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El caos reinó una noche de carnaval en el malecón de Salinas.

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El desorden público que se vivió en Salinas durante el feriado de carnaval le ha costado el puesto al gobernador de Santa Elena, Fulton Anchundia.

El presidente Guillermo Lasso decidió cesarlo en sus funciones y designar a otra persona en su lugar.

Durante este feriado, la imagen de Salinas quedó trastocada luego de escándalos y peleas que se reportaron en el balneario más importante de la Península.

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Videos viralizados este feriado mostraban a personas obstruyendo el tránsito en el malecón y abriendo carros a la fuerza; hasta hubo quejas por intentos de robo.

Pero los excesos fueron mayores. En otros videos se observa a una pareja bailando sensualmente sobre el capó de un carro. El hombre termina despojando del traje de baño a una mujer ante la mirada del público.

De lo sensual, el baile terminó pasando a una escena sexual explícita, con la mujer desnuda y cubierta de espuma de carnaval.

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Ese video generó duras críticas por la falta de control en el balneario, que en este feriado también terminó inundado tras una fuerte lluvia en la Península.

Además, en estos días se viralizaron videos de peleas entre jóvenes en la vía pública.

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Ante eso, el Gobierno decidió la separación de Anchundia. “Tras sucesos de desorden público en Salinas durante este carnaval, el presidente de la República, Guillermo Lasso, cesó en sus funciones como gobernador a Fulton Anchundia”, indicó el Gobierno.

En su reemplazo designó a José Ángel Álava Jiménez como nuevo gobernador de Santa Elena.

Antes de su separación, Anchundia, quien además es dirigente de CREO en Santa Elena, explicó ayer que hay más videos, adicionales a los que se viralizaron en las redes sociales.

Añadió que agentes de la Policía realizaron los análisis para tener un informe y que hoy, miércoles, darían una rueda de prensa sobre estos hechos.

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En redes sociales, los videos se convirtieron en tendencia. Liliana Febres-Cordero, una usuaria de Twitter, indicó que lo ocurrido en Salinas no es sino una muestra del relajamiento social.

“Se perdieron principios básicos éticos. El sentido de respeto ya no tiene cabida y hemos vuelto a la tribu. El sistema está en decadencia. Es nuestra labor restaurar valores y principios”, expresó. (I)

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