Emocionados y contentos.

Así dijeron sentirse varios niños y jóvenes al regresar, este lunes 7 de junio, a clases presenciales, una vez que el Gobierno autorizó a que 1.301 establecimientos educativos puedan retornar de forma progresiva y voluntaria a las aulas.

En Quito, por ejemplo, una de las unidades educativas que se acogieron a esa posibilidad fue el SEK Ecuador.

Daniel Rodríguez, estudiante de segundo de bachillerato, dijo sentirse bastante feliz pues extrañaba a sus amigos, a algunos de los cuales no los había visto desde hace más un año y se ha admirado cómo han crecido y cambiado.

Agregó que aunque en su casa ha seguido las actividades en línea y los profesores les han ayudado en cualquier cosa, se extraña salir de casa, ver a más gente y que ha sido cansado estar sentado frente a una pantalla durante horas.

Indicó que si bien en las instalaciones hay que mantener el distanciamiento y que no sea como antes, se puede hablar, ver gente nueva o ir al recreo.

Derek Nicolás, estudiante del sexto B, compartió también la emoción.

Señaló que, en ocasiones, se sintió un poco mal porque no pudo preguntarle algunas cosas a su profesora como si podría revisarle la tarea asignada.

El Gobierno anunció un regreso progresivo y paulatino a las aulas

María Dolores Herrera, directora general, explicó que la entidad tiene una estructura física que les permite que haya un ingreso del alumnado por diferentes puertas, de acuerdo con las edades y niveles con una direccionalidad establecida en pasillos, con todos los cuidados como la toma de temperatura, aseo de manos antes de dirigirse a las aulas.

Herrera agregó que para los recreos hay distintos horarios para los niveles, con espacios físicos, acompañamiento de docentes y grupos específicos que no tienen contacto entre sí.

Ministerio de Educación habilitó un correo para denuncias si se obliga a volver a la presencialidad

Para esta reanudación voluntaria, 142 alumnos habían confirmado su asistencia desde educación inicial, preescolar hasta tercero de bachillerato.

Hay un total de 518 estudiantes. Su horario de clases es normal, de 08:00 a 16:00.

Colegio fiscal

En el colegio Nacional Técnico Agropecuario Eduardo Salazar Gómez, de la parroquia de Pifo, nororiente de Quito, 30 estudiantes regresaron a la presencialidad.

Con su respectiva mascarilla y uniformados, se ubicaron en los exteriores del establecimiento. Luego se les midió la temperatura, ingresaron al colegio y se colocaron desinfectantes en sus manos.

Se ubicaron en el patio con el debido distanciamiento y luego cantaron el Himno Nacional.

Pasaron a las aulas para escuchar a sus maestros.

En esa unidad educativa estuvo la ministra de Educación, María Brown Pérez.

La funcionaria, indicó que el horario de clases dependerá de cada entidad pues hay establecimientos unidocentes que podrían cumplir toda la jornada porque existe el espacio suficiente para garantizar el distanciamiento en tanto que en otras, donde hay un número alto de estudiantes, deberán dividirse por días o por horarios.

Agregó, en declaraciones a la prensa, que no hay un protocolo único sino que depende de cada entidad tomando en cuenta la edad de sus estudiantes y las necesidades de la comunidad.

Brown acotó que, en establecimientos rurales, que tienen baja conectividad y no han tenido la posibilidad de trabajar en educación virtual o a distancia, esta medida les permitirá volver a un aprendizaje efectivo.

Indicó que hay unidades educativas, sobre todo en el régimen de la Sierra que ante la proximidad, en este mes de la finalización del año escolar, esperarán al siguiente, en septiembre, para acogerse a la presencialidad.

Vacunación profesores

Brown mencionó que se está culminando el proceso de vacunación a los docentes, personal administrativo, de limpieza, departamento de consejería estudiantil, quienes en cerca de un 90% han recibido la primera dosis y más de 30.000 profesores ya han recibido su segunda dosis.

Aspira a que en agosto puedan estar los primeros jóvenes vacunados.