Cuenca

El Pase del Niño Viajero se realizará en la calle Simón Bolívar, ubicada en el centro de Cuenca. En una reunión mantenida este miércoles 24 entre diferentes autoridades locales se llegó a este acuerdo.

El próximo 30 de noviembre se dará otra reunión en la que se definirán temas logísticos y de bioseguridad.

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El Pase es una tradición religiosa local que se realiza cada 24 de diciembre y hasta antes del inicio de la pandemia congregaba a más de 500.000 personas, según estimaciones del Ministerio de Turismo.

En el 2020, la procesión se suspendió debido al coronavirus, pero este año se decidió retomarla con los debidos cuidados sanitarios.

Semanas atrás, el sacerdote Joffre Astudillo, secretario de Comunicación de la Arquidiócesis, declaró públicamente que el Pase del Niño Viajero iba a realizarse por la avenida Huayna Cápac, por ser más amplia y para evitar aglomeraciones. Sin embargo, esa propuesta se descartó totalmente y se la cambió por el trazado original. Este es la calle Bolívar entre la Coronel Tálbot y la Presidente Borrero, siendo la única vez del año en que esta se ocupa en contravía.

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Es así que, según Astudillo, volver al centro histórico es una decisión definitiva, no tiene vuelta atrás y el siguiente paso “será cumplir todos los requerimientos, iniciando con los trámites para tener el plan de contingencia y de bioseguridad (…). Lo importante es el visto bueno y el apoyo integral de cada una de las instituciones de control”, aseveró.

El Pase del Niño Viajero no solo consiste en una gran marcha de personas en una calle, también hay manifestaciones artísticas y familias que desde hace varias décadas se organizan para regalar bebidas, panes, caramelos y guineos a los participantes.

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Diana Cárdenas, coordinadora del grupo juvenil Hermano Miguel, afirmó que ellos seguirán, pero les han pedido que apliquen ciertas normas de higiene. Por ejemplo, la familia Cornejo, que siempre reparte cerca de 10.000 litros de chicha, en esta ocasión entregará la bebida en botellas plásticas cerradas y no en vasos abiertos que antes eran llenados con una jarra.

Asimismo, a Carmela Llivupuma y a las religiosas del Carmen de la Asunción, que suelen regalar pan, les explicaron que cada unidad debe estar en una funda.

Otro elemento usual en esta manifestación religioso-cultural de Cuenca son los carros alegóricos. De este tema, Cárdenas dijo que se permitirán máximo los vehículos de dos ejes, cuyos propietarios deberán solicitar un salvoconducto en la curia.

Asimismo, anticipó que a los choferes se les explicará su ubicación y otros detalles técnicos para tener en cuenta durante el evento.

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Además, para evitar el desorden se colocarán vallas en cada una de las intersecciones. Aunque los organizadores están conscientes de que una aglomeración de gente podría generar complicaciones y posibles contagios de COVID-19, Cárdenas hizo un llamado para que ese día todos se mantengan con la mascarilla protegiendo la boca y nariz.

Si bien el Pase del Niño tiene un origen religioso, con el tiempo también fusionó armónicamente con lo cultural. Pablo Coronel, representante del colectivo de artistas, afirmó que los cerca de 1.500 integrantes están contentos con esta noticia porque para ellos participar es algo único, por lo que incluso fue reconocido como Patrimonio Cultural Inmaterial del Estado.

Como cuencano define a esta procesión como un acto de júbilo único que para los creyentes católicos, que son la mayoría de marchantes, les va a rebrotar su fe, en especial para dar gracias a la vida y haber sobrevivido a la letalidad del coronavirus. (I)