‘Estamos viviendo con diferentes enfermedades; lo que sí preocupa es que cada vez tenemos más y de manera más corta entre sí’: Nikolaos Kyriakidis, experto en inmunología, sobre viruela del mono

Nikolaos Kyriakidis es Ph. D. en Inmunología y además docente investigador de la Universidad de las Américas (UDLA).

De nacionalidad griega, en una entrevista con este Diario se refirió a las acciones que se deben implementar frente al aumento de casos de viruela del mono a nivel global y la confirmación de tres casos en Ecuador.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado la emergencia global por la viruela del mono. ¿Le parece acertada la decisión o muy tardía?

Me parece correcta y oportuna. El tema es que estamos evidenciando una subida muy importante de estos casos, una acumulación de casos, que algunos días superan los 1.000 a nivel mundial.

Recordemos que la viruela del mono era una enfermedad que contaba tal vez 100, 200, 300 casos como máximo, y digo mucho, anualmente; y ahorita hablamos de días en que se pueden superar los 1.000 en el transcurso de 24 horas.

Entonces, creo que ya era hora de tener esta declaración, sobre todo para que se puedan poner en marcha los mecanismos para intentar mitigar este problema de salud.

Tercer caso de la viruela del mono en Ecuador se reportó en Quito; paciente está estable y en cerco epidemiológico

¿Ecuador está preparado para enfrentarla? El Gobierno ha dicho que hay tres casos, pero no transmisión comunitaria.

La realidad es que no sabemos si hay transmisión comunitaria; en este momento parece que no, por el momento. Pero obviamente se trata de una enfermedad que tiene un periodo de incubación muy largo: puede llegar a los 21 días.

Eso significa que el nexo epidemiológico que se va a hacer en los contactos y en los familiares de esos casos va a ser un riesgo epidemiológico para las próximas tres semanas, y ahí vamos a conocer realmente si hay o no una infección entre estos contactos.

Se trata de una enfermedad que es tardía en su aparición y, por lo tanto, se está haciendo lo que se debe hacer, es decir, este cerco epidemiológico. Tal vez se debería ampliar, pero eso está en la decisión de las autoridades.

Realmente no veo mayor cosa que se pueda hacer, salvo hacer este nexo epidemiológico y comenzar a preparar el sistema de salud, tal vez con unas áreas aisladas que puedan recibir estos posibles casos en un futuro.

¿Quizá alguna medida para evitar el ingreso de la enfermedad en los aeropuertos, terminales terrestres?

Eso vimos que durante la pandemia de estos dos años y medio era una medida que realmente no rindió muy buenos resultados, más bien generó problemas de transporte, de movilización, y no tenía los resultados esperados.

No podemos hacer eso con cada nueva enfermedad; es imposible. Lo que debemos hacer es intentar aislar los casos, intentar educar a la población: cuáles son las medidas de prevención, cuáles serían los pasos en el caso de desarrollar síntomas asociados con esta enfermedad, y así intentar mitigar este problema; o sea, por medio de la educación. No podemos cada vez cerrar fronteras.

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¿Sería prudente adquirir pruebas de diagnóstico?

Una parte es el tema de realmente atender estos casos, es decir, lo que sucede en las casas de salud; además, la capacitación tal vez de enfermeras, de personal de salud, de los médicos, para que estén listos y preparados para poder atender estos casos. Y obviamente otra cosa es lo que está sucediendo fuera de las casas de salud, es decir, justamente el diagnóstico y en el caso de necesitar aislamiento en la casa. Todo eso es prudente.

A lo largo del tiempo vamos a ver qué va a pasar también con otras medidas de prevención, por ejemplo, si se puede escalar la fabricación de las vacunas que ya existen para esta enfermedad; si se va a aplicar no solo a nivel nacional, digo a nivel mundial; cuáles serán las decisiones en cuanto al uso de fármacos. O sea, para todo eso debemos estar atentos, para ver cuáles serán las decisiones que cada entidad, cada agencia internacional va a tomar.

En el caso de ser necesario, adquirir dosis de vacunas o dosis de fármacos antivirales.

El pasado 22 de mayo, el Ministerio de Salud activó la alerta epidemiológica, pero no había casos en Ecuador. ¿Habría que hacer alguna actualización?

Debemos estar alineados con lo que está sucediendo a nivel internacional, o sea, realmente no veo actualización en el sentido de la educación.

Lo importante es poner en marcha estos mecanismos de preparación del sistema de salud y de ahí comenzar a educar a la gente: de qué se trata esta enfermedad, de cómo se transmite, de cómo podemos cortar la cadena de transmisión.

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¿El mundo debería estar preparado para convivir con estas enfermedades, tomando en cuenta la gripe porcina y ahora la viruela del mono?

Estamos viviendo con diferentes enfermedades; no son las primeras enfermedades que van infectando al ser humano. Lo que sí preocupa es que cada vez tenemos más y de manera más corta entre sí.

Tenemos emergencias de salud bastante cerca cronológicamente una con la otra; eso sí que es preocupante.

Lo importante es actuar rápido en casos en que sí se puede intentar cortar prontamente la cadena de transmisión. No se pudo hacer con el COVID-19. Ahorita también tenemos más de 16.000 casos a nivel mundial de esta viruela del mono, y en más de 70 países. (I)