Contaminación en el relleno sanitario de Quito continúa, denuncian moradores de Pifo, en el nororiente de la capital

El 10 de marzo de 2022, moradores de las comunidades aledañas al relleno sanitario El Inga, lugar que recibe los desechos de todo el Distrito Metropolitano de Quito, en la parroquia de Pifo, denunciaron el desborde de la piscina nueve destinada para los lixiviados (líquido contaminante que se obtiene del proceso de descomposición de la basura).

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Este sería el segundo caso que se hace público sobre la filtración del líquido contaminante a la quebrada del río Inga. El 28 de enero de 2022, el Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica (Maate) ya impuso una sanción de $ 127.500 a la Empresa Municipal de Gestión Integral de Residuos Sólidos (Emgirs-EP) por infracción ambiental.

Los informes emitidos por el ministerio el 11 de agosto y 14 de diciembre confirmaron el hallazgo de sustancias tóxicas y el incumplimiento de los “planes de acción, planes de manejo ambiental y licencia ambiental”.

Ante el pedido de información a este Ministerio, informaron que se encuentran en la investigación de este nuevo derrame.

Jorge Pineida, presidente de la comunidad de Itulcachi, señaló que las constantes lluvias en el sector causaron el desborde de la piscina de lixiviados. “Nosotros hicimos una inspección y les encontramos tratando de tapar con costales de tierra en los filos, es antitécnica esta piscina, no pueden seguir trabajando así, no hay un técnico especialista que trabaje en una solución, sino que responden siempre cuando el líquido ya sale y quema la vegetación”, enfatizó.

Según el dirigente, en estos días ha visto a varios tanqueros que empezaron a sacar lixiviados, los que a su juicio son llevados a la Amazonía, a una planta de tratamiento.

En una entrevista pasada con EL UNIVERSO, la gerenta de la Emgirs, Maricruz Hernández, dijo que existen dos corrientes de lixiviados, una que está acumulada hace años y otra que se genera a diario. En temporada seca producen 430 metros cúbicos diarios, en época de lluvia son más de 700, según la funcionaria municipal.

Para el lixiviado acumulado respondió que contrataron una empresa desde mediados de enero, a un costo de $ 4 millones, que en 270 días aproximados (octubre) dejará el líquido en niveles permitidos por la norma ambiental y que el nuevo lixiviado que se genera pasa por un tren de tratamiento de la empresa, el que se usaría en aspersión para control de polvo en el mismo relleno sanitario.

Sin embargo, Pineida señaló que no existe ningún manejo de lixiviados. “Nos dijeron que en enero empezaban, pero nada, tienen una planta que está dañada, no la usan. Antes de las lluvias ya estaban llenas esas piscinas, no pueden ocultar los lixiviados y siguen botando al río Inga (…). El gerente de operaciones es el mismo, no sé por qué culpan a la anterior administración”, agregó.

Por su parte, el alcalde de Quito, Santiago Guarderas, dijo que la situación en el relleno sanitario “está controlada”. Indicó que van a hacer un plan de rehabilitación junto con el Ministerio del Ambiente y que la nueva filtración de lixiviados “son temas que siempre se van a presentar”.

También aseguró que han lanzado los procesos respectivos para tomar medidas correctivas.

Este Diario solicitó una entrevista con la gerenta de Emgirs, pero desde el Departamento de Comunicación respondieron que se encuentran en la elaboración de un informe sobre el estado del relleno sanitario. (I)