La cárcel de Cotopaxi, también conocida como de Latacunga, donde se registraron los últimos hechos de sangre en el sistema penitenciario ecuatoriano, que dejaron como saldo 16 muertos y 43 heridos, tiene una capacidad instalada efectiva para 4.894 presos, aunque el total de internos era de 4.208.

Según el Servicio Nacional de Atención a Personas Privadas de la Libertad y Adolescentes Infractores (SNAI), que administra el sistema penitenciario, con cifras difundidas el 5 de octubre, aunque con corte al 30 de septiembre del 2022, había 3.714 hombres y 494 mujeres.

135 internos fueron trasladados de la cárcel de Cotopaxi hacia otras prisiones

En cantidad de reclusos es superada por el Centro de Rehabilitación Social Guayas N.º 4, donde hay 4.272 reos hombres, y por el Centro de Privación de la Libertad N.º 1 Guayas, donde están 6.851 internos.

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El proyecto del Centro de Rehabilitación Social Regional Sierra Centro Norte Cotopaxi, que se ubica a unos diez minutos de la capital de la provincia, Latacunga, está en funcionamiento desde 2014. Tuvo un costo de más de $ 105 millones.

En un informe de noviembre de ese año, el desaparecido Ministerio de Justicia mencionó que el emplazamiento del proyecto fue priorizado dentro de un área de terrenos de 76 hectáreas, una implantación de 16 hectáreas y 700.000 m² de construcción. Está ubicado en el cantón Latacunga, parroquia de Guaytacama, junto a la Panamericana Sur.

Fue activado para su funcionamiento desde el mes de junio del 2014 por los primeros traslados desde el antiguo Penal García Moreno de Quito.

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El ‘Patrón’ Leandro Norero, alias ‘Suzuky’ y el ‘Negro Jessy’ son algunos de los reclusos de ‘alto perfil’ que han sido asesinados en la cárcel de Cotopaxi en ocho años

El hecho de que esté junto a la Panamerica Sur hace que corra un viento casi helado, aunque a ratos el aparecimiento del sol hace que el frío disminuya.

En el último enfrentamiento entre reos en esa cárcel, familiares desesperados por conocer la situación de sus allegados usaron todo tipo de prendas para calentar sus cuerpos, entre cobijas, gorros, bufandas y chompas con capuchas.

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El centro carcelario está bordeado por un muro perimetral exterior y una vía de tránsito vehicular, además de una franja de seguridad que rodea el conjunto. Distribuidas en el centro hay garitas de seguridad.

El perímetro exterior está rodeado de hierba, que en algunas zonas sirve de alimento para ganado que hay en el lugar. Un pequeño afluente de agua, de no más de 40 centímetros de ancho, pasa por la zona.

LATACUNGA (04-10-2022).- En los exteriores de la cárcel de Cotopaxi, personas gritan el nombre de su familiar que se encuentra recluido; esperan respuestas de él y, de esa forma, saber si aún está con vida. Carlos Granja Medranda/ EL UNIVERSO Foto: El Universo

Ese espacio sirve, cuando hay alertas de incidentes, para que los familiares de presos se acerquen a unas mallas metálicas y griten el nombre de su preso a la espera de escuchar alguna respuesta.

Cerca de la cárcel no existe servicio de telefonía celular, aparentemente por la presencia de inhibidores de señal. Para tenerlo, hay que cruzar la calle, donde funcionan tiendas y restaurantes. En esos sitios se puede encontrar desde agua hasta ropa de color tomate —que es la que usan los presos—, pero también se puede alquilar wifi por un dólar, sin importar el tiempo, o usar los baños de esos locales, con la advertencia previa de que no hay agua.

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En la misma vía existe una gasolinera donde, por ejemplo, los agentes de vigilancia penitenciaria van para poder enviar o recibir mensajes.

La Policía Nacional hizo el pasado martes, 4 de octubre, un sobrevuelo a la cárcel de Cotopaxi como un protocolo de emergencia. Foto: Cortesía

El entonces Ministerio de Justicia dividió las áreas del centro penitenciario en una sección masculina, que a su vez contiene unidades de máxima, mediana y mínima seguridad, y una unidad para contraventores.

También hay una sección femenina con pabellones de máxima, mediana y mínima seguridad, y otra para contraventoras.

‘¿Y qué podemos hacer? Esperar, llorar, angustiarse’, la desazón de familiares en exteriores de cárcel de Latacunga

La cuestión más preocupante, según indicó un documento de la Defensoría del Pueblo, que visitó esa cárcel en el 2018, era la falta de abastecimiento de agua (dotación por horarios) y, puntualmente, de agua potable (únicamente en la mañana).

“Realidad que desatiende lo estipulado en el artículo 12 de la norma constitucional, que reconoce que el derecho humano al agua es fundamental e irrenunciable”, menciona una de las conclusiones del informe de esa entidad.

La realidad no parece haber cambiado. Graffitodas Ecuador, un colectivo que ganó un fondo concursable, llevó a la práctica el proyecto “Muros, colores y sororidad: warmis que pintan”, realizado con mujeres de ese centro penitenciario en septiembre del 2021, según su página de Facebook.

Lucía Angulo, una de las coordinadoras del colectivo, logró ingresar al centro, al igual que otras integrantes de esa organización, y mencionó que, con respecto al agua, hay horarios para la recolección, porque en el interior del lugar el servicio está cortado. Hay días enteros en los que no tienen este recurso, porque lo limitan, indicó Angulo. (I)