En medio de un aumento de contagios por COVID-19 se realizó un paro nacional, organizado por movimientos indígenas. Tuvo una duración de 18 días.

Entre fines de abril y fines de junio del 2022, hubo un aumento de casi 40.000 nuevos contagios.

En las protestas indígenas hubo presencia masiva de gente, aglomeración en camionetas que circulaban por diferentes calles y avenidas de Quito, gran concentración en eventos donde sus líderes informaban de las causas para salir a las calles y en festivales se congregaron cientos de personas, como el denominado de la Resistencia, que se hizo en el Ágora de la Casa de la Cultura Ecuatoriana.

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Muchos de los manifestantes usaban mascarillas en sus actos de protesta, pero no todos. Además, miles de ellos estuvieron albergados en llamadas zonas de paz en universidades.

Bajo ese escenario, ¿es posible el aparecimiento de más casos de esa enfermedad?

Para el médico salubrista Esteban Ortiz, hubo riesgo sanitario al que estuvieron expuestas miles de personas en sitios cerrados. Agregó que la protesta seguramente -al aire libre- no va a conllevar mayor riesgo.

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Estimó que por cada 12 horas que la gente estuvo en el Ágora de la Casa de la Cultura el riesgo de infección era de 10,9 %. Daría como resultado unas 500 personas contagiadas durante ese tiempo de permanencia en ese lugar, añadió.

“Podría dar lugar a que tal vez en unos 15 (días), tal vez en unos 20 días, veamos una ola importante de casos”, dijo.

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Según el informe sobre la situación epidemiológica de la Secretaría de Salud del Municipio de Quito, entre el 19 y 25 de junio, el índice de positividad en los últimos 7 días en la capital fue de 43,5 % y es el más alto, pues ha pasado desde 6,6 %, 9,5 %, 13,6 %, 32,9 %, 38,3 %.

La ocupación en unidades de salud para hospitalización por COVID-19 era de un 49 % y de un 65 % para Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).

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Para Fernando Sacoto, presidente de la Sociedad Ecuatoriana de Salud Pública, posiblemente en una o dos semanas se elevará el número de casos que, de hecho, tenía una tendencia al alza en estos días, pero él espera que no haya presión sobre los hospitales.

“Mucha gente muy cerca uno de otro, tanto en exteriores y sobre todo en interiores”, indicó Sacoto.

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Este incremento, agregó, podría darse en las comunidades de donde vino la gente a las manifestaciones.

Decenas de indígenas celebran el fin del paro nacional en Quito (Ecuador). EFE/Santiago Fernández Foto: Santiago Fernández

A criterio de Juan Carlos Navarro, Ph. D. en epidemiología molecular, siempre hay riesgo, y en aglomeraciones muy cercanas sí es posible, aunque en espacios abiertos, la probabilidad es menor.

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Angélica Fierro, responsable de inmunizaciones de la coordinación Zona 9 del Ministerio de Salud Pública (MSP), que corresponde al Distrito Metropolitano de Quito, señaló que se han aplicado pruebas de hisopado nasofaríngeo en los sitios en los cuales se concentraron quienes formaban parte de las protestas. Se han detectado pocos casos. No se aplicaron vacunas, sostuvo.

En Quito, donde se concentraron las manifestaciones contra el Gobierno, se cerraron 10 centros de inmunización y pasaron de 36 a 26. También se registró menos asistencia de usuarios.

Una vez que el paro concluyó no se descarta que se puedan abrir más puntos para que haya mayor accesibilidad y facilidad, a fin de cubrir a aquella población rezagada. (I)