Dos factores habrían permitido determinar que el pasado lunes 10 de enero se registró un pico de 4.253 casos, que es uno de los más altos desde que empezó la pandemia del coronavirus en 2020.

Para Francisco Pérez, subsecretario de Vigilancia de la Salud del Ministerio de Salud Pública (MSP), la cifra da cuenta de la velocidad de contagio que tiene la variante ómicron y también de la disponibilidad de pruebas para detección de COVID-19.

El primer caso de esa variante se registró en Ecuador el pasado 14 de diciembre en Quito. Tres días después un segundo caso fue identificado en Guayaquil.

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Sin embargo, un alto número de contagios se presentarían durante esta y la próxima semana.

En la primera semana de enero del 2022, los casos de COVID-19 habrían superado los 14.360. “Esta es la oleada más importante en el número de casos”, indicó.

Pérez agregó que los casos de ómicron no son graves o son menos letales, que lo que ocurrió hace un año, por ejemplo, cuando estaba probablemente la variante alpha en el Ecuador, en el mes de febrero.

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“Gracias a la vacunación esto no se está viendo en los hospitales, obviamente hay ocupación de camas, ha aumentado la ocupación de camas pero no en una proporcionalidad igual al número de casos (...), tampoco la mortalidad”, dijo.

La positividad diaria de casos de COVID-19 sube al 54,32 % en Ecuador, una de las más altas registradas en lo que va de la pandemia

Esa demanda hospitalaria se ve reflejada en las casas de salud. En Quito, hay dos hospitales de referencia para tratar COVID-19: IESS Quito Sur y Pablo Arturo Suárez del MSP.

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En esa última casa asistencial continúa el incremento de camas para hospitalización COVID. En las últimas horas se abrieron 8 camas adicionales. Hasta el pasado martes había 50 camas. Jorge Peñaherrera, gerente, sostuvo que hay 45 pacientes, con una ocupación del 77 % y en la unidad de cuidados intensivos (UCI), 30 pacientes de 32 camas disponibles (90 %).

Agregó que una vez que lleguen al 90 % se abren camas en los hospitales Enrique Garcés, que se ubica en el sur, y el docente de Calderón, en el norte.

“Tenemos 90 % de UCI, entonces ya comienzan los otros hospitales a abrir sus camas de UCI y cuando lleguemos al 90 % de hospitalización nosotros podemos seguir ampliando (...) a 70 camas, llegamos al 90 % y ahí sí, los otros hospitales deberían abrir para hospitalización COVID”, mencionó.

En esa casa de salud, desde el pasado viernes, se abrió hospitalización para pacientes pediátricos con trece camas y hay seis pacientes. Esto hasta que los reciba el hospital Baca Ortiz.

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Para Peñaherrera, el COVID que se presenta ahora provoca en los pacientes síntomas más moderados que graves.

Varios controles se aplican para verificar documentación de inoculación anti-COVID-19 en terminales terrestres

A criterio de Fernando Espinoza, director del centro de investigaciones de la Universidad Espíritu Santo (UEES), no es que la variante ómicron sea menos agresiva que la delta o gamma, sino que las vacunas en dosis completas y con el refuerzo protegen a los seres humanos de tener una enfermedad grave.

Acerca del índice de positividad, Pérez señaló que es de alrededor del 30 % tanto de los test de PCR como de antígenos, similar al inicio de la pandemia.

El funcionario no descartó el aparecimiento de una nueva variante y ante ello que haya la necesidad de otra inmunización o que se necesiten refuerzos de inmunizaciones anuales. (I)