Tulcán

Los surtidores de combustibles de las ciudades de Tulcán, Julio Andrade y Huaca, en la provincia de Carchi, en el norte del Ecuador, son controlados por militares y policías para frenar el contrabando de gasolina que fuga en grandes cantidades en estos días hacia poblados del sur de Colombia.

Según inteligencia policial, más de 400 vehículos dedicados al tráfico de carburantes entre Tulcán e Ipiales aprovechan el desabastecimiento que se registra en el suroccidente colombiano debido a la paralización que cumple quince días en el vecino país.

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Los contrabandistas recorren varias estaciones aprovisionándose de grandes cantidades de gasolina y diésel en un doble tanque que es adaptado para luego trasladar los derivados hacia el vecino país, donde un galón de gasolina ecuatoriana alcanza un valor de hasta $ 8.

Frente a esta realidad, las autoridades dispusieron además que se expenda un cupo máximo de $ 10 (equivalente a 5 galones) por automotor para evitar una probable carestía a nivel local y que los tripulantes al momento de aprovisionarse puedan hacerlo por una sola vez cada día.

Genny Tapia, intendenta de Policía en Carchi, aclaró que la medida es temporal hasta que terminen las movilizaciones en el territorio colombiano. El propósito es no desabastecer a la capital carchense, sostuvo.

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Sin embargo, las filas son largas en las estaciones de servicio de abastecimiento de combustible. Conductores pugnan por acceder al cupo asignado ($ 10).

Santiago Larrea, diseñador gráfico, califica como acertada la medida ya que evita perder entre tres y cuatro horas en las interminables filas para tanquear un vehículo.

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Plataforma informática controla abastecimiento en Tulcán

Rommel Paredes, oficial de la Policía Nacional, explica que personal de Hidrocarburos en Carchi cuenta con un sistema informático en línea que confirma si un automotor ha cargado en más de una ocasión.

El software lleva un registro en tiempo real con capturas y fotografías de placas de los vehículos que accedieron al derivado, mientras que los despachadores ingresan el número de placas y cédula del conductor en el sistema.

Este video de registro es utilizado legalmente para investigar y sancionar a quienes se dedican a este ilícito que es penado por la ley, que incluye la inmovilización e incautación de la unidad utilizada.

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Tapia informó que en los primeros operativos han sido retirados 30 carros que tenían los tanques adulterados y anunció también que no se venderán carburantes a autos y motocicletas con placas colombianas. (I)