“No tenemos convenio con el Ministerio de Salud”, se lee en uno de los vitrales de una cadena de farmacias frente al hospital Eugenio Espejo, en el centro de Quito.

Un dependiente explicó que era porque pertenecía a una franquicia.

Se refería al plan Medicina Cerca, que se implementó a mediados de julio pasado en casas de salud del Ministerio de Salud Pública (MSP) y del que también forman parte el IESS, Issfa y el Isspol, por integrar la red pública de salud.

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El que no todas las farmacias tengan convenio, para Wilmer Álava, de 52 años, es una desventaja. Adujo que se facilitaría si más establecimientos se adhirieran para conseguir lo que se necesita y “no andar buscando” de local en local.

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Gastó $ 45 en la compra de insulina para la diabetes y otros medicamentos para el ácido úrico. Este jubilado del Issfa contó que para la presión alta sí recibe medicamentos en puntos de atención en el norte y sur, pero no recientemente. Desconocía que el Issfa forma parte del proyecto gubernamental.

Quien tampoco conocía esa iniciativa era Mayra Jarrín.

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Ella, tras salir de una consulta en el hospital Carlos Andrade Marín, del IESS, en el centro norte de Quito, hacía fila en el interior de una farmacia para adquirir medicina contra el cáncer, en las calles 18 de Septiembre y Ayacucho.

“La medicación que yo tomo no hay (...). Me dicen que no está disponible, y me tocaría estar averiguando para cuándo llega”, dijo.

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La mujer, de 45 años, agregó que por su enfermedad le toca comprar afuera.

Se supone —acotó— que cada tres meses debe retirarla.

Hace cuatro meses fue la última ocasión en la que tuvo acceso, y no siempre hay; cuando eso sucede, debe pagar $ 150 por mes.

A Jarrín le pareció bueno que, si el IESS no dispone del medicamento, lo pueda retirar en otro sitio, pero señaló desconocer el plan.

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Frente al hospital Eugenio Espejo, en una de las cadenas de farmacias en las que se aplica el plan del Gobierno, hay un logotipo que lo identifica. Carlos Granja Medranda / EL UNIVERSO Foto: El Universo

Según el ministro de Salud, José Ruales, el plan Medicina Cerca está entrando en la segunda fase, pues ya se inició en el hospital de niños Baca Ortiz, en Quito; el jueves se lo hará en el hospital Isidro Ayora, en Loja; y nueve hospitales más se unirán durante esta semana.

Ruales expresó que hay cinco cadenas de farmacias con las que hay convenios para que los medicamentos sean entregados, con lo que evitan que haya negociaciones y precios distintos en cada hospital.

El funcionario señaló que, cuando el paciente va a consulta externa, le pueden entregar unos medicamentos del hospital; y los que no tienen, para garantizar que no tenga que comprar de su bolsillo ni regresar a ser atendido, se entregan con una receta electrónica y se los retira.

“Son varias medidas para garantizar la entrega de medicamentos al paciente. Lo que queremos es evitar que el paciente tenga que comprar los medicamentos. Avanzamos poco a poco”, dijo, en una entrevista en FB Radio.

Juan Francisco Salvador, de Corporación GPF, que maneja cadenas de farmacias, expresó que avanzan y hay temas operativos que requieren ajustes.

En el hospital Pablo Arturo Suárez, en el norte de la urbe, también se implementa la iniciativa gubernamental. Dependientes de boticas contaron que la llegada de pacientes se ha reducido.

Antes del mediodía salió de esa casa de salud Alexandra Tamayo junto con un familiar. Cruzó la calle e ingresó a una farmacia.

De un bolso azul extrajo una receta que presentó en la ventanilla. Le recetaron diclofenaco sólido oral. Tras unos minutos, recibió ocho pastillas.

La mujer indicó que padece de presión alta y diabetes, y que aún sufre secuelas del COVID-19.

Afirmó que en esa casa de salud encuentra lo que le prescriben; y cuando no hay, va a una botica y encuentra lo que le falta.

Cada dos o tres meses los retira, dependiendo de sus fechas de consulta médica.

Tamayo expresó que, si no hay tal o cual medicamento, sí le dan alternativas en el hospital y luego lo retira.

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En las farmacias deben escanear un código que arroja el tipo de medicamento por ser entregado, el cual no puede ser sustituido por otro.

Las provincias en las que ya se implementó el plan Medicina Cerca son Pichincha, Guayas, Azuay, Bolívar, Santa Elena, Loja y Galápagos.

Carmen Hernández salió del hospital Baca Ortiz con su hijo Sneider, de un año, en sus brazos.

El niño tenía neumonía. Le empezó a dar fiebre y flema. En un papel, a mano alzada le recetaron dos medicamentos: paracetamol y ambroxol, porque no había en esa casa de salud.

“Si es un hospital pediátrico, debería tener todas las atenciones para los pequeñitos, pero no hay”, se lamentó.

La idea, acotó Ruales, es que en los próximos tres meses se incorporen 90 hospitales más, pero los centros de salud pequeños en comunidades y barrios en el sector rural seguirán prescribiendo, porque el número de medicamentos es menor. (I)