Tulcán

Ecuador es el puente obligado para el retorno de centenares de venezolanos que residían en Perú, Chile y Argentina, que ante los fuertes controles migratorios y falta de trabajo ahora quieren apostarle al sueño americano.

Este fenómeno se registra desde hace tres meses, pero en las últimas semanas la presencia de venezolanos en las terminales fronterizas de Huaquillas y Tulcán se triplicó a entre 500 y 700 viajeros cada día.

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Josué Martínez, oriundo de Mérida (Venezuela), es un joven de 21 años que a temprana edad salió con sus familiares para radicarse en Lima (Perú), con un ligero equipaje. El pasado viernes inició el retorno a su país.

El extranjero explicó que visitará a sus abuelos e inmediatamente después se aventurará a viajar a los Estados Unidos. No tiene sus documentos en regla, pero migrará nuevamente porque –dijo– las necesidades económicas lo obligan a buscar un futuro mejor en otros destinos.

Él dejó territorio peruano, aseguró, por la falta de oportunidades laborales y la discriminación. Reconoció que su camino hacia Norteamérica no será fácil, pero afirmó estar dispuesto a correr los riesgos.

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La Policía Nacional intensifica los operativos migratorios y de desarme de extranjeros que ingresan a Ecuador por la E35. Foto: Ricardo Cabezas Foto: El Universo

Yesid Gutiérrez, nacido en Caracas hace 23 años, vivió en Puerto Mont (Chile) los últimos cuatro años. Perú y Chile, considera, ya no son destinos laborales para los venezolanos, porque –explicó– los controles migratorios son fuertes y regularizarse resulta “imposible” por las dificultades que hay en Venezuela para obtener varios documentos.

Como ellos, decenas de jóvenes con sus mochilas arriban a la terminal terrestre de Tulcán desde varias ciudades de los países vecinos, dejando nuevamente a padres, esposas e hijos, con la ilusión de asentarse en territorio americano y después de estabilizarse llevar a sus parientes.

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“Hemos ahorrado algunos dólares que serán revertidos para apostarle a la posibilidad de ir a trabajar a Estados Unidos”, dijo Luis Márquez, originario de Barquisimeto.

Jóvenes buscan nuevos destinos laborales

Fernando Villarroel, administrador de la terminal terrestre de Tulcán, confirmó que unos 700 viajeros venezolanos llegan por día a este centro de movilidad desde el sur del país. El 60 %, estimó, son jóvenes que comentan que van hacia Estados Unidos.

“Cuentan que regresan porque la situación en Perú y Chile está difícil y ahora quieren emprender en EE. UU.”, agregó Villarroel y comentó que el 30 % restante de los extranjeros corresponde a familias y adultos que regresan a su país, en donde parientes y amigos les han contado que la situación estaría cambiando.

En la terminal fronteriza, unos se embarcan en taxis y furgonetas y cruzan la frontera por el viaducto binacional de Rumichaca. Mientras otros, probablemente indocumentados, pasan el límite internacional por trochas clandestinas.

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Al menos 12 mil migrantes venezolanos ingresan a Tulcán cada mes para dirigirse al sur del continente

Ante la demanda de pasajeros en las rutas directas entre Huaquillas y Tulcán que ofertan tres operadoras, los migrantes deciden avanzar hasta Guayaquil para embarcarse desde allí hacia la frontera norte, refiere Jaime Hurtado, gerente de la cooperativa San Cristóbal.

José Luis Blanco, oriundo del estado Anzoátegui (Venezuela) y quien residió hasta el sábado en Guayaquil, contó que decidió retornar a su país porque no hay fuentes de trabajo. El extranjero descartó que su decisión la haya tomado por la ola de violencia que se vive en esa urbe, ya que asegura que la inseguridad en varias ciudades de su país natal es “más crítica”.

Desde este martes 5 de abril se reducen los trámites que realizaban conductores de carga internacional en el puente internacional de Rumichaca

Santiago Cabrera, consultor local, remarcó que la dinámica de movilidad en la frontera colombo-ecuatoriana sigue siendo normal, pero añade que en los últimos años se evidencia una movilidad pendular. Es decir, la gente venezolana regresa a vacacionar y vuelve, llevando y trayendo artículos que son comercializados para financiar los desplazamientos.

