Guayaquileño expone en Quito las réplicas de autos de películas de Hollywood, en tamaño real

Subir al batimóvil e imaginarse con salvar a la ciudad de los delincuentes. Ver desde el volante en el que Meteoro ganó varias carreras. Viajar en el tiempo en el carro de Volver al futuro. O simplemente elegir el vehículo en el que se explorará la selva de Jurassic Park.

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Los amantes del cine que alguna vez hicieron fila para poder ingresar a una de las películas icónicas de Hollywood podrán estar cerca, subirse y tomar fotos en las réplicas, en tamaño real, de los autos de algunas afamadas entregas cinematográficas.

Andrés Quirola es el guayaquileño que construyó las réplicas de autos de películas que se exponen en formato museo por primera vez y eligió a Quito como la sede. Algunos de los vehículos han sido exhibidos en Londres, Dubái, Panamá, Colombia, entre otros países, pero por separado.

De manera individual han formado parte de algunas Comic Con (Convención Internacional de Cómics).

La exposición, que se levantó en el parqueadero del Centro Comercial Iñaquito (CCI), estará disponible hasta el 26 de junio.

Los horarios en los que puede acceder son los siguientes:

• De lunes a viernes de 12:00 a 20:00
• Sábado y domingo de 10:00 a 20:00

El precio de las entradas es de $ 8 para los adultos y $ 5 para niños.

Quirola comentó que todo empezó hace siete años, creando una empresa dedicada a la metalmecánica en la que realizaba trabajos de restauración a vehículos clásicos. Una vez le pidieron que haga la réplica del vehículo de una película, y ahí nació el fanático que lleva por dentro.

Junto a ocho personas, soldadores y pintores, forman parte del equipo que ha construido 28 vehículos (entre carros y motos) de distintas películas icónicas. En Quito se encuentran 11 vehículos, no están todos, porque prevén realizar otras ediciones de la exposición.

Otro de los factores motivadores que tuvo el creador de estas réplicas fue que desde niño siempre estuvo vinculado con el automovilismo. Su padre y su hermano fueron pilotos de rally, así que la mayoría de su niñez la pasó en talleres de automotores.

Con alegría, dijo que la mezcla de sus pasiones (automovilismo, cine y metalmecánica) ha permitido traer a la vida real estas réplicas para que las personas puedan tomarse fotos con los vehículos de sus películas favoritas. (I)