El Comité de Operaciones de Emergencia (COE) nacional tomó nuevas resoluciones en torno al COVID-19, entre ellas, liberar la venta de pruebas de detección, luego de hacer un análisis de la situación epidemiológica.

El organismo se reunió la tarde de este martes, 2 de agosto, para evaluar el retorno al trabajo en casa, el certificado de vacunación contra el coronavirus y acerca de los test para detectar la enfermedad.

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Desde el pasado jueves, 28 de julio, el Gobierno decidió que durante 15 días, haya un regreso al teletrabajo para el sector público de la Función Ejecutiva.

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Al hacer una balance de la medida, Juan Zapata, presidente del COE nacional, indicó que entre un 40 y 50% de los empleados de las instituciones del nivel ejecutivo han vuelto al teletrabajo.

Explicó que hay alrededor de 410.000 empleados estatales, por lo que se han acogido unos 200.000.

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El vicepresidente Alfredo Borrero indicó que los test de detección estarán disponibles en farmacias una vez que se haga una valoración de la Agencia de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa) y que se desarrolle un aplicativo para reportar los resultados al Ministerio de Salud.

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El ministro de Salud, José Ruales, indicó que se está trabajando en una mesa técnica con la Arcsa para identificar las características de los test de detección pues interesa que sean pruebas con alta sensibilidad a fin de detectar la presencia de la enfermedad.

Ruales sostuvo que podrían ser pruebas nasofaríngeas o de otro tipo que tengan registro sanitario en el país y que se permitirá la venta en farmacias con condiciones como que posean un código QR a fin de dar seguimiento y que sirva para registrar los resultados.

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Justificó la decisión de la liberación de acceder a los test ya que indicó que en la práctica hay gran cantidad de pruebas en manos privadas que se distribuyen lo que está aumentando el número de pruebas sin que se registren por lo que se quiere regularizarlas.

Además el uso de pruebas rápidas permite tomar decisiones como un autoaislamiento y reducción de contagios, acotó.

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Cristian Collaguazo, de 27 años, fue a los laboratorios de la Cruz Roja Ecuatoriana, en el norte de Quito, para realizarse una prueba de detección de COVID-19. Alfredo Cárdenas/ EL UNIVERSO. Foto: El Universo

Borrero agregó que no se va a solicitar el certificado de vacunación contra el coronavirus, salvo en lugares estratégicos y que el plan actual es vacunar las dos dosis más la de refuerzo hasta finales de septiembre.

Ruales aclaró que se mantiene la obligatoriedad de la presentación del certificado de vacunación para ingresar al Ecuador, o alternativamente presentar una prueba PCR o de antígenos con resultado negativo.

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El ministro de Salud expresó que se solicitaba el documento de inoculación en establecimientos no esenciales como restaurantes, discotecas, centros comerciales, bares, almacenes y su cumplimiento no era estricto.

“Dado que tenemos una proyección de una meta de vacunar 4 millones adicionales hasta el 30 de septiembre, entonces el Ministerio de Salud, valorará y propondrá otra medida para verificar el grado de cumplimiento”, mencionó en una rueda de prensa junto a Borrero y Zapata. (I)