En las próximas horas empezaría en Quito y Guayaquil la comercialización de pruebas rápidas para detectar COVID-19, según el ministro de Salud, José Ruales.

La venta estaba prevista para este lunes, 15 de agosto, pero el producto no hubo en ninguna farmacia.

El funcionario sostuvo que esa cartera de Estado realizó todos los trámites necesarios para la liberalización de los test e inmediatamente doce empresas presentaron sus solicitudes de registro sanitario a la Agencia de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa), que serán tramitadas en 48 horas.

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Ruales agregó que hay dos empresas que recibieron la aprobación de su registro sanitario.

Con ello se empezaría su distribución en las próximas horas y se preveía que desde este miércoles, 17, se encuentre en las perchas de farmacias. En 48 horas se distribuiría a nivel nacional.

El titular de Salud esperaba que otras empresas cumplan con el requisito del registro sanitario, a fin de que se inicie su comercialización, pues sostuvo que están en aduana o en bodegas.

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En farmacias de Quito no hubo venta de pruebas para autodetección de COVID-19

Indicó que se ha generado un código de barras que puede ser escaneado en un teléfono móvil o en una computadora para que -de manera voluntaria- la persona pueda realizar un registro.

“Es una información epidemiológica adicional a la que tenemos, no se incorpora como datos oficiales, pero nos sirve para hacer un rastreo de los lugares en donde se están produciendo los contagios. Sabemos que no es información oficial, a veces no puede ser información totalmente verídica, pero nos sirve para hacer un rastreo general”, dijo en una rueda de prensa.

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‘No disponemos de ese producto’, ‘no nos ha llegado’, las frases que escucharon este lunes los usuarios que buscaban pruebas rápidas de COVID-19 en Guayaquil

Indicó que se pide información de la persona, del lugar donde se efectuó la prueba, el lugar donde se contagió, la fecha para realizar el rastreo epidemiológico.

A Ruales se le consultó cuál sería el valor de venta de las pruebas rápidas. Respondió que el Ministerio de Salud Pública no fija un precio. Expresó que el precio de mercado lo propone el proveedor.

El vicepresidente de la República, Alfredo Borrero, añadió que debe haber un riguroso control al valor de los test porque -adujo- no se puede poner un precio que expendedores crean conveniente, por lo que anunció que el Gobierno estará muy pendiente del tema. (I)