Hilda Simbaña vive en La Floresta desde que tiene 8 años, su madre creó una de las primeras tiendas en el sector. Ahora, a sus 80, sigue con el legado de la tienda, aunque el paso del tiempo la ha obligado a implementar ciertos cambios. “Antes todo era seguro, yo acá no tenía reja (puerta metálica), tuve que poner porque tres veces me asaltaron”.

“Yo no quiero que se convierta en La Mariscal, aunque ya parece eso, todos han subido a poner sus negocios por acá cerca”, dijo la dueña del local que vende víveres, snacks y frutas.

Con nostalgia recuerda que todas las tardes los niños y jóvenes acudían al sector llamado El Tablón, que queda cerca al Hotel Quito. Ahí recogían niguas (planta rosácea que tiene fruto de color blanco o rosado) para comerlas mientras disfrutaban del atardecer. “Ahora ya no hay nada de eso (…), toda la gente de aquí es nueva, con exageración quedan unas diez familias de las propias de aquí”, enfatizó.

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Esta sería la preocupación de los moradores de este barrio, ubicado en el centro norte de Quito. El constante aumento de locales comerciales ha reducido las zonas netamente residenciales, entre ellos, La Floresta.

El experto en urbanismo Gustavo Fierro señaló que en noviembre de 2011 se aprobó, mediante Ordenanza n.º 135, el Plan Especial de Uso de Suelo para el barrio La Floresta, sin embargo, en diciembre de dicho año, el mismo Concejo Metropolitano aprobó el Plan de Uso y Ocupación de Suelo (PUOS) con la zonificación a seguir en todo el Distrito Metropolitano de Quito (DMQ).

“El cambio más grave fue que la mayoría de los terrenos tenían asignación de suelo residencial R1 y cambiaron a residencial R2, lo cual permitió el incremento desmedido de permisos para locales comerciales, especialmente de restaurantes, bares y hasta cabarés, que lógicamente afectaron a la residencialidad del barrio”, enfatizó.

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Pero lo más grave, a juicio de Fierro, es que en la administración del alcalde Mauricio Rodas (2014-2019) se aprobó la Ordenanza de Desarrollo Turístico de La Mariscal, la que extendió la zona turística hasta la franja que está comprendida entre las avenidas 12 de Octubre e Isabel La Católica, lo cual permitió la instalación de más locales comerciales de los que existen hasta ahora.

El Concejo Metropolitano aprobó el Plan de Uso y Gestión del Suelo que define el desarrollo de Quito de los siguientes 12 años

“Los vecinos del Comité Pro Mejoras de La Floresta exigen que su barrio conserve la residencialidad, es decir, que no se convierta en otra Mariscal”, recalcó el urbanista. Ante esto, propuso que los terrenos del barrio deben seguir con la asignación R1 y R2 del Plan del 2011 y que además se establezcan medidas para limitar y hasta prohibir los permisos de locales comerciales, tales como bares y cabarés, respectivamente.

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Según Vladimir Tapia, secretario de Territorio, Hábitat y Vivienda del Municipio de Quito, el ejemplo de La Mariscal es una alarma de lo que podría pasar si no se toman las medidas necesarias en barrios residenciales, como fue antes este lugar.

Para esto, dijo que están trabajando en dos instrumentos. El primero es que en el Plan de Uso y Gestión de Suelo (PUGS), aprobado el 13 de septiembre de 2021, se habría tomado la decisión de mantener escalas más apropiadas hacia el barrio La Floresta. “Históricamente, hace más de una década se permitía construir hasta 16 pisos de altura, de manera gratuita. Nos pareció que esto se debía regular para que se pueda controlar el desarrollo urbanístico mobiliario. Ahora solo se permiten 12 pisos sin cobro y hasta 16 con cobro y con estándares de sostenibilidad”, agregó el funcionario del Municipio.

Además, como segundo instrumento, explicó que se está realizando el Plan Urbanístico Complementario La Floresta, que será solo para el polígono de este barrio.

El final de este proyecto se prevé que sea para finales de año, según Tapia. De momento, señaló que están realizando mesas de trabajo con los distintos actores del barrio, con el fin de atender todas las necesidades y pedidos que se deberán incluir en la propuesta del plan.

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Desde el Comité Pro Mejoras de La Floresta emitieron un comunicado en el que aseveran desacuerdos entre la Secretaría de Territorio, Hábitat y Vivienda y algunas organizaciones del barrio. Además, en el texto afirman que dicha dependencia municipal ha establecido un modelo para conformar las mesas de trabajo que resultaría limitado o nulo.

“El resultado es que entre las 104 personas que la STHV está permitiendo participar en las mesas, solo cinco pertenecen a alguna organización barrial constituida (…). En las mesas cruciales –la de edificabilidad, en la que se definirá, entre otras cosas, el destino de los predios del Hotel Quito, y la de usos del suelo, en la que se definirá si La Floresta sigue siendo un barrio residencial o una zona rosa, como ha sido el objetivo de la STHV desde hace algunos años– no hay un solo representante de las organizaciones constituidas”, agrega el comunicado.

QUITO.- Moradores del barrio La Floresta piden medidas para que este sector de la ciudad no se convierta en "otra Mariscal". Foto: Carlos Granja Medranda

Ante esto, Vladimir Tapia respondió que han realizado mesas de trabajo amplias, convocando a diversos actores del sector comercial, inmobiliario, cines, restaurantes, cafeterías y habitantes.

“Todos deben participar, lamentablemente hay ciertos sectores que no comparten, que quieren que la participación se dé de manera jerárquica y se dé tratamiento secundario a otros grupos y eso no lo vamos a permitir. No creemos que la participación tiene que ser fragmentada ni escogida, hemos tenido procesos de participación complicados, pero así sean complicados todos tienen que participar”, agregó Tapia. (I)