Este martes 22, en la sesión del Concejo Metropolitano se debatió sobre el estado del relleno sanitario El Inga y el manejo de los residuos sólidos en la capital. Ante la saturación del lugar que recibe 2.200 toneladas de basura diarias, los ediles pidieron que se declare en emergencia hasta que se definan acciones complementarias.

Los gerentes de las empresas municipales Emgirs, Emaseo, Epmmop y de la Secretaría de Ambiente presentaron ante los ediles los problemas que afronta la ciudad respecto al depósito de la basura.

Maricruz Hernández, gerenta de la Empresa Municipal de Gestión Integral de Residuos Sólidos, dijo que el lugar en donde se depositaba la basura de la capital (cubeto 10) finalizó su operación en diciembre de 2021, con 511.520 toneladas recibidas en un lapso de ocho meses.

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También indicó que dentro del plan de acción han realizado trabajos de mantenimiento con sistemas de recolección de lixiviados (líquido tóxico que sale de la descomposición de la basura). Construcción de cunetas al pie de los taludes y la cobertura de los cubetos para que la lluvia no siga generando más lixiviados.

Según Hernández, en el 2021 existieron dos procesos fallidos de estudios para la construcción de un nuevo lugar para disposición de los residuos, el cubeto 11. Como no se construyó este hueco, la gerenta señaló que actualmente están depositando la basura en áreas aprovechables, entre cubetos que terminaron su fase de recepción.

Además, informó que en abril prevén la adjudicación de este nuevo cubeto, desde ahí, en noviembre se iniciaría la construcción y en marzo del 2023 podría recibir los residuos sólidos.

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Hasta entonces dijo que existe un terreno colindante con el relleno sanitario que podría ser declarado de utilidad pública y ahí disponer la basura desde este mes hasta marzo del 2023.

Los concejales cuestionaron los plazos expuestos por la gerenta. La edil Andrea Hidalgo (ID) pidió que se haga un análisis para la declaratoria de estado de emergencia de la situación de la empresa Emgirs y el relleno sanitario, antes de causar un colapso en la ciudad.

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“Se atienden 182.000 metros cúbicos de lixiviados y cada día se producen 600.000. No se está atendiendo y las acciones que están teniendo son demasiado lentas. No existen los estudios definitivos del cubeto 11, van a contratar estudios para estabilizar taludes para seguir depositando la basura ¿Y si no funciona? No deberíamos estar esperanzados en los tiempos de la contratación pública”, enfatizó.

El concejal Fernando Morales (Concertación) dijo que el relleno sanitario no va a poder cumplir con su rol. “Estamos poniendo las alertas del cubeto 11, estos son parches que no dan ninguna solución”, agregó.

Sobre las estaciones de transferencia que tienen acumulación de basura y generarían lixiviados pidió que la gerenta emita explicaciones y soluciones inmediatas. “Se debe exigir un informe y cronograma para saber cuándo llegarán las soluciones, únicamente se habla del problema, pero no hay respuestas concretas”, añadió Morales.

Crisis en el manejo de residuos sólidos de la capital

La secretaria de Ambiente, Cecilia Pacheco, señaló que la capital no cuenta con un plan de gestión de residuos sólidos aprobado por las autoridades. Es decir, por el Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica y estipulado por una ordenanza municipal.

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La cobertura de recolección a nivel urbano es del 96 % y a nivel rural es del 84 %. Al relleno sanitario de El Inga aseguró que llegan 2.200 toneladas diarias y a esto se sumaría la recepción de residuos del Municipio de Rumiñahui, que significa un 5 % del total de la carga que se deposita en este lugar, con 110 toneladas diarias.

También aseguró que cerca del 60 % de la maquinaria de la Empresa Pública Metropolitana de Aseo de Quito (Emaseo) tiene problemas.

Pacheco dijo que el costo de tonelada dispuesta es de $ 98,00 ($ 64,00 para Emaseo y $ 34,00 para Emgirs). Es decir, la operación de un día con 2.200 toneladas tendría un costo de $ 215.600. Esto multiplicado por 30 días equivale a $ 6′215.000 mensuales que gastaría el Municipio aproximadamente.

En los efectos ambientales aceptó que existen malos olores en las comunidades aledañas al relleno, que hay denuncias de contaminación del río Inga por desbordamiento de una de las piscinas que albergan 182.000 metros cúbicos de lixiviados que están acumulados, es decir, no fueron tratados.

Entre las acciones que proponen se encuentra la repotenciación de las estaciones de transferencia que reciben la basura y envían al relleno sanitario. También prevén un aumento de recolección diferenciada, para que lleguen menos residuos al relleno sanitario, que esta vez le llamarán complejo ambiental.

Ante esto, el concejal Eduardo del Pozo cuestionó que para el presupuesto de este año se solicitaron $ 16 millones para la expropiación de un nuevo terreno donde se construiría el nuevo relleno sanitario y que los ediles en ese momento criticaron que no lo aprobarían sin conocer el plan de manejo que funcionaría en el nuevo lugar.

“Ahora vamos a construir un nuevo relleno sanitario, dicho de bonita manera, llamándolo centro de manejo ambiental, eso es inaudito”, enfatizó el edil.

La gerenta de Emgirs señaló que existen 17 piscinas de lixiviados que tienen todo el líquido acumulado y el que se genera cada día. En enero de este año contrataron a la empresa Green Globe para que se encargue de todo el líquido acumulado, sin embargo, como no logró atender la demanda, a costo de la empresa se envían a otro gestor de residuos ubicado en la Joya de los Sachas, en la provincia de Orellana.

La falta de información sobre esta decisión tomada por Emgirs fue criticada por los concejales.

Hernández también dijo que únicamente 7 de los 17 tractocamiones que transportan la basura están operativos, pero estos tienen capacidades limitadas. Además, recriminó que en la anterior administración no existieron procesos de mantenimiento.

Jorge Pineida, presidente de Itulcachi, una comunidad de Pifo aledaña al relleno sanitario, dijo que la gerenta no habló del desborde de lixiviados de la piscina nueve al río Inga. “No me voy conforme porque ella no dijo la verdad, nosotros sabemos la verdad. No podemos permitir que sigan construyendo cubetos sin socializar a las comunidades, cómo van a remediar este daño”, enfatizó. (I)