El Ministerio de Educación anunció una investigación sobre el alimento caducado encontrado en una bodega en Riobamba y deslindó responsabilidad actual en el tema.

En dos galpones del Parque Industrial de Riobamba se encontraron más de 1 millón de unidades de galletas y 400.000 coladas caducados desde el 2017.

“Esta es una bodega privada, que ha sido allanada por parte de una investigación de la Fiscalía, y ahí se encuentran con estos kits de alimentación escolar. Son kits de alimentación escolar, elaborados en el año 2016, que tienen fecha de vencimiento en el año 2017″, dijo la ministra de Educación, María Brown Pérez.

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Agregó que, en el momento de su elaboración, el Programa de Alimentación Escolar (PAE) lo llevaba la Unidad Nacional de Almacenamiento EP (UNA EP), que había absorbido a la que se conocía como Proalimentos, que se hizo cargo de la alimentación escolar durante el periodo 2014-2016.

La funcionaria indicó que, en octubre de 2016, mediante decreto ejecutivo se decide que nuevamente pase la competencia al Ministerio de Educación y se hace un proceso de transición.

“Durante el mes de octubre se sigue recibiendo la alimentación que la UNA EP compraba; esta consistía en lo que se encontró en la bodega, que son estas coladas, algunas líquidas, otras en polvo y unas galletas de arroz”, acotó.

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Más de un millón de galletas y 400.000 coladas caducados desde el 2017 fueron detectados en bodegas de Riobamba; según Arcsa, lote pertenece a programa de alimentación escolar

Una vez asumido el programa de alimentación escolar con el Servicio Nacional de Contratación Pública (Sercop) y con el Ministerio de Educación, expresó, se elaboran las fichas, que son las que actualmente se compran: tetrapak de leche o jugo, las galletas o barras de cereal.

La alimentación encontrada fue la que compraba en ese momento la Unidad de Almacenamiento, agregó Brown, para quien se debe verificar si es que esos alimentos, en su momento, fueron adquiridos por esa institución o si se trata de una bodega del proveedor que nunca vendió o entregó esa alimentación.

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Si la entregó, hay que verificar si el problema se presenta por parte de la UNA EP o por quien estuvo contratado para distribuir, que era Correos del Ecuador, añadió.

“Y ahí, identificar en dónde está la culpabilidad, en dónde estuvo la falta y por qué no se entregaron estas raciones”, mencionó.

Con el código de elaboración se verificará a qué orden de compra correspondía cada uno de esos alimentos; y si correspondían a una orden de compra, identificar dónde se presentó el problema y empezar con los trámites de sanciones administrativas, si caben, y las sanciones penales, si fuera el caso; porque, a su criterio, hay una malversación de fondos públicos.