Esta actividad estaría generando, además, una forma de vida e ingresos, permitiéndoles ir y venir constantemente. No obstante, el experto considera que el retorno notorio del último trimestre podría deberse a la recuperación económica que vive Venezuela tras la guerra Rusia con Ucrania.

El conflicto, dijo Cabrera, permite que otros países como Estados Unidos busquen recursos hidrocarburíferos en esa nación (Venezuela), lo cual genera ingresos, disminuye la hiperinflación y permite la recuperación económica.

“La economía mejoró un poco y quería estar con mi familia”: los migrantes venezolanos que regresan a su país

Otra de las razones podría ser, añadió, los estragos que dejan dos fuertes incidentes violentos registrados en Chile contra la comunidad venezolana, que terminaron con la quema de enseres y otros bienes, lo que ha provocado miedo y temor en la comunidad de migrantes.

“Esas acciones quizás los obligue a volver”, refirió. No obstante, al ser hechos aislados que se presentaron hace un año, no podría advertir un retorno masivo, ya que hay muchas familias cuyos integrantes tienen esa nacionalidad o sus hijos nacieron allá.

Ingreso de migrantes a Ecuador continúa

La presencia de migrantes caminando por la E35 en el tramo Rumichaca-Ibarra-Quito no ha cambiado, como constató este Diario en un recorrido. Por esa vía circulan en grupos con menores de edad, personas con muletas o en sillas de ruedas, adultos mayores y mujeres embarazadas, quienes buscan radicarse en ciudades de Ecuador y de los países vecinos de Perú y Chile.

Son familias enteras que avanzan hasta con sus mascotas, portando coches infantiles con niños y con maletas. Muchos de ellos sedientos y con hambre, por el largo camino, hacen paradas en poblaciones pequeñas para pedir agua y comida.

Durante las noches pernoctan en las carreteras, que son utilizadas también como servicios higiénicos, y se bañan en los pequeños riachuelos o piletas de parques que encuentran en su peregrinaje. La mayoría de ellos no porta documentos y dice que se dirige hacia casas de familiares.

La Policía Nacional realiza operativos migratorios a los extranjeros que ingresan a Ecuador por la E35. Foto: Ricardo Cabezas Foto: El Universo

Conductores de camiones, condolidos con estas familias, los movilizan en las plataformas o entre la carga para acortar distancias y aliviar el largo trayecto.

Varias organizaciones no gubernamentales ubican a lo largo de la Panamericana norte puestos de ayuda, en donde los migrantes son asistidos con una ración de alimentos, bebidas y bolsos.

Personal de las ONG afirma que no pueden brindar ningún tipo de información, pero reconocen que los migrantes siguen llegando hacia los países sudamericanos, muchos de ellos caminando por la falta de recursos para pagar un pasaje.

‘Si blindamos las fronteras, el problema no lo tendríamos en las ciudades y en los puertos’, dice Víctor Hugo Zárate, comandante de la Zona 8

Ricardo Andramunio, jefe de la Policía Judicial y comandante subrogante de la Subzona de Policía Carchi, sostuvo que además de Perú y Chile también retornan desde Argentina.

El agente explicó que la ruta Huaquillas-Rumichaca es la que utilizan para regresar a Venezuela, país al que vuelven –según ha escuchado– porque la situación económica ha mejorado.

La autoridad policial descartó que estén volviendo por situaciones de violencia, ya que los migrantes le han contado que Caracas es una de las ciudades más inseguras de América Latina.

La Policía realiza operativos continuos en la Panamericana norte con el propósito de desarmar a grupos de migrantes que se movilizan con armas blancas o sustancias prohibidas, según Pablo Yacelga, jefe del Distrito de Policía Tulcán.

Además, hacen controles migratorios y brindan acompañamiento a quienes ingresan a Ecuador ofreciéndoles seguridad, estrategia que –comenta– permite conocer sobre sus recorridos, movimientos y garantizar la seguridad en ciudades y poblados por los que transitan, evitando así que no cometan delitos en esos lugares. (I)