué se removió de su puesto a los funcionarios involucrados?”.

Luego el vicealcalde declaró, públicamente, que solo fue parte del equipo de Jorge Yunda “hasta que la corrupción entró en su administración”.

Una vez rotas las relaciones, Jorge Yunda dijo que, en realidad, nunca había confiado en Guarderas, que su excompañero de lista ganó como concejal haciendo trampa (pues se postuló por el distrito sur, sin vivir en ese sector) y hasta lo acusó de haberle pedido la presidencia de la Comisión del Metro y cargos en agencias municipales.

Incluso, en sus últimos días al frente de la Alcaldía, Yunda sostuvo que su salida había sido planificada por Santiago Guarderas y los 13 concejales que votaron por su remoción “para repartirse las empresas y secretarías municipales”.

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Sin embargo, tras el cruce de recursos legales que, a la final, dejaron sin medidas cautelares y piso a Yunda, Guarderas ocupó el sillón de alcalde. “Pondremos en orden la Municipalidad, dispondremos la revisión de los presupuestos y las obras que estén en ejecución y en el plazo más corto posible presentaremos al Concejo y la ciudad el proyecto de recuperación y reactivación económica (…) Quito, más que nunca, nos necesita”, dijo después de firmar la resolución en la que asumió la Alcaldía. (I)