Las diez universidades ecuatorianas mejor posicionadas en Latinoamérica fueron calificadas en un proceso de análisis en el que se tomaron en cuenta 410 instituciones, según el ranking anual de Quacquarelli Symonds (QS), proveedor especializado en análisis académicos a nivel mundial.

“El ranking regional utiliza cinco criterios básicos: impacto y productividad de la investigación, compromiso docente, empleabilidad, impacto online e internacionalización. El método conserva los indicadores clave de la clasificación global, como la reputación académica, la reputación del empleador y la proporción de profesores y estudiantes, pero también considera un conjunto de métricas de desempeño cuidadosamente diseñadas para la región”, se precisa en el portal web del QS.

En el primer puesto del ranking latinoamericano está la Pontificia Universidad Católica de Chile, seguida por la Universidad de Sao Paulo y el Tecnológico de Monterrey.

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La Universidad San Francisco de Quito (USFQ)

En el puesto 65 aparece la primera institución ecuatoriana, la Universidad San Francisco de Quito (USFQ), con un puntaje general de 49,4.

La Universidad San Francisco de Quito (USFQ) implementó tres nuevos laboratorios. Archivo.

Diego Quiroga, rector de la USFQ, destaca la constante inversión en equipos e infraestructura para dotar a los estudiantes y docentes de las mejores condiciones de trabajo. “Nosotros tenemos la política de reinvertir todo en la universidad. Es muy importante esa reinversión en nuevo equipamiento. El 90 % o más de lo que invertimos viene de las pensiones de los alumnos, por eso tenemos que tener mucho cuidado en cómo invertimos, para que los estudiantes e investigadores tengan los equipos”, detalla Quiroga.

Otro factor que ha incidido en mejorar la calidad académica de la USFQ, refiere el rector Quiroga, es la libertad de proponer, crear, investigar que se propicia en el claustro.

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“Para que los profesores y estudiantes sean libres de intercambiar ideas”, enfatiza el directivo, quien agrega que tratan de ser rigurosos en la selección de sus docentes para contar con una plantilla capaz de formar a profesionales en diferentes ramas, como la científica, cuyos aportes a la sociedad se han evidenciado en la secuenciación del genoma de variantes del nuevo coronavirus o el descubrimiento de especies de animales en el Oriente, por ejemplo.

En el análisis para elaborar el ranking, QS consideró que la reputación académica otorgaría un 30 % de la calificación.

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“(Porcentaje) tomado de la encuesta anual realizada por QS, diseñada para evaluar las percepciones de académicos de todo el mundo sobre la calidad de la docencia y la investigación en las mejores universidades (...). Este año, se registraron más de 130.000 respuestas en todo el mundo”, se detalla en la explicación sobre la metodología de evaluación.

Por otro lado, un 20 % de la calificación corresponde a los resultados de la encuesta realizada a empleadores de los graduados. Un 10 %, en cambio, refleja la relación entre el número de personal académico y el número de estudiantes.

“Un mayor número de docentes por alumno es un indicador indirecto del compromiso de las instituciones con una enseñanza de alta calidad”, se agrega.

A ese 60 % se le suma un 10 % en el que se considera la formación del personal académico, sobre todo, si se trata de docentes con doctorados.

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Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol)

El equipo ecuatoriano de la Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol) se ubicó en tercer lugar de la tercera edición de la Carrera Solar Atacama. Archivo (Tomado de Facebook Carrera Solar Atacama).

En la Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol), que se ubica en el segundo lugar de las universidades del país mejor posicionadas en el ranking latinoamericano, con el puesto 74, según QS, buscan a los mejores profesionales para su planta de docentes e investigadores, enfatiza Paúl Herrera, vicerrector académico de la institución pública.

“Lo que influye en que una institución sea de calidad son las personas, sus profesores y estudiantes. Nosotros tenemos un proceso de selección que es bastante riguroso, en el que se exige a los profesores, en su gran mayoría, no solamente experiencia en la parte docente, sino también en el tema de investigación. Hay ciertas áreas en las que se pide, como requisito obligatorio, tener el título de Ph. D. y experiencia en investigación”, detalla el directivo, quien agrega que se exigen otros requisitos en casos puntuales que, incluso, no se contemplan en la normativa nacional, como el dominio de inglés, lengua predominante en la difusión de información científica.

La calidad académica también se basa en parámetros y procesos que exigen acreditaciones que ostenta actualmente la Espol, refiere Herrera, como aquella que entrega la acreditadora internacional ABET a las carreras de ingeniería. Esto significa que los estudiantes y graduados de la institución politécnica de las carreras acreditadas cumplen con los estándares globales de calidad que exige la entidad internacional. Además de la Espol, una universidad privada del país cuentan con ese aval.

El 30 % restante para completar los indicadores considerados para calificar a las universidades está relacionado con la producción de artículos de investigación y su apertura internacional en términos de colaboraciones con otras instituciones, citas de esos artículos y el uso de nuevas tecnologías.

La Escuela Politécnica Nacional (EPN)

En una casa abierta, César Astudillo, de la Escuela Politécnica Nacional, presentó el prototipo Genzar, una cabeza robot humanoide que es capaz de simular las expresiones de las personas. Archivo.

La Escuela Politécnica Nacional (EPN), que se sitúa en el tercer lugar de las universidades ecuatorianas mejor posicionadas en el ranking latinoamericano de QS, en el escalón 106, cuenta con 325 publicaciones científicas en lo que va del 2021, según los registros de Scopus, una base de datos importante de referencias bibliográficas y citas de científicas. En el 2020, la EPN alcanzó un pico de 553 publicaciones. En cada uno de esos años, el centro de tercer nivel educativo registró más de 6.000 citas, es decir, sus publicaciones fueron citadas en documentos académicos externos.

“No solamente es el hecho del número de publicaciones y el lugar donde están esas publicaciones, sino que esas publicaciones les sirven a otros investigadores para hacer sus investigaciones. Es un tema que se posiciona mucho en los rankings, es decir, cuánto sirven los datos de la investigación que uno desarrolló para que otros avancen en su investigación”, destaca Florinella Muñoz, rectora de la EPN.

Además de la producción científica en áreas relacionadas con petróleo y químicos, la directiva refiere que la calidad académica también se refleja en los perfiles profesionales que forma la institución y que exporta a países de Norteamérica y Europa.

“Por ejemplo, uno de nuestros ingenieros trabaja en el organismo de control de armas químicas en Holanda, en un cargo de muchísima responsabilidad”, comenta Muñoz.

Después de la USFQ, la Espol y la EPN, están las siguientes: la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE), la Universidad Central del Ecuador (UCE), la Universidad de Cuenca, la Universidad de las Fuerzas Armadas (ESPE, antes Escuela Politécnica del Ejército), la Universidad de Especialidades Espíritu Santo (UEES), la Universidad de las Américas (UDLA) y la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL). (I)