La captación de dinero con una promesa de devolución con el 90 % de interés a los ocho días llamó la atención de miles de ciudadanos en Quevedo. La empresa Big Money realiza este procedimiento desde hace meses.

Su representante es Miguel Ángel Nazareno Castillo, cabo segundo del Ejército ecuatoriano que pidió su baja voluntaria el pasado 7 de junio al Comando del Grupo de Fuerzas Especiales 26 Cenepa, acantonado en Quevedo, Los Ríos.

Varios ciudadanos contaron a este Diario sus experiencias luego de haber “invertido” su dinero con Big Money. Las autoridades siguen la pista de esta plataforma. Incluso, la Fiscalía realizó allanamientos la última semana en los sitios donde funcionaba esta organización. Nazareno fue llamado a declarar en forma libre y voluntaria el pasado viernes, pero no acudió a la diligencia.

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Una doctora de Quevedo, especializada en pediatría, dijo que desde hace aproximadamente 45 días empezó a tener más clientes que antes. Reveló que por la alta demanda tuvo que contratar los servicios de otros colegas especialistas para atender a sus pacientes.

Ella relacionó esta alta afluencia a que en la ciudad hubo, en esos días, “más circulante económico”. Detalló que en los últimos días los pacientes siguen llegando, pero en menor cantidad.

‘Don Naza’ captó casi un millón de dólares en la última semana de operación de Big Money, solo en cuatro recibos

“En ese tiempo tenía entre 40 y 50 pacientes diarios de Quevedo y zonas aledañas, ahora ha bajado un poco la demanda, pero es porque había flujo económico en la ciudad. No puedo asegurar que el flujo económico fue provocado por la empresa en cuestión, pero algo empezaba a cambiar, la gente comenzó a tener más dinero entre sus manos”, manifestó la doctora.

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José L., propietario de un local de vallas publicitarias, relató que los trabajos también se incrementaron desde hace unas tres semanas. Refirió que en esos días realizó desde mantenimiento a los letreros hasta el cambio total en los revestimientos de locales.

Asimismo, el ciudadano aseguró que ha tenido que contratar más personal para cumplir con sus servicios.

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“La economía se reactivó, puedo adjudicar el cambio a la empresa captadora, la verdad es que estábamos contentos con tanto trabajo que no hacíamos desde que se inició la pandemia. Desde letreros gigantes hasta la elaboración de volantes, tarjetas de presentación, se incrementó en volumen. Al otro día que dejó de operar la empresa Big Money, algunos clientes me llamaron a cancelar los trabajos pendientes, otros en cambio, pidieron cambios en los diseños con el fin de bajar el costo“, dijo el publicista.

Ambos ciudadanos confirmaron que también “invirtieron” en Big Money. Uno alcanzó a duplicar su capital, mientras que otro sigue a la espera.

Brigada médica ofrecida por el líder de Big Money se cumplió en Quevedo, sin su presencia

En los últimos días se han generado cuestionamientos hacia Nazareno y las personas que le entregaron su dinero.

Para el psicólogo Ernesto Quevedo, las condiciones socioeconómicas de la población y la distorsión de valores se han entrelazado para que los ciudadanos acudan a este tipo de negocios, sin saber la procedencia de la empresa y del alto valor que reciben como interés.

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“Los tiempos que vivimos son de mucha incertidumbre y confusos, a nivel mundial. Entonces siempre aparecen estos sujetos que con su actitud envían un mensaje mesiánico. Aquí las personas esperan un Mesías que les arregle las cosas. Hay una cultura bastante mesiánica”, manifestó el profesional.

Quevedo expresó que el líder de la empresa “aprovechó” esa vulnerabilidad económica de decenas de ciudadanos para captar sus dineros.

“Nazareno mezcla muy bien la psicología de las masas entregando colchones, kits de alimentos y todo gratis. Son formas muy objetivas en que materializan ese mensaje de “ayuda”, y la gente se ilusiona, pero que esconden algo más”, refirió.

Sostuvo además que la inequidad en el aspecto socioeconómico es un factor que genera este tipo de actividades, en las que “cae” reiteradamente la ciudadanía.

Juan Manuel Guzmán, abogado, dijo que en casos similares se ha procesado a ciudadanos que organizan estas actividades por varios delitos.

Uno de ellos es enriquecimiento privado no justificado, delito estipulado en el artículo 297 del Código Orgánico Integral Penal (COIP), con pena privativa de libertad de 3 a 5 años.

Otro delito es captación ilegal de dinero, estipulado en el artículo 323 del COIP, sancionado de 5 a 7 años. “Este delito está pensado para las personas que realizan actividades de intermediación financiera sin autorización legal”, expuso el abogado. (I)